Mairena, el primer revolucionario del flamenco
Para el patriarca del cante, 'las esencias no pueden perderse'
Antonio Mairena defiende el momento actual del arte flamenco pero advierte la confusi¨®n existente. "El flamenco est¨¢ viviendo los momentos m¨¢s importantes de su historia, y digo esto porque, con la dignidad con que hoy se trata el flamenco, c¨®mo se cotiza, c¨®mo viven los artistas, en cuanto a eso, nunca ha habido un momento mejor. Pero en cuanto a cu¨¢les son sus calidades actualmente, yo creo que ah¨ª se est¨¢ sembrando un confusionismo horroroso que no sabemos a d¨®nde nos puede llevar. Porque las cosas hay que tratarlas... Cada cosa tiene su tratamiento: el folklore tiene su tratamiento, la m¨²sica cl¨¢sica tiene su tratamiento, lo que es el flamenco adulterado que se pone al precio que sea y que se vende y que se comercializa, hay que saber c¨®mo se trata y c¨®mo se debe manipular".Estima el maestro que el cante gen¨¦ricamente flamenco o cante jondo hay que tratarlo por separado. Sin embargo, se sigue cada d¨ªa m¨¢s sembrando ese confusionismo, "se lanzan muchos se?ores, sean intelectuales o no lo sean, sin saber qu¨¦ es lo que dicen ni de qu¨¦ est¨¢n tratando, y el p¨²blico, el aficionado que escucha, pues se queda muchas veces at¨®nito, porque no se entera de nada de lo que se est¨¢ haciendo ni de nada de lo que se est¨¢ diciendo... ".
Sembrar la incultura
?Qu¨¦ es lo que m¨¢s da?o est¨¢ haciendo al flamenco actual? Y responde Mairena: "Aparte de que hay muchos artistas que prematuramente se hacen grandes figuras, muy prematuramente, que es muy humano, yo no critico esto, es muy humano el querer ser una primer¨ªsima figura y ganar mucho dinero, esto es muy humano, y m¨¢s en la juventud, la juventud tiene mucha valent¨ªa y vuelve la espalda a lo que es la realidad, lo que es ser un buen profesional de esto, de este arte... Despu¨¦s de esto, ese confusionismo ayuda mucho a sembrar una incultura terrible; porque la afici¨®n la hacemos los mismos artistas, los que decimos al p¨²blico que ignora qu¨¦ es esto, de d¨®nde viene, cu¨¢l es su origen, qu¨¦ aleaciones tiene, de qu¨¦ est¨¢ hecho, toda esa serie de matizaciones que tiene el aficionado que quiere ser un aficionado fiel a lo que se llama hoy cante flamenco, o guitarra flamenca, o baile flamenco; y al aficionado no se le puede equivocar; si se le equivoca, se est¨¢ sembrando, indiscutiblemente, la incultura".
Un problema es que alguien tiene que decir realmente qu¨¦ es lo que pasa, qu¨¦ es lo que est¨¢ pasando con este misterioso arte del flamenco, opina el maestro. Otro problema es qu¨¦ va a pasar con el flamenco, c¨®mo va a evolucionar hacia el futuro. Recuerdo a Mairena que ya hace bastantes a?os me dijo que el flamenco estaba hecho, que el flamenco no admit¨ªa nueva creaci¨®n, y ahora, sin embargo, hay artistas que est¨¢n experimentando nuevas formas, se est¨¢n introduciendo instrumentos aparte de la guitarra que nunca tuvieron nada que ver con el flamenco, aires ajenos a este arte, etc¨¦tera.
"Creo que, como le dije en otro tiempo, el verdadero flamenco est¨¢ hecho", responde el cantaor. "Cuando vienen esas lagunas de cuarenta, de cincuenta a?os, que yo mismo he atravesado en parte, el flamenco se queda, revolotea en el espacio, sus esencias, su cuerpo virtualmente queda revoloteando en el espacio, y aquel que es un enamorado, aquel que pretende ser fiel a ese flamenco...".
Aqu¨ª hace un inciso: "Porque, claro, el flamenco no se escribe como la m¨²sica, tenemos esa dificultad, tropezamos con ese obst¨¢culo, pero en un tiempo hubo quienes marcaron un camino a seguir, una pauta, y esa clase de arte s¨®lo admite un gran desarrollo, porque si nos asomamos al recinto donde se acumula esa cantidad de matices que en ese tiempo se crearon, nos encontraremos que es un recinto sin fin, y que para desarrollar esos matices hacen falta siglos, siglos, y el gran artista que tenga calidades y cualidades para hacerlo, cuando se asoma a ese recinto ya cuenta con un material imposible de apurarlo, para poder desarrollar, engrandecer, dulcificar y, c¨®mo no, imponerle unos duendes, que eso ya es la personalidad de cada artista; eso no se aprende se adquiere a ning¨²n precio...".
