Nota urgente sobre una ausencia
El d¨ªa 30 de diciembre ¨²ltimo, en la sesi¨®n sobre nuevas tendencias de la narrativa espa?ola del Congreso de la Modern Languages Association norternarnericana, celebrada en Los Angeles, le¨ªamos una ponencia sobre el Discurso autobiogr¨¢fico de la narrativa espa?ola de la transci¨®n, en la que nos refer¨ªamos a Bu?uel, Villena, y Juan Goytisolo. Al final de la sesi¨®n, y despu¨¦s de establecer como antecedente remoto la t¨¦cnica novel¨ªstica de Fernando Arrabal en Baal Babilonia, un hispanista norteamericano preguntaba: "?Se trata de Fernando Arrabal, el dramaturgo?.Resulta sorprendente el ah¨ªnco con que se olvida la producci¨®n narrativa de Arrabal en los medios especializados de la cr¨ªtica espa?ola, lo que conduce al desconocimiento de las cuatro novelas del autor, anteriores a la que acaba de ganar el Premio Nadal.
Hacia 1952 inicia Arrabal la primera redacci¨®n de Baal Babilonia que se public¨® en 1959 en Julliard, donde ya hab¨ªa aparecido el primer volumen de su teatro. La novela narra, con una t¨¦cnica absolutamente original en la narrativa espa?ola de la ¨¦poca, el recuerdo de la infancia del autor en Ciudad Rodrigo durante la guerra civil espa?ola. No es, pese a la ¨¦poca de su redacci¨®n, una novela de tesis, sino un recorrido emocionante de su primera memoria, en la que mezcla t¨¦cnicas surrealistas, mon¨®logo interior, descripciones l¨ªmpidas azorinianas y f¨®rmulas estructurales precursoras de hallazgos como el de Rayuela.
En 1961, el mismo editor publica El entierro de la sardina y, dos a?os m¨¢s tarde, La piedra de la locura. En 1966 aparece Arrabal celebrando la ceremonia de la confusi¨®n, (Alfaguara) que es la primera obra del autor editada antes en espa?ol que en franc¨¦s. Una dedicatoria p¨¢nica de esta novela en Madrid (1967) dar¨¢ con ¨¦l en la c¨¢rcel creando un esc¨¢ndalo internacional que consigui¨® sacarlo del pa¨ªs y cubrir de verg¨¹enza a la justicia franquista. Esta novela se public¨® en 1967 en franc¨¦s en las ediciones Losfeld.
En su segunda producci¨®n novelesca, Arrabal abandona provisionalmente el teatro y habla de sus obras narrativas como de "intentos dram¨¢ticos frustrados". Utiliza una f¨®rmula novelesca para expresar temas que, en el teatro, no encuentran una v¨ªa c¨®moda de expresi¨®n, temas que volver¨¢n de nuevo cuando el autor se interese, m¨¢s tarde, por el cine.
Si Arrabal hab¨ªa olvidado la novela como forma de expresi¨®n en los ¨²ltimos quince a?os, coincidiendo con su per¨ªodo de mayor productividad dram¨¢tica y cinematogr¨¢fica, vuelve de nuevo ahora, con La torre herida por el rayo, a cultivar un g¨¦nero que ya hab¨ªa practicado con fuerza y calidad inversamente proporcionales a la acogida que la cr¨ªtica espa?ola le dispens¨® en su momento. Esta ¨²ltima novela de Arrabal, a cuya g¨¦nesis hemos asistido durante los ¨²ltimos dos a?os, es el resultado de un trabajo intenso, preciso y exaltante, as¨ª como un aldabonazo de atenci¨®n que deber¨ªa, finalmente, colocar en su sitio, dentro de la literatura espa?ola, a ese exilado cr¨®nico del olvido y el desprecio con que algunas veces corona a sus hijos m¨¢s preclaros esta Espaf¨ªa nuestra que, como Arrabal, inicia ahora una andadura nueva por muchos esperada y deseada y, por los menos, temida.
Babelia
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.