En la RFA peligra el aborto pagado por el seguro
La lucha por la despenalizaci¨®n del aborto en la Rep¨²blica Federal de Alemania, en los a?os setenta, fue el factor aglutinante de un potente movimiento feminista que posiblemente tenga que volver a manifestarse en las calles: si los democristianos (CDU / CSU) obtienen mayor¨ªa absoluta en las elecciones federales, quieren que la Seguridad Social no pague el aborto motivado por el estado de necesidad. Los costos del aborto suponen entre 8.000 y 11.000 millones de pesetas anuales.
La lucha por el aborto libre fue un tema central de la pol¨ªtica en la RFA durante los setenta. Una acci¨®n espectacular de mujeres famosas, entre ellas la fallecida actriz Romy Schneider, que aparecieron en la portada de la revista Stern bajo el t¨ªtulo Yo tambi¨¦n he abortado, desencaden¨® la discusi¨®n sobre la legalizaci¨®n del aborto.En un primer intento, en 1974, la coalici¨®n de Gobierno de socialdem¨®cratas (SPD) y liberales (FDP) aprob¨® el llamado modelo del plazo, que permit¨ªa el aborto libre en los tres primeros meses de embarazo. Los democristianos (CDU / CSU) presentaron querella por anticonstitucionalidad, al considerar que la nueva legislaci¨®n contradec¨ªa el principio constitucional del respeto debido a la vida y la integridad f¨ªsica de la persona. El Tribunal Constitucional rechaz¨® el 25 de febrero de 1975 el modelo de los plazos. El Gobierno elabor¨® una nueva legislaci¨®n, basada en el modelo de las indicaciones, es decir, despenalizaci¨®n del aborto, cuando se dan unas circunstancias determinadas.
La discusi¨®n por aquellas fechas fue muy emocional. En la RFA, por el pasado del pa¨ªs, se sac¨® a relucir la eutanasia practicada por los nazis. Las feministas organizaron acciones espectaculares, como viajes masivos en autob¨²s a Holanda, donde, a s¨®lo unos centenares de kil¨®metros, practicaban el aborto libremente. Para desenmascarar a los legisladores, grupos feministas fletaron autocares que llevaban pancartas con el texto: Vamos a Holanda a abortar. Las publicaciones feministas y algunas revistas de gran tirada publicaban direcciones donde se pod¨ªa abortar, incluso sin estancia hospitalaria, y se lleg¨® a hablar de un turismo del aborto hacia Holanda.
Tras un largo procedimiento legislativo, con intervenci¨®n de la segunda C¨¢mara (Bundesrat), que rechaz¨® la reforma propuesta por el Parlamento Federal (Bundestag), por considerar que la nueva ley no ten¨ªa suficientemente en cuenta el fallo del Tribunal Constitucional, se lleg¨® a la reforma del art¨ªculo 218 del C¨®digo Penal, que entr¨® en vigor el 21 de junio de 1976, dos a?os despu¨¦s de la primera ley despenalizadora.
La 'indicaci¨®n social'
La nueva redacci¨®n del art¨ªculo 218 castiga el aborto con penas de hasta tres a?os de privaci¨®n de libertad o multa, pero lo despenaliza cuando, con consentimiento de la embarazada, se d¨¦ una de las llamadas indicaciones:
1. M¨¦dica: peligro para la vida de la embarazada.
2. Gen¨¦tica: sospecha seria de malformaci¨®n del feto.
3. Etica: embarazo debido a violaci¨®n o abusos deshonestos.
4. Social: el embarazo plantea un estado de necesidad en la madre.
En el caso de peligro para la vida de la madre, el aborto se puede realizar hasta la semana veintid¨®s del embarazo. En los otros casos, s¨®lo en las doce primeras semanas. La introducci¨®n de la indicaci¨®n social supuso pr¨¢cticamente la liberalizaci¨®n del aborto, porque se reconocen como estados de necesidad el de la madre soltera, la estudiante que tendr¨ªa que interrumpir sus estudios, la casada en mala situaci¨®n econ¨®mica y otros muchos casos.
Para la realizaci¨®n de un aborto actualmente en la RFA, la embarazada tiene que buscar un dictamen, de una oficina de asesoramiento o un m¨¦dico, de que existe una de las indicaciones. Tres d¨ªas m¨¢s tarde del dictamen, se puede proceder al aborto, con la condici¨®n de que el m¨¦dico que lo realice no sea el mismo que certific¨® la existencia de una indicaci¨®n. Los gastos del aborto corren a cargo de la Seguridad Social. Ning¨²n m¨¦dico puede ser obligado a realizar un aborto.
