El viaje del vicepresidente Bush a Europa

( ... ) Nosotros, en Europa, y millones, en Estados Unidos, hemos comenzado a experimentar una mortal ansiedad por la carrera de armas nucleares y sobre las tradicionales teor¨ªas de las represalias. Algunas de las causas de esta ansiedad son puramente personales. Ronald Reagan inspira poca confianza. Algunas se basan en diferencias pol¨ªticas entre Washington y Bonn sobre la distensi¨®n, sobre las sanciones contra Mosc¨², sobre la amarga ret¨®rica de la guerra fr¨ªa. (..)Y otras provienen del temor de que el aumento del almacenamiento de armas nucleares en el mundo es suficiente para terminar la vida en la tierra y toda la humanidad. Es lo que llama el arzobispo de Canterbury la amenaza de un desastre universal. ( ... )

Todo esto ha conmocionado a la opin¨®n p¨²blica y ha llevado a un politico, George Bush, a viajar a Europa para aplicar un medicamento calmante. (... )

Bush ha apreciado algo durante su viaje por Europa. No utiliz¨® las palabras opci¨®n cero y cit¨® a su l¨ªder: "No puede haber vencedores en una guerra nuclear, s¨®lo perdedores". (... )

Habl¨® de flexibilidades y de claro apoyo a la pol¨ªtica de la se?ora Thatcher (lo que no significa, necesariamente, la misma cosa). Pero las palabras de pol¨ªticos viajeros no significan nada, cuando los argumentos provienen de un Washington ambiguo y ca¨®tico.

Solamente el resultado de las conversaciones de Ginebra podr¨¢ decidir. ( ... )

10 de febrero