Debate entre 'progresistas' e 'inmovilistas' en la apertura del VI Congreso de la CNT
Bajo el lema M¨¢s all¨¢ del cambio, unos setecientos delegados, en representaci¨®n de doscientos sindicatos locales y de oficios, que agrupan a unos 40.000 afiliados en toda Espa?a, empezaron ayer en Barcelona las sesiones del VI Congreso de la Confederaci¨®n Nacional del Trabajo (CNT). En este congreso, el segundo que celebra la organizaci¨®n tras su legalizaci¨®n en 1977, la CNT intentar¨¢ hallar una soluci¨®n para incrementar su presencia en el espacio sindical, manteniendo vigente su posici¨®n de no participar en los comit¨¦s de empresa.
Los debates de las primeras sesiones ya han originado una cierta polarizaci¨®n de los asistentes, entre la llamada corriente progresista, que promueve la participaci¨®n en una suerte de elecciones sindicales realizadas con el ¨²nico objetivo de establecer el grado de representatividad real de cada sindicato, y la tendencia inmovilista, que considera innecesario tener que "transigir" con este tipo de formalidades para mostrar su fuerza en el mundo laboral.La l¨ªnea progresista aboga por la promulgaci¨®n de una ley sindical que reconociese un papel preeminente de las secciones sindicales de empresa y reconociese la soberan¨ªa de los sindicatos frente a los comit¨¦s de empresa. Esta posici¨®n tendr¨ªa puntos de coincidencia con los objetivos de la Uni¨®n General de Trabajadores (UGT) y el Partido Socialista Obrero Espa?ol (PSOE), que se han mostrado partidarios de modificar la legislaci¨®n laboral vigente con el prop¨®sito de reforzar las secciones sindicales de empresa.
Esta corriente cenetista intenta desligarse de las limitaciones que imponen la disposici¨®n adicional sexta del Estatuto de los Trabajadores, que exige un 10% de delegados en los comit¨¦s para participar en las negociaciones de ¨¢mbito superior al de empresa y para tener derecho a participaci¨®n en determinadas instituciones. En concreto, este sector critica "el abuso que se ha hecho de los resultados electorales, ya que se han empleado no tan s¨®lo para la elecci¨®n de los comit¨¦s de empresa sino que han servido como criterio para medir la representatividad de los sindicatos y lo que es peor, para establecer la proporci¨®n con que se ha de repartir el patrimonio sindical".
En la sesi¨®n inaugural, el secretario general saliente, Jos¨¦ Bond¨ªa, desarroll¨® el contenido del lema M¨¢s all¨¢ del cambio, estableciendo una clara diferencia ,entre "el cambio pol¨ªtico que propone el Gobierno socialista y el aut¨¦ntico cambio en profundidad que la Confederaci¨®n Nacional del Trabajo promulgamos".
Bond¨ªa, quien ya hab¨ªa anunciado con anterioridad al Congreso su prop¨®sito de no presentarse a la reelecci¨®n, expres¨® con elocuencia los objetivos ¨²ltimos de su sindicato que persigue "convertir el Estado en un administrador de las cosas en lugar de un gobernador de los hombres". Bond¨ªa se mostr¨® optimista en su idea "de ilusionar a los hombres para que participen cada vez m¨¢s en las actividades sociales hasta el punto de que hagan cada vez m¨¢s in¨²til e innecesaria la existencia del Estado". El secretario general saliente denunci¨® el hecho de que el patrimonio sindical hist¨®rico incautado a la CNT en 1939, valorado en m¨¢s de 2.000 millones de pesetas, "a precios no especulativos", no ha sido restituido a la organizaci¨®n y manifest¨® su confianza en que el nuevo Gobierno socialista as¨ª lo haga.
El Congreso deber¨¢ elegir al nuevo secretario general y decidir en qu¨¦ ciudad deber¨¢ residir el nuevo comit¨¦ nacional. La organizaci¨®n de la localidad elegida nombrar¨¢ a los representantes de organizaci¨®n, jur¨ªdica, archivos y Prensa, quienes junto al secretario general y los diez representantes de la ramas integrar¨¢n el nuevo comit¨¦ nacional.
La mayor¨ªa de los asistentes son j¨®venes que oscilan entre los 25 y 35 a?os, aunque es significativa tanto por su prestigio como por su capacidad sindical la presencia de un importante n¨²mero de sindicalistas hist¨®ricos.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.