La despenalizaci¨®n acab¨® pr¨¢cticamente con el turismo del aborto a Londres o los Pa¨ªses Bajos, pero las feministas denuncian que en determinadas zonas rurales o de mayor¨ªa cat¨®lica, sobre todo del sur de la RFA, resulta dif¨ªcil encontrar un m¨¦dico o un hospital que realicen lo que se llama interrupci¨®n del embarazo.
Los datos sobre la mujer que aborta quedan registrados en las computadoras de la Seguridad Social, y en la RFA existe una hipersensibilidad sobre el mal uso que se puede dar a todo ese material almacenado. Por este motivo, algunas mujeres prefieren todav¨ªa recurrir al anonimato del aborto en el extranjero.
Los ¨²ltimos datos estad¨ªsticos sobre el aborto son de 1981, en el que se realizaron 87.535 interrupciones de embarazo, 167 menos que el a?o anterior. Por cada mil nacidos en la RFA hubo 139,9 abortos. 6,4 de cada mil mujeres entre 15 y 44 a?os realizaron en 1981 un aborto en la RFA.
Casi un 75% de los abortos, 65.466 casos, se realizan en base a la llamada indicaci¨®n social. Por peligro para la salud de la madre hubo 15.382 abortos, un 17,6% del total. Por motivos psiqui¨¢tricos se realizaron 2.524 abortos, un 2,9%. Por peligro de malformaci¨®n gen¨¦tica del feto se hicieron 2.797 abortos, un 3,2%. Solamente hubo 103 abortos, un 0,1%, basados en la indicaci¨®n ¨¦tica o criminol¨®gica, en casos de embarazo provocado por violaci¨®n o abusos deshonestos. M¨¢s de la mitad de los abortos realizados el a?o 1981 en la RFA, un 52,4% en concreto, fueron de mujeres casadas; un 39,8%, solteras; un 5,6%, divorciadas, y un 0,7%, viudas.
Hubo 163 abortos de mujeres entre diez y catorce a?os, y 4.277 entre quince y diecisiete a?os. La mayor¨ªa de los abortos, un 60,1%, se realiz¨® en un hospital, con una media de internamiento de 4,7 d¨ªas. En un 76,9% de casos, el aborto se realiz¨® por medio de la aspiraci¨®n, y en un 18,8% se aplic¨® el raspado vaginal.
La mayor¨ªa de las mujeres que abortan, un 46,1%, no ha tenido hijos anteriormente.
Se reabre la pol¨¦mica
Con ocasi¨®n de la actual campa?a electoral y el cambio de Gobierno en Bonn, se ha abierto de nuevo una pol¨¦mica sobre el aborto en la RFA. Por motivos de ahorro y por ideolog¨ªa, los democristianos (CDU / CSU) han dejado ya entrever que si obtienen la mayor¨ªa absoluta se dar¨ªan algunos recortes en las prestaciones sociales para el aborto.Se calcula que los costos del aborto suponen entre 8.000 y 11.000 millones de pesetas anuales a la Seguridad Social de la RFA. La Democracia Cristiana plantea medidas restrictivas para los abortos por motivos sociales. Se anuncia ya la supresi¨®n de la subvenci¨®n para asistencia sanitaria que perciben para abortos -como cualquier caso de enfermedad- las funcionarias de la Administraci¨®n p¨²blica.
Desde que se aprob¨® la despenalizaci¨®n del aborto, los obispos cat¨®licos introducen en su carta pastoral previa a las elecciones una referencia condenatoria. En las elecciones de 1980, el candidato democristiano, Franz Josef Strauss, dijo que no se modificar¨ªa la legislaci¨®n sobre el aborto, a pesar de las condenas de la Iglesia cat¨®lica. En estas elecciones anticipadas, los democristianos parecen dispuestos a modificar las prestaciones sociales. Desde una perspectiva ideol¨®gica, la Iglesia cat¨®lica lucha contra el aborto y lo compara con los cr¨ªmenes de los nazis.
En una reciente publicaci¨®n del obispado de Munster se argumentaba que todos son culpables del crimen, porque todos contribuyen con sus prestaciones a la Seguridad Social. "Todos son c¨®mplices", asevera la revista.
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