Vladimir Ded¨ªer, bi¨®grafo de T¨ªto, y su tercer tomo
Su principal aportaci¨®n es la desmitificaci¨®n del primer personaje yugoslavo de la posguerra
La vieja guardia partisana reaccion¨® fulminantemente contra las p¨¢ginas en las que, por ejemplo, se reproduc¨ªan documentos que prueban la existencia de acuerdos pasajeros de los emisarios de Tito con los alemanes, meras t¨¢cticas entre enemigos irreconciliables. Hubo militares que leyeron con calma el segundo tomo, partisanos que enriquecieron su contenido con relatos e instituciones que abrieron sus archivos empolvados. Pero a las bibliotecas del Ej¨¦rcito popular yugoslavo les fue prohibido adquirir el segundo tomo de la Contribuci¨®n a la biografia de Josip Broz Tito, de VIadimir Dedier.El libro estuvo a un paso de ser vetado y su autor, al borde de la deshonra. El ¨²nico ¨¢rbitro de la pol¨¦mica, Tito, hab¨ªa muerto meses antes de la salida del libro. Dedier, por su parte, asegura estar ejecutando una de sus ¨²ltimas voluntades.
Mientras tanto, Dedier, que adem¨¢s es presidente del Tribunal Internacional Russell, para juzgar cr¨ªmenes contra la humanidad -famoso por su actuaci¨®n en los a?os sesenta contra Estados Unidos por la guerra de Vietnam-, se defendi¨® disparando cargas de profundidad. Acus¨® a los servicios secretos yug¨®slavos de amedrentar a sus potenciales editores y, cuando un corresponsal le telefoneaba a su paradisiaco retiro de Istria y se o¨ªan interferencias, Dedier le echaba ir¨®nicamente la culpa a "las vacas de la aldea, que desde que edit¨¦ el segundo tomo les dio por rascarse el lomo en los postes de mi l¨ªnea telef¨®nica".
De repente hubo una gran calma, y se anuncia ahora la aparici¨®n del tercer tomo. Hay quienes creen que VIadimir Dedier podr¨ªa haber limado algunas p¨¢ginas ¨¢speras de su nuevo libro. Hace poco hablaba con el corresponal de EL PAIS sobre s¨ª mismo y sobre sus criaturas, los tomos biogr¨¢ficos de Tito.
"Tito ya sab¨ªa que yo estoy un poco loco, pero me recomend¨®, el 21 de octubre de 1978, para que se me abrieran los archivos del Ej¨¦rcito", dijo Dedier. "Sab¨ªa tambi¨¦n que desde hace treinta a?os no estoy en el partido, aunque sigo sien do comunista y humanista. Precisamente dentro de poco voy a celebrar con una gran fiesta el trig¨¦simo aniversario de mi salida del partido". Seg¨²n Dedier, Tito quer¨ªa que su biografia saliera adelante, por encima de clanes, y para ello recurri¨® a alguien "m¨¢s testarudo que la burra del Papa".
En este tercer tomo prevalecer¨¢ la sobrehumana lucha de Tito con tra Stalin en 1948, y no s¨®lo contra ¨¦l, sino tambi¨¦n contra Occidente que cre¨ªa que aquello era una farsa.
"Una serie de documentos prueban la influencia de Tito en el curso de los acontecimientos en China", aseguraba Dedier. Tito es descrito corno un maestro del equilibrio: "Cuando la URSS presionaba sab¨ªa recurrir a los sectores democr¨¢ticos de Estados Unidos, sin poner por ello en tela de juicio su ideolog¨ªa comunista".
Un dios griego
"Tito luch¨® contra el fara¨®n que fue Stalin, y por ello quiso ser a su vez desfaraonizado, que es lo que yo hago", asegura respecto a la biograria de un Tito que deja de ser el dios monote¨ªsta en sus p¨¢ginas para convertirse en dios griego, con grandezas y pasiones, altos y bajos.Asegura que el tercer tomo "que termin¨¦ de escribir el 7 de noviembre, aniversario de la revoluci¨®n rusa", cuenta ya con diez opiniones favorables de personalidades, intelectuales e historiadores, que ser¨¢n , enviadas a la comisi¨®n que concede los permisos de edici¨®n de las obras sobre Tito. Dichas comisiones se crearon, en principio, para impedir la proliferaci¨®n comercial de t¨ªtulos como Tito y las abejas, Tito y la caza. Son ellas las que conceden el imprimatur necesario. Hay un control muy puritano sobre la explotaci¨®n de la imagen de Tito. La organizaci¨®n de la juventud est¨¢ molesta con que los carteles publicitarios del popular conjunto de rock Laboratorio del Sonido fueran declarados fuera de la ley y su responsable, condenado a cuarenta d¨ªas de c¨¢rcel "por aludir en ellos a la imagen del difunto presidente Tito, perturbando la tranquilidad de la opini¨®n p¨²blica".
