Portugal parece encaminarse hacia elecciones anticipadas
La crisis pol¨ªtica portuguesa se encamina hacia la disoluci¨®n del Parlamento y la convocatoria de elecciones generales anticipadas. Tal es la convicci¨®n generalizada de los medios pol¨ªticos, de la Prensa y de la opini¨®n p¨²blica portuguesa.
A¨²n sin conocerse las conclusiones de la reuni¨®n del Consejo de Estado convocada ayer por el general Eanes, las posibilidades de formaci¨®n de un Gobierno presidido por el socialdem¨®crata Vitor Crespo y apoyado por los partidos de la mayor¨ªa parlamentaria de Alianza Democr¨¢tica aparecen cada vez m¨¢s reducidas.Las jornadas del lunes y del martes han sido particularmente negativas para los defensores de la soluci¨®n Crespo. El lunes, el ministro de Hacienda y los gobernadores del Banco de Portugal, consultados por el jefe del Estado, han contribuido a suavizar las presiones que se ven¨ªan ejerciendo sobre el general Eanes para llevarle a aceptar la formaci¨®n del cuarto Gobierno de Alianza Democr¨¢tica, en nombre de imperativos econ¨®micos y flir¨ªancieros inaplazables.
Los actuales responsables de la gesti¨®n econ¨®mica desmintieron los rumores de quiebra inminente, pero confirmaron las crecientes dificultades cambiarias y, sobre todo, que Portugal necesita de cr¨¦ditos internacionales urgentes para hacer frente a los compromisos de su deuda exterior, compromisos que alcanzar¨¢n en febrero el montante de 2.500 millones de d¨®lares. De ah¨ª la necesidad de una soluci¨®n r¨¢pida para la crisis y de disponer, en las pr¨®ximas semanas, de un equipo capaz de negociar con el exterior y de imponer en el interior las medidas econ¨®micas y financieras urgentes.
Dos interrogantes claves
El problema no ser¨ªa la disoluci¨®n del Parlamento, sino la cuesti¨®n del Gobierno encargado de asegurar la gesti¨®n de los asuntos p¨²blicos hasta la realizaci¨®n de nuevas elecciones. La Constituci¨®n portuguesa prev¨¦ unos plazos de sesenta d¨ªas como m¨ªnimo y noventa como m¨¢ximo entre la disoluci¨®n del Parlamento y la realizaci¨®n de nuevas elecciones, y la disoluci¨®n inmediata imposibilitar¨ªa la aprobaci¨®n de los presupuestos para 1983, ya atrasada cerca de tres meses y que todo el mundo considera inaplazable.?Ser¨¢ todav¨ªa posible, como parece desearlo el general Eanes, llegar a un acuerdo negociado con la actual mayor¨ªa. parlamentaria para una soluci¨®n transitoria? ?Estar¨¢n los partidos de Alianza Democr¨¢tica dispuestos a apoyar en el Parlamento un Gabinete formado en base al Gobierno dimisionario, remodelado para que subsistan los ministros dimisionarios, y en particular el viceprimer ministro?
Los barones del Partido Social Dem¨®crata y del Centro Democr¨¢tico Social parecen dispuestos a impedir esta soluci¨®n de compromiso, y ayer, la llamada mayor¨ªa parlamentaria dio otra vez el espect¨¢culo p¨²blico de su divisi¨®n a prop¨®sito de una tensa discusi¨®n parlamentaria sobre el estatuto administrativo de la localidad de Vizela, cuyos vecinos, que sitiaron el palacio de San Benito, exigen su independencia del distrito de Guimar?es, en el Norte.
La oposici¨®n socialista y comunista, que afirma. que "Alianza Democr¨¢tica ya no existe" y que la existencia de una mayor¨ªa en el Parlamento de Lisboa es una pura ficci¨®n, no pod¨ªa esperar m¨¢s espectacular confirmaci¨®n de sus tesis.
Anoche, en el palacio de Bel¨¦n, los miembros del Consejo de Estado afrontaban la dificil. misi¨®n de aconsejar al jefe del Estado acerca de la aceptaci¨®n o no de Vitor Crespo como futuro primer ministro.
La respuesta de los cinco consejeros presidenciales, de Mario Soares y de Alvaro Curihal. ser¨¢ seguramente no. Con Balsern¨¢ci votar¨¢n los dos representantes del PSD y el presidente, tambi¨¦n socialdem¨®crata, del Parlamento. Se considera como probable la abstenci¨®n del defensor del pueblo.
La decisi¨®n quedar¨ªa, as¨ª, en manos de los presidentes -socialdem¨®cratas- de los Gobiernos auton¨®micos de Madera y Azores. El no del primero al Gobierno Crespo no deja lugar a dudas. Motivos de inter¨¦s local pueden influenciar el voto de Mota Amaral, pero lo m¨¢s probable es que el Consejo de Estado d¨¦ ya luz verde a la disoluci¨®n del Parlamento.
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