Previsiones optimistas para una recuperaci¨®n econ¨®mica en Estados Unidos
El presidente norteamericano, Ronald Reagan, se prepara a comenzar su tercer a?o en la Casa Blanca, adonde lleg¨® el 21 de enero de 1981, con un moderado optimismo de recuperaci¨®n econ¨®mica, tema clave para decidir en el futuro una segunda candidatura Reagan para las, elecciones presidenciales norteamericanas de noviembre de 1984.
"Es una buena noticia para la econom¨ªa", dijo Larry Speakes, portavoz de la Casa Blanca, al conocerse el aumento del 3,5% de precios al productor durante 1982, el ¨ªndice m¨¢s bajo registrado en los ¨²ltimos once a?os, y que deber¨ªa traducirse en una moderada tasa de inflaci¨®n (entre el 4,5% y el 5%) cuando el departamento de Trabajo anuncie el pr¨®ximo viernes cu¨¢l fue el aumento de los precios al consumo durante el pasado a?o.Pero esas buenas noticias no logran marginar las serias dudas que pesan sobre la estrategia econ¨®mica del presidente Reagan. El desempleo, contin¨²a siendo el m¨¢s alto de la posguerra, con el 10,8%, que afecta a m¨¢s de doce millones de personas en paro. El d¨¦ficit p¨²blico est¨¢ disparado y Reagan intenta escapar a las impopulares medidas de un aumento de inpuestos para remediar el gasto p¨²blico.
D¨ªa de buena cara
Para el pr¨®ximo viernes, junto con el anuncio positivo de una clara reducci¨®n de la inflaci¨®n, la Casa Blanca deber¨¢ ofrecer buena cara ante el mal tiempo. Ser¨¢ en tal jornada cuando unos quinientos dirigentes de las mayores empresas industriales y financieras de Estados Unidos publicar¨¢n una serie de anuncios en la Prensa proponiendo alternativas al programa de los reaganomics, denominaci¨®n de la teor¨ªa del est¨ªmulo de la oferta", en que se bas¨® Reagan hace dos a?os para sacar a EE UU de la recesi¨®n econ¨®mica.Peter Peterson, que fue secretario de Comercio durante la Administraci¨®n de Richard Nixon, dirige el grupo de empresarios cr¨ªticos a la Administraci¨®n Reagan, particularmente inquietos por el descontrol del d¨¦ficit p¨²blico. En el presupuesto para 1984, que Reagan debe presentar al Congreso antes del 31 de este mes, la oficina del presupuesto de la Casa Blanca prev¨¦ un d¨¦ficit p¨²blico de unos 180.000 millones de d¨®lares. Olvidando, naturalmente, que Reagan hab¨ªa prometido un equilibrio presupuestario para tal ejercicio, cuando en el invierno de 1981 lleg¨® a la presidencia de EE UU.
En sendos anuncios en The New York Times, The Wall Street Journal, The Washington Post y Los Angeles Times, por citar s¨®lo los m¨¢s importantes, los empresarios estadounidenses pedir¨¢n al presidente una pol¨ªtica de austeridad en el gasto p¨²blico, destinada a conseguir que para el presupuesto de 1985 el d¨¦ficit del Estado baje de las previsiones de 250.000 millones de d¨®lares en n¨²meros rojos a s¨®lo 75.000 millones. ?C¨®mo lograrlo? El anuncio pedir¨¢ una reducci¨®n de 25.000 millones de d¨®lares en el gasto militar, otros 60.000 en gasto federal, incluida la Seguridad Social, y el aumento de otros 60.000 millones de d¨®lares en impuestos.
En rueda de Prensa, Reagan rechaz¨® las cr¨ªticas contra su programa econ¨®mico. Sin embargo, confirm¨® que por vez primera desde su gesti¨®n en la Casa Blanca propondr¨¢ una reducci¨®n de 8.000 millones de d¨®lares en el gasto militar (gracias, en parte, a la baja del precio de la gasolina y a la moderada inflaci¨®n norteamericana) y luchar¨¢ para que la comisi¨®n especial encargada de determinar el futuro de la Seguridad Social en EE UU (aplicable s¨®lo a los beneficios del retiro) vea d¨®nde se puede economizar.
En definitiva, 1983 se presenta como un a?o clave para la Administraci¨®n Reagan de cara a la situaci¨®n econ¨®mica. Hay confianza en la reactivaci¨®n, aunque podr¨ªa ser m¨¢s moderada de lo previsto. Destaca como indicador positivo que la producci¨®n industrial en EE UU s¨®lo baj¨® el 0,1% el pasado mes de diciembre, aunque la ca¨ªda fue del 8,2% durante todo el pasado 1982. La moderaci¨®n del cr¨¦dito es otro indicador de esperanza para la salida de la recesi¨®n, como lo confirma el relanzamiento estas ¨²ltimas semanas de las ventas de autom¨®viles y viviendas, verdadero bar¨®metro de la econom¨ªa norteamericana.
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