El Madrid gan¨®, en medio del esc¨¢ndalo, al Maccabi
El Real Madrid puso de nuevo a sus aficionados al borde del infarto. Con m¨¢s fortuna de la que se supone consigui¨® desembarazarse del Maccabi y dejar por sentenciada la temporada europea en el Pabell¨®n. S¨®lo resta en Madrid el encuentro frente al Cibona, con todo posiblemente ya solucionado. El Maccabi fue por delante en el marcador mientras sus mejores titulares aguantaron en la cancha sin jugar con la lengua fuera. Los a?os no les perdonaron, pero dieron mayor sensaci¨®n de entidad. El Real Madrid comienza, pues, su trascendental aventura italiana, tras un encuentro que vivi¨® un esc¨¢ndalo ins¨®lito al saltar a las gradas el jugador Williams para agredir al p¨²blico.La primera parte concluy¨® con tres puntos de ventaja a favor de los israel¨ªes, pero fue claro s¨ªntoma de que el Real Madrid s¨®lo lograr¨ªa sacar adelante el partido con mucho esfuerzo y con algo de fortuna, que lleg¨® de la mano de una ayuda arbitral en un momento importante. T¨¢cticamente, el conjunto madridista no pudo con su rival y comenz¨® a perder los papeles cuando se encontraba en mejor situaci¨®n. Porque de los primeros minutos, de gran nerviosismo y continuos fallos por ambas partes, se pas¨® a un ligero despeje local que dej¨® el marcador en un 15-8, m¨¢xima ventaja adquirida por los madridistas a lo largo del encuentro. Todo parec¨ªa quedar encauzado, aunque ya el p¨²blico se percataba de que Romay no se com¨ªa una rosca, por as¨ª decirlo, con Williams, protagonista, por muchos motivos, del encuentro. En los rebotes ganaba el Maccabi estaba claro.
Sin embargo, Aroesti reaccion¨®, recobr¨® el mando, lanz¨® a Berkovitz y el Maccabi cosech¨® nueve tantos seguidos sin que el marcador del Real Madrid funcionase. A partir de entonces, la ventaja fue israel¨ª, hasta ocho puntos de diferencia (21-29), a ocho minutos del descanso. El Madrid no funcionaba en ata que, se empe?aba en jugar con un Fernando Mart¨ªn a quien Williams no dejaba ni moverse, y sin tener que gastar ni una sola personal. Lolo S¨¢inz tom¨®, entonces, la decisi¨®n de sacar a Rull¨¢n, decisi¨®n que le sali¨® redonda. L¨®pez Iturriaga sali¨® por Delibasic y Llorente por Corbal¨¢n Todo dispuesto para sufrir en la segunda parte.
Los siguientes diez minutos tuvieron la misma historia. La defensa israel¨ª funcionaba, Williams era due?o de todos los re botes y el ataque madridista se reduc¨ªa a las acciones individua les de Rull¨¢n y Dalipagic, porque los dem¨¢s no quisieron saber nada con la canasta. El Maccabi dominaba el marcador aunque con escasa diferencia, pero conforme pasaba el tiempo se fue advirtiendo un notorio cansancio en Silver y Perry, que influy¨® en el equipo. Por entonces se mascaba la tragedia, porque Romay, Rull¨¢n, Fernando Mart¨ªn y Llorente ten¨ªan cuatro personales.
Pero todo fue que los israel¨ªes se cansaron y no pudieron mantener el ritmo. El Madrid fue incapaz de escaparse y los espectadores sufrieron lo indecible hasta que, a 2.13 del final, los colegiados ayudaron al conjunto local a asentarse con tres tantos de ventaja en el marcador. Tras el esc¨¢ndalo, Corbal¨¢n colabor¨® en la tranquilizaci¨®n del equipo, se obtuvo un 95-90 a un minuto y se gan¨® el partido, que es lo que se buscaba.
El Real Madrid conserva sus aspiraciones y emprende la semana pr¨®xima su aventura italiana, con encuentros en Cant¨² y Mil¨¢n, en la que est¨¢ obligado a ganar un encuentro. La final de la Copa de Europa, tras los resultados de esta semana (Ford Cant¨², 106; Cibona, 74 y TSSKA, 79, Billy, 78) se decidir¨¢ en Italia.
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