El escritor Jes¨²s Pardo narra la historia de una fortuna r¨¢pidamente gastada
Anoche fue presentada en Madrid su novela 'Ahora es preciso morir'
Juan Benet, Jaime Gil de Biedma y Chumy Ch¨²mez presentaron anoche en Madrid la novela de Jes¨²s Pardo Ahora es preciso morir, publicada por Seix Barral. La novela, una historia de corte tradicional, cuenta la vida de un Santander que ha desaparecido junto con el clasismo de una sociedad provinciana. "El protagonista de mi libro es el dinero", dice Pardo, que habla de s¨ª como "un escritor hasta ahora frustrado". "Cuento la historia de una fortuna, saneada por el padre, que era un ¨¢guila y pulida en una generaci¨®n".
"Esto de las fortunas desaparecidas en tan breve tiempo es una vieja costumbre que forma parte del folklore santanderino", sigue Jes¨²s Pardo. "En todas las que fueron buenas familias se dio alg¨²n caso. Hubo incluso historias de hombres que consegu¨ªan gastarse dos fortunas...""Yo conozco incluso una familia que exager¨® la cuant¨ªa de su herencia para poder pagar unos derechos reales que deslumbraron a toda la ciudad... Entonces, estas cifras aparec¨ªan en los peri¨®dicos".
Jes¨²s Pardo, que se inicia ahora, pasados los cincuenta a?os, como novelista, es en cambio suficientemente conocido como periodista, aunque su trabajo, salvo la pausa de la creaci¨®n y direcci¨®n de la revista Historia 16, ha estado siempre en diversas corresponsal¨ªas en el extranjero. "Yo me he sentido siempre un escritor fracasado, desde peque?o", dice. "De hecho me dediqu¨¦ al periodismo como la ¨²nica manera de vivir de la pluma. Ahora, con esta novela, estoy empezando a salir de ese complejo". Cree que "periodistas y escritores somos dos razas separadas", y que hacer periodismo cuando ¨¦l llev¨® las corre sponsal¨ªas extranjeras resultaba "muy especial, porque la pol¨ªtica espa?ola era tab¨², y la extranjera hab¨ªa que evitarla para no hacer sospechar que Espa?a pod¨ªa no ser tan respetad¨ªsima en el extranjero. El resultado est¨¢ en que no hab¨ªa que buscar noticias. Yo estuve veinte a?os haciendo humor y ambiente".
Jes¨²s Pardo no naci¨® en Santander, "pero pas¨¦ all¨ª, a vivir con una t¨ªa soltera, a los dos a?os, en el 1919. Igual ocurri¨® con mis dos hermanas siguientes. Los que nacieron despu¨¦s se quedaron en Madrid, separados pqr la guerra". Esta t¨ªa, su t¨ªa Curra, aparece en la novela incluso con su nombre, y es, seg¨²n Pardo, "el ¨²nico personaje retratado del natural". El resto viene "de lo conocido, pero esta es una novela, no unas memorias".
Con esta t¨ªa Curra, dice, "no me qued¨® m¨¢s remedio que contarla como la recuerdo. Por ejemplo, ella muri¨® en una casa con la calefacci¨®n apagada y el tel¨¦fono arrancado, cuando era tan rica en cosas -platas, cuadros, peque?as propiedades- que podr¨ªa haber vivido tranquilamente en un piso moderno y confortable... Pero era la ¨²nica que se tomaba en serio el viejo r¨¦gimen de propiedad casi feudal: se sent¨ªaa como usufructuaria de las cosas , y pensar en vender le parecia inmoral. De hecho, la novela es un homenaje a ella, y la primera idea de escribir ¨¦sto surgi¨® cuando ella muri¨®". "Con ella", dice, "yo he tenido el efecto del pato: todo el mundo sabe que si a un pato reci¨¦n nacido se le pone junto a una farola, no se mover¨¢ de all¨ª porque cree que la farola es su madre. A m¨ª me pas¨® eso con mi t¨ªa Curra. Mi t¨ªa Curra se convirti¨® enseguida en mi madre".
El mundo de Jes¨²s Pardo es, no hace falta decirlo ya, completamente decadente. "Esta novela cuenta la desintegraci¨®n de una familia que parec¨ªa muy firme". Y la desintegraci¨®n, precisamente, por el dinero. El dinero "que es el protagonista verdadero de la historia, lo cual a estas alturas es bastante com¨²n. Yo creo que una de las genialidades de Dante es haber puesto en su infierno un buen n¨²mero de condenados por cuestiones econ¨®micas".
Pero no hay que creer que el tema de la novela de Jes¨²s Pardo es el empobrecimiento puro y simple: es algo m¨¢s, es el mantenimiento de las apariencias hasta el final y es, tambi¨¦n, el cont¨ªnuo recuerdo de unos valores ligados al tiempo en que "la ciudad, Santander, eran las cuarenta familias, y el Sardinero, una ciudad aparte de fr¨ªo, viento y lluvias, cuatro o cinco casas separadas del resto, y rodeadas de casas de gente pobre".
Babelia
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