EE UU quiere convertir a Marruecos en su principal aliado ¨¢rabe

El Gobierno norteamericano est¨¢ intensificando sus esfuerzos para convertir al reino de Marruecos en el m¨¢s firme de sus aliados en el mundo ¨¢rabe. La cooperaci¨®n entre Marruecos y Estados Unidos es resultado de una calculada decisi¨®n de la Administraci¨®n Reagan para reavivar las relaciones, enfriadas con la gesti¨®n de James Carter. La nueva relaci¨®n entre los dos pa¨ªses, seg¨²n fuentes marroqu¨ªes y norteamericanas, est¨¢ basada en intereses mutuos.

El embajador norteamericano en Rabat, Joseph Verner, coment¨® en una reciente entrevista que "Marruecos est¨¢ situado en el estrat¨¦gico estrecho del Mediterr¨¢neo", por lo que "est¨¢ clara la importancia de este pa¨ªs para la vigilancia de Europa". "Mi mandato est¨¢ destinado", afirm¨® el embajador, "a demostrar a todos nuestros amigos del mundo que la Administraci¨®n Reagan quiere singularizar a Marruecos como el primer ejemplo de c¨®mo Estados Unidos apoya a un amigo y aliado probado".

Un portavoz marroqu¨ª afirm¨®, por su parte, que "Marruecos no hace esto s¨®lo por Estados Unidos, sino porque la cooperaci¨®n coincide con los intereses de la pol¨ªtica exterior de Rabat".

El jefe de la secci¨®n norteamericana del Ministerio de Asuntos Exteriores marroqu¨ª, Taieb Bouazza, explic¨® que no le preocupa la reacci¨®n que la cooperaci¨®n de su pa¨ªs con Estados Unidos pueda provocar en los dem¨¢s pa¨ªses ¨¢rabes. "La mayor¨ªa de los pa¨ªses ¨¢rabes comprenden", dijo, "que si hay una mejora en Oriente Pr¨®ximo ser¨¢ a trav¨¦s de la ayuda de Estados Unidos. No tenemos miedo. Los que est¨¢n contra nosotros, Libia, Argelia, lo estar¨¢n en cualquier caso".

Un sustituto de Egipto

La Administraci¨®n norteamericana ha decidido, seg¨²n portavoces oficiales de Estados Unidos, que, ante el conflicto de L¨ªbano y la guerra Ir¨¢n-Irak, era necesario un aliado ¨¢rabe capaz, fundamentalmente para reemplazar a Egipto, que se encuentra bajo la presi¨®n del mundo ¨¢rabe para que se aleje de la diplomacia norteamericana.Por su parte, Marruecos necesita un apoyo superpoderoso en sus esfuerzos por alcanzar el reconocimiento internacional de su anexi¨®n del Sahara occidental. Necesita tambi¨¦n ayuda para su d¨¦bil econom¨ªa, afectada por la ca¨ªda del precio de su principal producto para la exportaci¨®n, los fosfatos, y por ocho a?os de guerra en el desierto contra el Frente Polisario. Como resultado de los dos encuentros en Washington entre el rey Hassan II y el presidente Reagan, ha surgido una nueva alianza entre Marruecos y Estados Unidos.

Para Estados Unidos, la alianza incluye la disponibilidad de los puertos y aeropuertos de Marruecos por parte de la Fuerza de Despliegue R¨¢pido del Ej¨¦rcito norteamericano. Fuerzas de la Marina de Estados Unidos han participado en maniobras junto a tropas marroqu¨ªes, y un equipo especial del Ej¨¦rcito norteamericano entrena a fuerzas de ¨¦lite de Marruecos que combaten en el Sahara, aunque oficiales norteamericanos aseguran que ning¨²n militar de Estados Unidos ha puesto sus pies en territorio sahariano.

Estados Unidos ha reparado m¨¢s de cien carros de combate M-48 del Ej¨¦rcito marroqu¨ª, al que ha vendido tambi¨¦n gran cantidad de bombas de fragmentaci¨®n. La tecnolog¨ªa norteamericana ha sido puesta en pr¨¢ctica tambi¨¦n en las arenas del Sahara, donde, entre otras cosas, Estados Unidos ha contribuido a separar el desierto de tal forma que el Frente Polisario controle vastas ¨¢reas de tierra sin poblaci¨®n ni riqueza y Marruecos mantenga el control de las minas de fosfatos. Estados Unidos no ha reconocido todav¨ªa formalmente el Sahara occidental como parte integrante de la soberan¨ªa marroqu¨ª, aunque reconoce la administraci¨®n del pa¨ªs norteafricano sobre ese territorio.

En el aspecto diplom¨¢tico, Washington cuenta con el rey Hassan II como el mejor amigo quiz¨¢ del inundo ¨¢rabe en la b¨²squeda de una soluci¨®n para el problema de los refugiados palestinos. En un reciente encuentro de l¨ªderes ¨¢rabes, Yasir Arafat, el l¨ªder de la Organizaci¨®n para la Liberaci¨®n de Palestina (OLP), lanz¨® uno de sus habituales ataques contra el apoyo norteamericano a Israel. Hassan no contradijo directamente al dirigente palestino, pero posteriormente, en una conversaci¨®n p¨²blica, dijo que Reagan le parec¨ªa un hombre honorable con ideas constructivas sobre Oriente Pr¨®ximo.