Los italianos expresaron masivamente su apoyo a la unidad sindical
La huelga general del sector industrial organizada por los sindicatos en toda Italia el martes pasado ha tenido una profunda repercusi¨®n; sobre todo, porque se ha revelado mayor a¨²n de lo que se pens¨® en un primer momento. En Mil¨¢n por ejemplo, la cifra oficial de los participantes ha sido de 200.000, con una procesi¨®n por las calles de la capital del norte italiano que ocupaba m¨¢s de seis kil¨®metros.Lo m¨¢s destacable, junto a la seriedad en que se llev¨® a cabo esta huelga, considerada como una de las m¨¢s importantes de los ¨²ltimos a?os, ha sido la voluntad expresada masivamente de querer, a pesar de todas las pol¨¦micas, mantener la "unidad sindical". Y de ello se han felicitado los tres secretarios generales de CGIL, CISL y UIL, Lama, Carniti y Benvenmuto, quienes llegaron a brindar juntos aquella noche, despu¨¦s del p¨¢nico de los d¨ªas pasados por la posibilidad de que la huelga pudiera haber se?alado el d¨ªa negro de la ruptura sindical.
En muchas ciudades, a los trabajadores de la. industria se unieron espont¨¢neamente los de otros sectores que no hab¨ªan sido convocados oficialmente a la huelga. Y hasta simples ciudadanos y familias enteras con ni?os y todo se agregaron a las manifestaciones.
Como ¨²nica nota discordante, duramente condenada por todos, pero especialmente por el diario L'Avanti, ¨®rgano oficial del Partido Socialista, fueron algunas intemperancias contra los l¨ªderes sindicales socialistas como por ejemplo en Padua, donde Rocco Campa fue pisoteado y tuvo que ser trasladado al hospital.
El ¨®rgano socialista escribi¨® ayer que "durante a?os, gran parte de la izquierda italiana cabalg¨® el tigre del extremismo infantil. Hubiera sido necesario cortarle las u?as y sin embargo se prefiri¨® acariciarle el pelo", y a?ade: "hoy hay quien quiere volver a la guerrilla ciudadana; que por lo menos los aut¨¦nticos dem¨®cratas aprendan la lecci¨®n del pasado".
Contestaci¨®n a la crisis
El debate pol¨ªtico ha empezado a manifestarse sobre el verdadero significado de este volcarse de la clase traba adora a la calle para defender algunos de sus derechos amenazados por la dura crisis econ¨®mica.Si algunos, sobre todo en el campo comunista, han preferido ver en este gesto de protesta una vuelta a los a?os cincuenta, otros observadores, como el experto en pol¨ªtica y famoso te¨®logo Gianni Bagget-Bozzo, han puesto en guardia sobre esta interpretaci¨®n afirmando que hoy "existe una angustia diversa en el coraz¨®n del mundo del trabajo" y que las huelgas no son ya una nostalgia del "socialismo real". Afirma tambi¨¦n que hoy la llamada "clase obrera" siente dentro que est¨¢ dando "la ¨²ltima batalla de una historia colectiva". Se trata m¨¢s bien, dijo el te¨®logo socialista, de una clase trabajadora integrada por un conjunto de sectores diversos como los sin trabajo, los del doble trabajo, los sin esperanza para sus hijos, los sin casa o los que tiemblan ante el peligro de poder perder el puesto de trabajo.
Seg¨²n los observadores, la gente se sum¨® espont¨¢nemente a las manifestaciones, como en un deseo de "aferrarse a lo que tiene", sabiendo que se va irremediablemente "cuesta abajo".
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