Llach cumple su compromiso anual con Valencia con un recital de su obra
El cantante Lluis Llach inici¨® el martes un programa de seis recitales en el teatro Principal de Valencia, en el que integra parte de la creaci¨®n recogida por su ¨²ltimo disco de larga duraci¨®n I amb el somriure, la revolta (Y con la sonrisa, la revuelta). El cantante de Verges cumple cada dos a?os su compromiso de comparecer ante sus seguidores valencianos. Esta cita se ha convertido pr¨¢cticamente en liturgia que emerge de los tiempos de la resistencia cultural, en los que cantar en catal¨¢n era ser un int¨¦rprete prohibido. Llach piensa que en la actualidad no puede relajarse en este punto. "Siempre de bemos tener actitud de resistentes los que defendemos culturas minoritarias", afirma.Su trayectoria creativa est¨¢ marcada por la sugerencia de diversos poetas de la cultura catalana. Una cara de su ¨²ltimo disco est¨¢ dedicada por entero a los poemas que componen la primera parte del libro Lambit de tots els ambits, de Miquel Mart¨ª i Pol. "Son una visi¨®n l¨²cida de la situaci¨®n de los ciudadanos desde 1976 hasta hoy", dice, pero no acepta mostra abiertamente su juicio cr¨ªtico sobre la calidad de? poeta Mart¨ª i Po en relaci¨®n a otros poetas que ha musicado. "Decir que ¨¦ste es me jor que aqu¨¦l me parece una pe danter¨ªa. Prefiero quedarme en el plano del gusto personal".
El cantante de Verges, localidad donde naci¨® y que dio t¨ªtulo a su ¨²ltimo disco de 1980 -"Necesito por lo menos un a?o y tres meses para gestar un nuevo disco"-, no cree que su trabajo se realice con mejores condiciones que hace un a?o, ni tampoco conf¨ªa que las cosas vayan a cambiar en el a?o que acaba de estrenarse. "Yo pongo mi trabajo al servicio de la supervivencia de una lengua y una cultura. Desde este punto de vista, no creo que para las nacionalidades las cosas sean m¨¢s f¨¢ciles ahora. Despu¨¦s de las elecciones se vivi¨® una expectativa. La balsa de aceite es simplemente un s¨ªntoma de que se est¨¢n preparando las revanchas".
Para Llach, este para¨ªso de esperanza no afecta a la cultura catalana ni, en general, a las culturas nacionales. "Las culturas minoritarias no se encuentran en una situaci¨®n mejor que antes, aunque se d¨¦ mayor libertad. El mundo no est¨¢ hecho para favorecer las culturas minoritarias. Me parece peligroso que la gente se relaje, porque siempre debemos tener actitud de resistentes. No es verdad que en tiempos de Franco se militara m¨¢s, pero es cierto que la gente manten¨ªa conciencia de resistentes".
En este sentido, "no me parece bien que La Trinca edite un disco en castellano", porque, de afirmar lo contrario, renegar¨ªa de su trayectoria art¨ªstica, iniciada un 22 de marzo de 1967 en Terrassa. No son muchos los que permanecen en el monoling¨¹ismo, desde los primeros albores de la can?¨®, pero incluso son rnenos los que se incorporan. "Aunque pueda parecer lenguaje de colegio de frailes", argumenta Lluis Llach, "es dif¨ªcil animar a la gente joven a que siga con este trabajo y pase unos primeros a?os de penuria econ¨®mica".
M¨¢s adelante manifiesta que no recibe, desde que alcanz¨® en 1970 buenas ventas, coacciones discogr¨¢ficas para crear nuevos discos. Cada dos a?os suele lanzar al mercado un ¨¢lbum por un proceso espont¨¢neo de maduraci¨®n y elecci¨®n de los temas. Pero la gran difusi¨®n que adquieren sus discos contrasta con la ignorancia que Televisi¨®n Espa?ola mantiene sobre su obra musical. Llach no se muestra especialmente atormentado por la marginaci¨®n a que est¨¢ sometido en la peque?a pantalla. La prohibici¨®n tiempos atr¨¢s de un programa especial realizado en los escenarios naturales de sus composiciones no le ha dejado ninguna huella de frustraci¨®n. Su ausencia no le precupa.
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