Craxi se ofrece como alternativa a la Democracia Cristiana y al Partido Comunista Italiano

Toda la atenci¨®n pol¨ªtica de Italia se centra estos d¨ªas en el discurso que, con tonos duros de campa?a electoral, el secretario socialista, Bettino Craxi, pronunci¨® el domingo en la ciudad de Parma. El l¨ªder socialista ha anunciado que recorrer¨¢ el pa¨ªs en una campa?a de clarificaci¨®n pol¨ªtica para pedir que quien ya no desee estar ni con la Democracia Cristiana (DC) ni con el Partido Comunista Italiano (PCI) engrose las filas socialistas.

Craxi no habl¨® expl¨ªcitamente de elecciones, como todos esperaban, ni atac¨® al Gobierno Fanfani, cuyas impopulares medidas de austeridad econ¨®mica ha llegado a defender al negar que el peso de estas decisiones econ¨®micas recaiga fundamentalmente en quienes viven de un sueldo. Pero dispar¨® indirectamente en Parma, ante 6.000 socialistas, contra todo y contra todos, con un discurso que el diario Paese Sera calificaba ayer de "tonos electorales, resentidos, ¨¢speros y agresivos". La verdad es que el l¨ªder socialista, tras anunciar que desde ese momento cog¨ªa "su bast¨®n de peregrino" para explicar a los italianos, a trav¨¦s de todo el pa¨ªs, el cambio que quiere provocar el partido socialista, fue dur¨ªsimo con los secretarios de los dos grandes partidos pol¨ªticos, el democristiano de De Mita y el comunista de Enrico Berlinguer.

Al l¨ªder de la DC le dijo que sus pretensiones de querer colocar la vida pol¨ªtica italiana bajo la influencia exclusiva de las fuerzas cat¨®licas y comunistas, intentando quitar ox¨ªgeno a las fuerzas laico-socialistas, "es lo m¨¢s intolerable que han podido escuchar nuestros o¨ªdos", para advertir solemnemente: "Estamos dispuestos a entrar en conflicto abierto contra esta doctrina".

Con Berlinguer, el l¨ªder socialista no fue menos duro. "Camina hacia adelante", dijo, "con la cabeza vuelta hacia atr¨¢s". Y acus¨® al partido comunista de querer hoy "cabalgar sobre el extremismo sindical como ayer pretendi¨® hacerlo sobre el extremismo juvenil". "La predicaci¨®n del sectarismo y del odio", agreg¨®, "acaban engendrando, antes o despu¨¦s, lo peor". Craxi, con todo su joven equipo, est¨¢ convencido de que en este pa¨ªs ha empezado a sonar tambi¨¦n la hora socialista como una alternativa pol¨ªtica tanto a la Democracia Cristiana como al PCI.