"No hay argumento v¨¢lido para derribar la Constituci¨®n en nombre del Estado",afirma don Juan Carlos

El rey Juan Carlos ten¨ªa previsto dirigir hoy a las Fuerzas Armadas con motivo de la Pascua militar un mensaje cuyos contenidos b¨¢sicos son la invitaci¨®n a la plena integraci¨®n militar en la sociedad civil, el reconocimiento del peso enorme de la manifestaci¨®n de la voluntad de nuestros compatriotas, que es preciso acatar y respetar" la condena de la violencia como m¨¦todo de acci¨®n pol¨ªtica, la afirmaci¨®n de que Uno hay argumento v¨¢lido para derribar la Constituci¨®n en nombre del Estado", y la reivindicaci¨®n del papel de la Monarqu¨ªa como garante del sistema democr¨¢tico, situando a la instituci¨®n m¨¢s all¨¢ de "unas elecciones, un refer¨¦ndum o una votaci¨®n", entre otras cosas.

La lesi¨®n sufrida por el Rey mientras esquiaba en Suiza ha obligado a la suspensi¨®n del acto solemne previsto para hoy en el que iba a ser le¨ªdo el discurso del que ofrecemos el siguiente amplio resumen:"Una vez m¨¢s, cuando en los hogares espa?oles acaban de celebrarse las fiestas de Navidad, la despedida de un a?o y el comienzo de otro, tambi¨¦n en nuestra familia militar es preciso que se aviven los sentimientos de amistad, de compa?erismo, de disciplina y de colaboraci¨®n para formar un bloque fuerte y s¨®lido. Un bloque que no se a¨ªsle y se cierre herm¨¦tica mente sobre s¨ª mismo, sino que se integre de una manera plena en el conjunto de la naci¨®n, porque la uni¨®n de todos vendr¨¢ a robustecer la fe de las Fuerzas Armadas en s¨ª mismas y de Espa?a en las Fuerzas Armada?.

Dicha alusi¨®n a la necesaria inserci¨®n de las Fuerzas Armadas se reitera a lo largo de los primeros p¨¢rrafos del discurso real: "Se ha dicho y repetido, en frase feliz, que el Ej¨¦rcito es la columna vertebral de la patria. Pero, como en el cuerpo humano, esa columna vertebral no puede ser un esqueleto fr¨ªo e in dependiente, despojado de vida y de alma, sino que ha de insertarse en el conjunto de la naci¨®n, identific¨¢ndose ambos estrechamente, formando un todo inseparable por el que circule la misma sangre vivificadora; donde aliente un esp¨ªritu de uni¨®n y un ideal com¨²n, en el que no sea posible establecer fronteras ni l¨ªneas divisorias. Sint¨¢monos todos unidos sin condiciones ni recelos y pensemos que s¨®lo as¨ª podremos superar los problemas nacionales".

El Monarca hace un balance elogioso del a?o transcurrido: "Al mirar hacia atr¨¢s, hacia el a?o que acaba de terminar, podemos darnos cuenta de que hemos vivido momentos tensos y dif¨ªciles. Pero a el hecho de haberlos superado, de seguir avanzando sin pausa y sin des¨¢nimo por el camino que hemos elegido, es la mayor satisfacci¨®n que podemos experimentar, e pues significa que somos capaces de normalizar y perfeccionar nuestra convivencia" ,

En alusi¨®n a la voluntad popular reflejada en las urnas, el pasado 28 de octubre, afirma que "se han a producido tambi¨¦n durante aquel per¨ªodo acontecimientos importantes que por fuerza obligan a abrir los ojos a la realidad y comprobar el peso enorme de la manifestaci¨®n de la voluntad de nuestros compatriotas, que es preciso acatar y respetar como demostraci¨®n del ejercicio de la libertad".

"Arrasar la libertad de las diversas partes que concurren en una sociedad democr¨¢tica, en nombre de cualquier idea que pretenda superarlas, es incompatible con el mantenimiento del Estado de derecho, y conduce directamente al Estado tir¨¢nico, que nunca ser¨¢ leg¨ªtimo, aunque pretenda legalizar su arbitrariedad". Y agrega que "el desorden, la guerra social, pueden provenir de que una parte de la sociedad contemple codiciosamente el Estado como cosa propia, y quiera actuar en consecuencia; o bien que no acepte al Estado y proceda de acuerdo con este criterio. En ambos casos, el querer interrumpir o modificar la trayectoria marcada por la voluntad de la mayor¨ªa social es pecar contra la historia".

Acerca del concepto del patriotismo, el discurso precisa que "el amor a Espa?a no basta con sentirlo. Es preciso hacerse cargo de ¨¦l, someternos a ¨¦l, no sometiendo a Espa?a a nuestro capricho, a nuestros intereses o a nuestros personales criterios y definiciones".

Una parte del discurso real est¨¢ dedicada a la Constituci¨®n, Ia ley b¨¢sica ala que todos debemos respetar y defender, que ha sido elaborada por la representaci¨®n de los espa?oles y aprobada por la voluntad mayoritaria de los mismos. Es, por consiguiente, el pueblo, mediante la Constituci¨®n, el que ha configurado el Estado de derecho, y no cabe atentar contra la Constituci¨®n sin atentar contra el Estado, ni atentar contra el Estado sin atentar contra la comunidad de espa?oles. Constituci¨®n, Estado y pueblo son la encarnaci¨®n triple de la libertad de los espa?oles, y no hay argumento v¨¢lido para destruir estos fundamentos, ni menos para intentar separarlos artificialmente con el fin de derribar la Constituci¨®n en nombre del Estado, o al Estado en nombre del pueblo".

"La Monarqu¨ªa no puede depender de unas elecciones"

A continuaci¨®n se refiere el Rey al papel de la Monarqu¨ªa como garante del sistema democr¨¢tico: "Para que estas alternativas pol¨ªticas se produzcan dentro de un orden y est¨¦n presididas por una continuidad, es importante el papel de la instituci¨®n mon¨¢rquica, que est¨¢ por encima de la propia persona a quien durante una etapa determinada le corresponde el honor de encarnarla"."Porque la instituci¨®n mon¨¢rquica no depende, ni puede depender, de unas elecciones, de un refer¨¦ndum o de una votaci¨®n. Su utilidad se deriva de que est¨¢ asentada en el plebiscito de la historia, en el sufragio universal de los siglos. La independencia permanente de la Jefatura del Estado es la que permite al Rey ejercer el arbitraje y la moderaci¨®n, y tambi¨¦n garantizar la unidad de la patria y la consolidaci¨®n del sistema". "Yo s¨¦ muy bien que las Fuerzas Armadas tienen clara conciencia de estos conceptos fundamentales"

El Rey ha dirigido, por otra parte, el siguiente mensaje personal a las fuerzas armadas y de seguridad: "queridos compa?eros: a la vez que os agradezco la lealtad, disciplina y esp¨ªritu de servicio de que en todo momento habe¨ªs dado muestras, os exhorto a que continue¨ªs por este camino, marcado por el respeto a las leyes y a la voluntad de nuestros compatriotas, en la seguridad de que, con vuestro patriotismo y uni¨®n, son la mayor garant¨ªa de la paz y del progreso de nuestra patria".