T¨ªmida y ambigua

La ley de Incompatibilidades parte del principio de que "no se podr¨¢ percibir m¨¢s de un sueldo con cargo a los presupuestos de las administraciones p¨²blicas y de los organismos y empresas de ellos dependientes, salvo autorizaci¨®n expresa por ley o que los servicios se presten en r¨¦gimen de jornada reducida". Los funcionarios que tengan dos empleos compatibles, uno de ellos necesariamente de jornada reducida, no podr¨¢n cobrar en el principal complementos por dedicaci¨®n especial, plena o exclusiva y en el secundario s¨®lo podr¨¢n percibir las retribuciones b¨¢sicas.La ley afecta a todo el personal empleado en las administraciones p¨²blicas, sean estatales, auton¨®micas o locales, a los organismos de ellas dependientes y los de empresas con participaci¨®n, al menos mayoritaria, de capital p¨²blico. Unicamente quedan excluidos los m¨¦dicos. Estos se rigen una disposici¨®n adicional que les permiten mantener todos los empleos que tengan, siempre que no haya interferencias horarias, por un espacio de tres a?os.

El ejercicio de la funci¨®n p¨²blica ser¨¢ absolutamente incompatible con la titularidad o participaci¨®n accionarial en empresas privadas de la misma actividad que el funcionario ejerce en la Administraci¨®n o que presten servicios a entes p¨²blicos.

La ley deja muchos cabos sueltos y permite que los distintos organismos que la tienen que aplicar puedan hacer interpretaciones m¨¢s o menos restrictivas sobre su alcance, de ah¨ª la confusi¨®n reinante y la disparidad de lecturas que efect¨²an los responsables de aplicarla.