Discrepancias en el Gobierno por la pol¨ªtica de cooperaci¨®n hispano-francesa en Am¨¦rica Latina trazada por Mor¨¢n

El vicepresidente del Gobierno, Alfonso Guerra, no oculta su radical discrepancia con el designio de cooperaci¨®n pol¨ªtica hispano-francesa en Am¨¦rica Latina trazado por el titular de Exteriores, Fernando Mor¨¢n, tras la minicumbre celebrada en las inmediaciones de Par¨ªs el pasado enero, con asistencia de su colega galo, Claude Cheysson. Para el n¨²mero dos de Felipe Gonz¨¢lez, el ingreso de Espa?a en la Comunidad Econ¨®mica Europea y la eliminaci¨®n del santuario vasco situado en territorio franc¨¦s, utilizado por los terroristas de ETA como base para la preparaci¨®n de sus asesinatos y la recaudaci¨®n del importe de sus extorsiones, no puede, ser, bajo ningun concepto, objeto de trueque alguno con Par¨ªs.

En el entorno de Guerra se piensa que Mitterrand debe saldar ambas deudas con Madrid porque as¨ª corresponde seg¨²n el texto literal del tratado de Roma y porque as¨ª lo exige el m¨ªnimo de relaciones aceptables entre vecinos leales. Medios del partido socialista estiman que otra forma de proceder encontrar¨ªa, adem¨¢s, la firme oposici¨®n de una opini¨®n p¨²blica fuertemente establecida al respecto.Las posibilidades de manipulaci¨®n que el ambiente de susceptibilidad hacia Francia ofrece a los norteamericanos, abren un serio interrogante sobre el horizonte de cooperaci¨®n con el vecino del norte. Es un dise?o del titular de Exteriores imaginado como recurso para el logro de un margen de autonom¨ªa en la pol¨ªtica internacional espa?ola, siempre dentro del sistema occidental. Pieza clave de la configuraci¨®n final que adopte el entendimiento hispano-franc¨¦s, el nombramiento de embajador en Par¨ªs sigue pendiente. A los candidatos que circulan como rumor en los medios informativos, duque de Alba incluido, se a?ade ahora con insistencia el de Ra¨²l Morodo, que acaba de ser sustituido en el rectorado de la Universidad Internacional Men¨¦ndez y Pelayo.

Venezuela est¨¢ a la cabeza de los pa¨ªses del continente americano que han hecho llegar su extra?eza ante el anuncio de que Espa?a se propone cruzar esta vez el Atl¨¢ntico de la mano de Francia. Preocupa al Gobierno de Caracas la iniciativa socialista de facilitar una gira europea a Fidel Castro porque a su entender ese viaje transgrede los acuerdos de la isla Contadora, donde Panam¨¢, M¨¦xico, Colombia y Venezuela se esforzaron por dejar los conflictos de Centroam¨¦rica fuera de la confrontaci¨®n Este-Oeste. Para Luis Herrera Campins la visita a Madrid, Par¨ªs y Estocolmo reforzar¨¢ a Castro y beneficiar¨¢ a los movimientos por ¨¦l inspirados.

Se teme de la acci¨®n hispano-francesa que utilice Centroam¨¦rica como mercanc¨ªa y que el coqueteo con Cuba cumpla la funci¨®n de ara?ar a Estados Unidos para obtener contrapartidas en el Magreb, el Mediterr¨¢neo o la CEE. Por el contrario, nada tienen que oponer a la presencia independiente de Espa?a, a quien reconocen todo el derecho y la autoridad moral en el ¨¢mbito de Am¨¦rica Latina. La dificultad, si se opta por un empe?o aislado, reside, seg¨²n c¨ªrculos diplom¨¢ticos de Madrid cercanos al ministro, en llevar a cabo una acci¨®n m¨¢s all¨¢ del terreno puramente simb¨®lico, con un peso real y efectivo, abandonados ¨²nicamente a los propios medios. Otros analistas adivinan bajo los recelos venezolanos el peso de los intereses norteamericanos, los cuales nada han de temer de las limitadas capacidades espa?olas, pero pueden verse erosionados por el efecto multiplicador atribuible a la planeada entente Madrid-Par¨ªs. En la perspectiva de Washington, alg¨²n observador ha querido caricaturizar la situaci¨®n atribuyendo a los espa?oles la condici¨®n de meros int¨¦rpretes o traductores simult¨¢neos al servicio de los buenos negocios que los franceses podr¨ªan emprender en Am¨¦rica Latina.

Personalidades venezolanas han celebrado precisamente la pasada semana un encuentro en Madrid al que se confiere gran inter¨¦s. Se trata de una cena que tuvo lugar en el palacio de la Moncloa.

Planes de comunicaci¨®n y obras p¨²blicas

A la mesa de Felipe Gonz¨¢lez tomaron asiento el ex presidente Carlos Andr¨¦s P¨¦rez, el magnate Gustavo Cisneros -que le acompa?aba procedente de Caracas en un viaje con avi¨®n privado de veintiocho horas de duraci¨®n-, y Ennique Sarasola, un hombre de negocios vasco de larga intimidad con el presidente.El men¨² pol¨ªtico servido tuvo como entrada un an¨¢lisis exaustivo de la coyuntura electoral, que se?ala los comicios municipales para el mayo espa?ol y las presidenciales para el diciembre venezolano. All¨ª toma la salida con los colores de ADECO, integrados en la Internacional Socialista, Jaime Lusinchi.

Se da por descontada la simpat¨ªa de los asistentes a la cena de la Moncloa hacia el posible triunfo de esa opci¨®n.

Algunas colaboraciones econ¨®micas, de las que ya existen precedentes en la pasada campa?a del 28 de octubre, podr¨ªan haberse acordado. Pero el plato fuerte lo constituy¨® el plan de construcci¨®n de presas hidr¨¢ulicas, por un importe de 10.000 millones de bol¨ªvares (unos 300.000 millones de pesetas), que figurar¨¢ en el programa de ADECO. Por si llega el caso, tal vez quedara sobre el mantel la idea de proyectos de participaci¨®n de empresas espa?olas.

La guinda final fueron los medios de comunicaci¨®n. El partido socialista parece resuelto a estudiar la constituci¨®n de una sociedad capaz a la que pudiera adjudic¨¢rsele un canal cuando se resuelva por Ley la atribuci¨®n de las emisoras privadas de televisi¨®n. La experiencia del canal 5 de la televisi¨®n venezolana, propiedad de Gustavo Cisneros, es probable que mereciera en ese contexto una detenida consideraci¨®n.