Una cierta firmeza en el cierre semanal
Un tanto sorprendente ha resultado la evoluci¨®n de las bolsas espa?olas a lo largo de la pasada semana. Con unos inicios fulgurantes -en los que la demanda se desbocaba, creando situaciones de marcada confusi¨®n que eran aprovechadas por algunos cuidadores despiertos para incorporar a la din¨¢mica alcista valores de segundo orden que en ning¨²n caso hab¨ªan sido objeto de atenci¨®n por parte de los compradores- se pas¨®, en el margen de veinticuatro horas, a la situaci¨®n contraria, con los demandantes en fuga y los vendedores presionando con sus t¨ªtulos la baja de los precios en los corros.El cierre del ciclo result¨® algo m¨¢s optimista, por cuanto la demanda volv¨ªa a resultar superior a la oferta, que se mostraba reservada y en espera de que el menor s¨ªntoma de debilidad representase la se?al de alerta para la desbandada general. Sin embargo, las expectativas generadas en torno a los valores del grupo el¨¦ctrico, donde se da por seguro un contraataque del Santander sobre Viesgo, aunque en esta ocasi¨®n utilizando algunas de las sociedades de su grupo para evitar tener que realizar la nueva OPA por la totalidad de los t¨ªtulos, junto con la m¨¢s que posible reacci¨®n de Iberduero, est¨¢n dotando de unos incentivos a este sector que le dan una cierta resistencia y, sobre todo, una m¨¢s que apreciable capacidad de reacci¨®n, extremo este que hab¨ªa venido resultando casi desconocido en estos valores a lo largo de los ¨²ltimos a?os.
En cuanto al sector bancario, la escasa brillantez de los resultados que han adelantado la mayor parte de estas entidades, junto con los incesantes rumores sobre dificuitades, fusiones y otros eventos de diversa ¨ªndole que hipot¨¦ticamente afectan a estas entidades, contribuyen a crear un clima de profunda desconfianza entre los inversores, que no se deciden a arriesgar sus fondos en unos act¨ªvos con unos riesgos marginales como los que est¨¢n ofreciendo estas acciones.
Sin embargo, comienza a cundir entre los especialistas la impresi¨®n de que habr¨¢ que seguir con atenci¨®n a estos valores tan pronto como los procesos de concentraci¨®n en el sector, de los que pr¨¢cticamente nadie duda, sean una realidad m¨¢s inmediata. Evidentemente, puede haber dinero a ganar, y de hecho algunos importantes grupos llevan ya varios meses tomando posiciones discretamente en valores de segunda fila del sector, "por lo que pueda pasar."
La rumorolog¨ªa viene resultando pr¨®diga en las ¨²ltimas semanas y amenaza con convertirse en una hidra distorsionante de la realidad. Sin embargo, es cierto que casi todas las expectativas apuntan por que el presente 1983 puede resultar un a?o pr¨®digo en grandes operaciones financieras, posiblemente como no se recuerdan desde la d¨¦cada de los sesenta, y de este incremento en la contrataci¨®n se puede ver beneficiado el mercado de valores.
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