Las buenas noticias en torno al petr¨®leo
LA DECISI?N del Reino Unido, Noruega y Nigeria de bajar los precios del petr¨®leo y la eventualidad de que otros pa¨ªses les imiten es una magn¨ªfica noticia para los consumidores, pobres y ricos, y, por supuesto, para Espa?a. Por lo pronto, cada d¨®lar de rebaja supone un alivio en nuestra factura exterior de unos 280 millones de d¨®lares (36.000 millones de pesetas). Si el precio del petr¨®leo descendiese hasta los veinticinco d¨®lares barril, que es todav¨ªa un nivel muy remunerador para los productores, el d¨¦ficit por cuenta corriente de nuestra balanza de pagos (saldo anual entre los pagos y cobros por mercanc¨ªas, turismo y recepci¨®n y devengo de intereses) ser¨ªa, muy probablemente, casi nulo en 1983.En 1982 Espa?a ha importado mercanc¨ªas por valor de unos 29.000 millones de d¨®lares. Aproximadamente una tercera parte de esta cantidad, unos 9.300 millones de d¨®lares, correspondieron a la importaci¨®n de 290 millones de barriles anuales de crudos, al precio unitario de 32 d¨®lares barril. En 1982 la cantidad importada de crudos de petr¨®leo ha registrado un descenso importante, del orden del 15%. Las razones se deben a la creciente sustituci¨®n de fuel por carb¨®n en las t¨¦rmicas el¨¦ctricas y tambi¨¦n en las f¨¢bricas de cemento, adem¨¢s de la consiguiente influencia de los altos precios de los derivados del petr¨®leo en la demanda industrial y de los particulares. El proceso de sustituci¨®n de fuel est¨¢ ya muy avanzado, y por ah¨ª no caben nuevas reducciones espectaculares, pero el alza de los precios en pesetas de los combustibles y carburantes supone un desincentivo al consumo, de tal manera que no ser¨ªa ilusorio prever una poque?a ca¨ªda en la importaci¨®n total de crudos en 1983.
El resto de la importaci¨®n energ¨¦tica -carb¨®n, derivados de petr¨®leo, crudos para maquilas, que se reexportan- y el gran componente no energ¨¦tico -unos 18.000 millones de d¨®lares- elevar¨¢n la factura total de la importaci¨®n, en 1982, hasta 29.000 millones de d¨®lares, frente a unos 20.000 millones de exportaciones de mercanc¨ªas. El d¨¦ficit comercial se compensa en parte, gracias al turismo, con un super¨¢vit de los servicios de 3.300 millones y 1.600 millones de d¨®lares de remesas de emigrantes, que, como resultado final, totalizaron un d¨¦ficit anual de unos 4.000 millones de d¨®lares.
Si en 1983 la importaci¨®n anual de crudos se limita a 278.000 barriles -que es la estimaci¨®n del Banco de Espa?a-, su valor de adquisici¨®n, al precio medio unitario de veintiocho d¨®lares barril, supone un descenso del 40% del d¨¦ficit por cuenta corriente. Como, adem¨¢s, la depreciaci¨®n de la peseta debe, en parte, contribuir a desanimar las importaciones y, al mismo tiempo, a estimular las exportaciones, tambi¨¦n por ah¨ª hab¨ªa una mejora en las cuentas con el exterior.
Los efectos favorables de la reducci¨®n del d¨¦ficit har¨¢n menos apremiante la salida a los mercados exteriores en busca de financiaci¨®n. Desaparecer¨¢ as¨ª un elemento de presi¨®n sobre la pol¨ªtica monetaria, creando condiciones menos exigentes a la hora de propiciar un descenso en el precio interno del dinero. Adem¨¢s, una ca¨ªda generalizada de los precios del petr¨®leo facilita el descenso de la inflaci¨®n, no s¨®lo aqu¨ª, sino tambi¨¦n en el resto de los pa¨ªses, que es uno de los requisitos previos a la adopci¨®n de pol¨ªticas econ¨®micas m¨¢s expansivas.
Todos estos elementos positivos deben ser cuidadosamente dispuestos para tratar de sacar a nuestra maltrecha econom¨ªa de la grave recesi¨®n en que se encuentra. Pero hoy es verdad que la esperanza de un ma?ana econ¨®mico mejor empieza a ser posible.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.