Par¨ªs ser¨¢ la sede esta primavera de una conferencia de pa¨ªses del Mediterr¨¢neo.
La pr¨®xima conferencia de los pa¨ªses mediterr¨¢neos, de iniciativa francesa, se celebrar¨¢ en Par¨ªs en abril o mayo y no ser¨¢ un obst¨¢culo m¨¢s a la entrada de Espa?a en la Comunidad Econ¨®mica Europea (CEE). As¨ª lo declar¨® ayer el presidente Fran?ois Mitterrand al t¨¦rmino de la cumbre franco-italiana, en la que, con el presidente del Gobierno italiano, Amintore Fanfani, participaron cinco miembros de su Gabinete. Los responsables italianos se manifiestan totalmente de acuerdo con la conferencia mediterr¨¢nea.
"Los espa?oles no deben pensar que se trata de otra condici¨®n m¨¢s para su ingreso., Ya existen bastantes problemas en la negociaci¨®n actual y no hay necesidad de a?adir otros". En estos t¨¦rminos se manifest¨® Mitterrand al concluir las conversaciones franco-italianas que se han desarrollado durante los dos ¨²ltimos d¨ªas en Par¨ªs.La idea de esta conferencia, lanzada por Mitterrand en su reciente viaje oficial a Marruecos, parece que ha avanzado en Par¨ªs. Espa?a, Tunicia, Argel, Marruecos, Francia e Italia participar¨ªan en ella, y s¨®lo falta por fijar la fecha de su celebraci¨®n.
Su objetivo fue explicado ayer por Mitterrand con el asentimiento de sus interlocutores oficiales italianos: estudiar¨¢ las consecuencias de la ampliaci¨®n de la Comunidad respecto a los pa¨ªses terceros que tienen contratos econ¨®micos con la CEE.
El Gobierno franc¨¦s intenta salir al paso de quienes en Espa?a ven la conferencia como un obst¨¢culo m¨¢s a la adhesi¨®n espa?ola. La participaci¨®n de competidores agr¨ªcolas del Magreb en la elaboraci¨®n de las perspectivas del futuro de la CEE as¨ª se lo han dejado sospechar a muchos. Mitterrand asegur¨® ayer que, con esa reuni¨®n, "se trata de allanar dificultades".
Por otra parte, el presidente franc¨¦s fue interrogado sobre una posible segunda intenci¨®n de la conferencia: "?Desea Francia, con el pretexto comunitario-mediterr¨¢neo, sentar en la misma mesa a los dirigentes de Argel y de Rabat?". Mitterrand se neg¨® a responder a esta pregunta.
Las conversaciones entre franceses e italianos han intentado abordar todos los contenciosos bilaterales pendientes (econ¨®micos, industriales y culturales). Francia, como ya lo expuso Mitterrand el a?o pasado en Italia, desea fortalecer el eje Par¨ªs-Roma para compensar, en el marco europeo, los otros dos que tiran hacia el Norte, es decir, los ejes Par¨ªs-Bonn y Par¨ªs-Londres.
Hasta la fecha, esos deseos no han dado los resultados apetecidos por Par¨ªs ni en el plano industrial ni en el cultural, terreno este ¨²ltimo en el que las autoridades francesas hab¨ªan puesto mucho empe?o.
Italia, m¨¢s ligada a Estados Unidos -como lo prueba la compra reciente de treinta aviones Douglas en detrimento del Airbus europeo-, no habla el mismo lenguaje pol¨ªtico que Par¨ªs. Al mismo tiempo, se manifiesta m¨¢s sensible a las perspectivas comunitarias que pudiera ofrecer la futura presidencia de la Rep¨²blica Federal de Alemania en Bruselas, sobre todo si las elecciones legislativas de marzo pr¨®ximo fuesen ganadas por los democristianos del canciller Helmut Khol.
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