Ana Torroja
Ana Torroja, de la ¨²ltima movida madrile?a -Mecano-, naci¨® un 28 de diciembre, tiene veintitr¨¦s a?os y es capricornio, lo cual, seg¨²n todos los redactores urgentes de hor¨®scopos eternos para los peri¨®dicos fugaces, supone que es del signo de la cabra, esbelta y distinguida como una cabra de Picasso, comedora de papel de peri¨®dico (se come mi columna de este peri¨®dico, y eso que ahora la dan muy escondida, por lo de Pujol), y es vers¨¢til, vol¨¢til y retr¨¢ctil.Mide un metro sesenta cent¨ªmetros, que es una cosa que est¨¢ muy bien para el machiembrado sentimental, y, dadas sus disposiciones naturales, tiene el amor como hobby y todos sus hobbies conducen al amor. El pelo corto y ef¨¦bico, las orejas desnudas, las cejas fuertes, los ojos definitivos, las u?as y la boca de un rojo deliberado, el su¨¦ter macho y las flores en el escote, con hojas y todo. Lo dec¨ªa Louis Aragon: "Todos los claxons de Par¨ªs, pronunciando El, El..., est¨¢n queriendo decir Elsa" (Triolet). Todas las aes acracia, flor de tapia madrile?a, est¨¢n queriendo decir Ana (Torroja). Veo a Ana en los recitales, veo a Ana entre la basca, como un Byron pueril, con su solapa subida y su corbata ca¨ªda, con su pelo corto, enredado, de un dandismo femenino y andr¨®geno. Las peque?as orejas, la contenida sonrisa, a ver qui¨¦n legisla para ella. Su genealog¨ªa est¨¢ en Los Brincos y Los Bravos, abuelos de los sesenta, cuando Ana saltaba a la comba del sol en las plazuelas madrile?as de sombra. Es la musa del pop dorado y la novia de las superventas, es la chica TOP /5, que hoy no se puede levantar o anda perdida en su habitaci¨®n.
Mecano. Tambi¨¦n han sido TOP ' /3. Ana Torroja va de ¨²nica y se lo hace. Se cuelan en las fiestas y consiguen que Ana venda m¨¢s de 300.000 discos. Entre el maquillaje y la camiseta, busco a esta chica a tope, super/ rat¨®n/ napole¨®n que es la chica / verano de este invierno. Los bajistas y los arreglistas son como ¨¢ngeles m¨²sicos con niky que le ponen un fondo de cielo hortera a la actuaci¨®n de Ana. (Ana) est¨¢ en concierto por las tecas, el furbo, el toro y los palas. Los cien conciertos de Ana / Mecano. Yo no s¨¦ si el grupo es malo o bueno, pero la chica me suena a mercados y barrios bajos. Recitales en toda Espa?a y cuatrocientas mil gentes en Madrid. El rock macho ya tiene una hembra. Y es cuando el auto vuelca, se dan la ostraspedr¨ªn por el alto Arag¨®n, hasta que Ana es otra vez el Brummei femenino y adolescente de las flores de metal en la cintura, la cazadora en pico, la minifarda y las piernas plantadas y las medias os curas. Ana, Acta. "A nivel de tecno son los indiscutibles n¨²meros uno del pa¨ªs", dice la erudici¨®n. Es el pop pegadizo de Madrid. Costa, el sabio de este peri¨®dico, ha dicho que funcionan. Vestidos como sus abuelos de los felices cuarenta, hacen la iron¨ªa involuntaria de la juventud y han entrado en el ropero de la posguerra con la inspiraci¨®n de su miusic. Kenia, Hollywood, Brando y Marillyn est¨¢n en su alma tatuada de geniales nimiedades. Un cubismo /surrealisino de casa de discos, les certifica. April music, eilpril miusic, m¨²sica de abril, los meses y los idiomas en la mirada p¨²ber / imp¨²ber de Ana Torroja. A ver qui¨¦n legisla para esta ni?a. Solana se ha visto con Bu?uel y con Castro, en Am¨¦rica. A ver qui¨¦n se ve con Ana.
Gerardo Iglesias quiere relanzar el eurocomunismo. Fernando Mor¨¢n quiere relanzar el eurosocialismo. Argos / Vergara edita las Cr¨®nicas personales de Mitterrand El euroloquesea hay que estirarlo hasta que en el invento entre Ana Torroja: la juventud, quiero decir, los que van de legales, el futuro, o sea.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.