La biograf¨ªa de Dedier es todo menos mon¨®tona. Su protagonista procede de las juventudes cristianas progresistas, que, recorriendo el camino de Damasco al rev¨¦s, llegar¨ªa al comunismo yugoslavo de preguerra. En el a?o 1936 fue corresponsal de guerra en Espa?a, adonde lleg¨® tras haber ido a Par¨ªs de correo secreto de Tito. Con la ayuda de Picasso, Miravillas y Companys public¨®, en el diario liberal belgradense Politika, diez cr¨®nicas sobre Espa?a que, por izquierdismo, le valieron el despido efectivo desde el primero de mayo de 1937, d¨ªa de Viernes Santo". Entre las diez cr¨®nicas hab¨ªa una favorable a Durruti.
VIadimir Dedier sale de viaje estos d¨ªas a recorrer el mundo dando conferencias sobre el papel del carisma en la historia y recogiendo materiales para una extensa obra que prepara. "Como m¨ªnimo habr¨¢ dos espa?oles entre los hombres de carisma: Franco y Felipe Gonz¨¢lez, salvando distancias", promete Dedier. Beguin, Breznev, Stalin, Ho Chi Minh estar¨¢n en otras p¨¢ginas. Intentar¨¢ hablar con Felipe Gonz¨¢lez, del que dice sabe lo que las masas quieren".
Garc¨ªa M¨¢rquez, su amigo e invitado frecuent¨¦, le ha ofrecido sus buenos oficios para que se entreviste con Fidel Castro, y, de paso, un poco m¨¢s al norte de Cuba, habla tambi¨¦n con Henry Kissinger, que fue profesor en Harvard al mismo tiempo que Dedier, cuando, tras haber defendido a Milovan Djilas -el heterodoxo del comunismo yugoslavo, al que hoy califica de personalidad paranoica y sanguinaria-, tuvo que irse al extranjero a ganarse el pan. A?os m¨¢s tarde ser¨ªa rehabilitado personalmente por Tito y public¨® obras hist¨®ricas muy elog¨ªadas sobre Las esferas de influencia y la lucha contra Stal¨ªn.
Un Quijote 'cachondo'
Se define como un Quijote cachondo y balc¨¢nico, que ve todo en el tiempo y en el espacio sin tomarse demasiado en serio nada. Bromea hasta consigo mismo. De todos los ataques de que ha sido objeto "lo que m¨¢s me indign¨® fue que se metieran con mi perro. Sabe, yo le ayud¨¦ a mi perro, un chucho campesino, de esos que no tienen pedigr¨ª ni nada, a publicar su biografila ilustr¨¢da con fotos. Yo, en esta vida, he aprendido muy bien a hablar perruno. La biograffia empieza con un viaje de mi perro enautob¨²s, acompa?ado de su mam¨¢ y mi esposa, Vera. Viene el cobrador y le pide el pedigr¨ª en, vez del billete. Mi perro, indignado, responde: ?pero qu¨¦ clase de autob¨²s socialista es este, en el que hasta a los perros nos dividen en ricos y pobres?".VIadimir Dedier tiene a¨²n muchos tomos que publicar en su contribuci¨®n a la biograf¨ªa de Josip Broz Tito. Se levanta a las tres de la madrugada y trabaja hasta altas horas de la tarde. Cree que la vista le est¨¢ abandonando. Se prepara, y ya est¨¢ aprendiendo a leer y a escribir por el sistema Bra¨ªlle. Tiene preparado el cuarto tomo de su obra, aunque le falta completarlo con opiniones de los estadistas contempor¨¢neos que conocieron a Tito.
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