El Papa pasar¨¢ un dia en Nicaragua durante su gira centroamericana

otros seis puntos de su peregrinaci¨®n: Nicaragua, Panam¨¢, El Salvador, Honduras, Belice y Hait¨ª.Regresar¨¢ a Roma el d¨ªa 10 de marzo, a las cuatro de la tarde. S¨®lo en Belice la presencia del Papa estar¨¢ limitada a dos horas y no saldr¨¢ del aeropuerto, donde celebrar¨¢ una misa. Ser¨¢ el ¨²ltimo d¨ªa de su viaje, el 9 de marzo. El resto de aquella jornada la pasar¨¢ en Hait¨ª, donde clausurar¨¢. el congreso eucar¨ªstico y pronunciar¨¢ el discurso considerado m¨¢s ?mportante de los cincuenta previstos, ante la asamblea de la Celam, la conferencia episcopal de Am¨¦rica Latina.

Se espera que el Papa aproveche su encuentro en Costa Rica con los jueces de la Corte Internacional de los Derechos Humanos para poder denunciar en aquella sede, no comprometida pol¨ªticamente, lo que no podr¨ªa hacer en otros de los pa¨ªses que va a visitar, por la delicada situaci¨®n pol¨ªtica en que se encuentran. Basta pensar en El Salvador y Guatemala, donde han acabado asesinados, desaparecidos o expulsados sacerdotes, obispos y seglares comprometidos en la labor pastoral.

Gira por un volc¨¢n en erupci¨®n

En el Vaticano existe la conciencia de que el Papa va a un volc¨¢n, y que tendr¨¢ que enfrentarse con una situaci¨®n no s¨®lo conflictiva, sino tambi¨¦n parad¨®jica y contradictoria. Ser¨¢, se dice, uno de los viajes en que sus discursos podr¨¢n tener una resonancia continental, ya que no podr¨¢ dejar de abordar temas como la violencia, el empe?o de los cristianos en la vida pol¨ªtica, elpisoteo de los derechos humanos, el problema de los indios y, una vez m¨¢s, el de la famosa teolog¨ªa de la liberaci¨®n.Precisamente esta vez el programa oficial del viaje se ha retrasado m¨¢s de lo normal porque hasta el ¨²ltimo momento hubo fricciones internas de la misma Iglesia de Nicaragua y entre ¨¦sta y la Junta sandinista.

Un primer problema era d¨®nde debla encontrarse el Papa con la gran masa de campesinos. Por fin se decidi¨® que en Le¨®n, lugar escogido por la Junta. Otro punto crucial era la inc¨®moda presencia para el Papa de los tres ministros sacerdotes, entre ellos el famoso Ernesto Cardenal, autor de esa teolog¨ªa de la liberaci¨®n que tan poco gusta al papa Wojtyla. El Vaticano hab¨ªa pedido la dimisi¨®n previa como ministros de los tres curas, pero el Gobierno no acept¨®. Se ha llegado al final a un compromiso: los tres ministros estar¨¢n ese d¨ªa ausentes de Nicaragua, en misi¨®n oficial.

Tambi¨¦n se discuti¨® la presencia de las autoridades sandinistas en el acto p¨²blico de la plaza del 19 de Julio, en Managua, donde el Papa celebrar¨¢ la misa. El Vaticano tem¨ªa que la presencia conjunta ,del episcopado y de la Junta pudiera significar un espaldarazo oficial a la revoluci¨®n sandinista.