Fanfani, en Par¨ªs

Le Monde

( ... ) Hace un a?o, la visita oficial a Italia de Frangois Mitterrand fue celebrada como la aurora de una nueva era en las relaciones francoitalianas. Las conversaciones de trabajo se hab¨ªan desarrollado paralelamente a los encuentros protocolares. Todo se hizo para garantizar a los interlocutores italianos que tendr¨ªan de ahora en adelante en Europa, vista por la Francia socialista, un peso igual al de Alemania Occidental.Los dos precedentes presidentes de la Rep¨²blica hab¨ªan apostado por la aceptaci¨®n entusiasta por Italia de un bilateralismo franco-italiano que compensar¨ªa lo que Roma llamaba el eje Par¨ªs-Bonn. ( ... )

Par¨ªs, seg¨²n todas las apariencias, no hab¨ªa comprendido, una vez m¨¢s, que Roma no vibrar¨ªa con un cara a cara franco-italiano, ni a las seducciones ya gastadas de la latinidad, cuyos ecos, si vienen en Francia de Charles Maurras, recuerdan en Italia los temas de la expansi¨®n fascista en el Mediterr¨¢neo y en Africa. ( ... ) Como Spadolini, Fanfani aprueba los grandes proyectos, como la conferencia de los pa¨ªses del Mediterr¨¢neo occidental, idea lanzada a finales de enero en Marruecos por Mitterrand. Pero la finalidad de esta conferencia es menos interesante para los italianos que la reactivaci¨®n de las instituciones europeas. Roma espera mucho a este respecto de la presidencia alemana de la comunidad. ( ... )

Sin duda, el clima es excelente y las relaciones son muy cordiales. Pero los hechos son menos generadores de euforia (...)

, 15 de febrero