"Mi idea es revolucionaria"
A estas alturas de su vida, con una carrera ya hecha y que ha conocido los m¨¢ximos honores, creo que puedo preguntarle a Antonio Mairena si quiere decir con sinceridad qui¨¦nes de los que vienen detr¨¢s de ¨¦l est¨¢n haciendo algo que le interese.
"Hay una baraja de muchachos que tienen muy buenas cualidades, suenan muy bien..., pero yo no puedo se?alar a ninguno de ellos con el dedo. Mi postura es animarles y decirles c¨®mo y d¨®nde est¨¢ el cante, y si ellos lo quieren tomar, que lo tomen, y si no lo quieren tomar... Porque, por encima de los consejos, de mi buena voluntad, existe el ego¨ªsmo de querer ser primera figura, ser m¨¢s maestro que el maestro, y adem¨¢s ganar grandes cantidades econ¨®micas, que eso ciega mucho, y yo lo comprendo y no se lo tomo a mal, porque sin dinero no se puede vivir hoy. Y, claro, ellos son los responsables de lo que esto pueda ser ma?ana, porque si es una barbaridad, ellos son los responsables".
Y en este momento, ?hay m¨¢s probabilidades de que lo que esto va a ser ma?ana sea realmente una barbaridad o de que se encarrile por un camino, digamos ortodoxo, con respecto a toda la tradici¨®n flamenca que conocemos?
"Yo soy optimista, pero est¨¢ en unos momentos muy peligrosos. Mucho, mucho, mucho, mucho, mucho. Hay buenas voces, como ya le he dicho, hay artistas que tienen duendes, incluso que tienen buenos rajos, que tienen condiciones maravillosas, pero est¨¢n en un camino que yo no veo que vayan a regenerarse, ni veo que vayan a volver al camino de lo ortodoxo. De lo ortodoxo quiero decir, no para estancarse, no para ser inmovilista, para ser un artista de no moverse, no, no, porque m? idea es revolucionaria dentro de lo que son mis ideas del cante; yo no canto nunca un cante, qu¨¦ le voy a decir, por ejemplo una sole¨¢, nunca igual; mi cante est¨¢ en constante movimiento, como el azogue, nunca est¨¢ quieto, siempre busca nuevos efectos, nuevos duendes, nuevos cauces para hacer sentir..., por eso digo que el cante no se escribe, no hay pentagrama para escribirlo. Sigo pensando que quiero ser optimista, pero el momento es muy delicado".
Muchas herej¨ªas
Mairena dice que oye con frecuencia, en vivo o en disco, a los cantaores m¨¢s j¨®venes que ¨¦l, aunque -y en esto es terminante- no ha aprendido ni aprende nada de ellos.
"Yo no aprendo de estos nuevos m¨¢s que a saber que en lo que est¨¢n haciendo veo muchas herej¨ªas. Y ya le he dicho que yo pienso constantemente que el cante es una cosa que est¨¢ siempre en movimiento, en constante revoluci¨®n, pero las esencias no pueden perderse. Sin esas esencias est¨¢n construyendo cante sin perfume, y un cante, por mucha belleza que tenga, sin perfume no transmite, y si no transmite (que es la misi¨®n del cante), pues para m¨ª es una cosa muerta".
Concluye el maestro que la evoluci¨®n del cante tiene que ser superarlo en calidad, superarlo en t¨¦cnica, limar las asperezas que tenga, buscar nuevos duendes, nuevos efectos, nuevos encantos, darle esos perfumes a¨²n con m¨¢s intensidad. Todo un dec¨¢logo para los j¨®venes cantaores. Pero si se va a todo lo contrario, "si lo que hacemos es borrar todo eso o querer quitar todo eso, y que un cantaor sea como un disco, una cosa mec¨¢nica, que ahora se pone y a los diez minutos se graba otra vez con una barbaridad, y luego se vuelve a grabar con otra barbaridad, yo creo que eso no es correcto y creo que ¨¦se no es el camino de la evoluci¨®n de lo que hoy llamamos flamenco".
Le hago notar que no veo el optimismo suyo de que me hablaba antes por ninguna parte, y replica r¨¢pidamente: "Bueno, soy optimista de condici¨®n. El cante no muere, el cante no va a morir, el cante no muere nunca, el cante queda revoloteando en el espacio y queda ah¨ª, a pesar de todo el da?o que le est¨¢n haciendo los que viven del flamenco. Hay una inmensa discograf¨ªa hoy para ver qu¨¦ es lo que han hecho los que han sido geniales. Un camino a seguir. Luego, usted puede sonar distinto, usted pondr¨¢ otros perfumes que sean m¨¢s intensos, ?mejores!..., que se puede hacer. Pero hay que seguir ese camino. Esa revoluci¨®n hay que seguirla. No es, como ellos dicen, que uno es conservador y que es est¨¢tico. Ni mucho menos. Yo soy el primer revolucionario que existe dentro del mundo del flamenco. Pero esa revoluci¨®n hay que hacerla sobre una base real y aut¨¦ntica".
Babelia
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