Alfred Schmidt: "El fin del marxismo es establecer el reino de la libertad"
Declaraciones del fil¨®sofo alem¨¢n
El fil¨®sofo alem¨¢n Alfted Schmidt se encuentra en Espa?a invitado por la Universidad Complutense y el Instituto Alem¨¢n, para dar una serie de conferencias sobre Marx en Madrid y Barcelona. Schmidt, profesor de la Universidad de Francfort, se considera como una de las figuras m¨¢s importantes de la Escuela de Francfort. Entre otras obras, es autor de Feuerback o la sensualidad emancipada, Materialismo antropol¨®gico, Historia y estructura, Tres estudios sobre materialismo e Historia del materialismo. Seg¨²n ¨¦l, el fin del marxismo es establecer el reino de la libertad.
Pregunta. ?Por qu¨¦ ha desaparecido la Escuela de Francfort?Respuesta. No ha desaparecido, aunque, sin duda, no tiene la misma actualidad hist¨®rica, sobre todo en conexi¨®n con la revuelta estudiantil, de aquellos a?os. Pero el nexo universitario era menos interesante que los fines y prop¨®sitos de la Escuela de Francfort. Un grupo de emigrantes pol¨ªticos que volv¨ªa de Estados Unidos comenz¨® a aplicar las conclusiones te¨®ricas del marxismo a determinadas disciplinas cient¨ªficas, desde la econom¨ªa nacional hasta la historia del arte. No hac¨ªan una exposici¨®n sistem¨¢tica de la doctrina marxista; era tan s¨®lo una aplicaci¨®n a contenidos concretos y muy actuales. Se ha interpretado que dicha escuela, como operaba en el Instituto de Investigaciones Sociales, ten¨ªa una tendencia sociol¨®gica, lo que no era exacto. Los fundadores de la Escuela de Francfort enfocaban la historia de la sociedad en su conjunto, lo que implica el descubrimiento de las relaciones interdisciplinarias de las distintas ciencias, para llegar a una comprensi¨®n de todos los fen¨®menos que se originan en la esfera de la actividad humana y social.
P. Usted ha declarado en Le Monde que Max Horkheimer estaba m¨¢s pr¨®ximo a Marx que Teodor Adorno y otros fundadores de la Escuela de Francfort. ?Quiere aclararnos esta opini¨®n suya?
R. Horkheimer fue el sucesor de Karl Grunberg como director del Instituto de Investigaciones Sociales de Francfort. Grunberg se interes¨® fundamentalmente por la econom¨ªa y la historia social, y consideraba al marxismo como un nexo sint¨¦tico entre las diferentes ramas de las ciencias humanas. Las tesis de Horkheimer se apoyaban, en cierto modo, en esta concepci¨®n de Grunberg, pero lo que le separaba de ¨¦l era que asum¨ªa por completo la dial¨¦ctica hegeliana. En consecuencia, los posteriores colaboradores del Instituto de Investigaciones Sociales se encontraron con un marco preestablecido, dentro del cual tuvieron que comenzar a trabajar te¨®ricamente. Sin embargo, influido por el genial Georg Lukacs y su Historia y conciencia de clase, obra b¨¢sica de la literatura filos¨®fica marxista, Teodor Adorno extendi¨® las categor¨ªas econ¨®micas de El Capital, as¨ª como la teor¨ªa del fetichismo de la mercanc¨ªa, a todos los fen¨®menos de la cultura del capitalismo tard¨ªo. A este respecto, conviene se?alar que tambi¨¦n Walter Benjam¨ªn se sirvi¨® de esas mismas categor¨ªas econ¨®micas marxistas en su famosa obra Pasaggen Werk. Tambi¨¦n un art¨ªculo del mismo Benjamin, La obra de arte en la ¨¦poca de su reproductividad mec¨¢nica, as¨ª como su estudio sobre Baudelaire, fueron publicados en la revista de investigaciones sociales de dicha escuela:
P. ?Qu¨¦ piensa de la oposici¨®n entre materialismo e idealismo en la filosof¨ªa? ?Cree usted que sigue siendo un tema importante o que actualmente est¨¢ ya superado?
R. Marx no ha planteado esta pregunta de forma acad¨¦mica o abstracta, sino sobre el suelo de la praxis hist¨®rica. En Marx no se trataba del concepto metaf¨ªsico de la Materia, ni de sustituirlo por el concepto, tambi¨¦n metaf¨ªsico, del Esp¨ªritu. La materialidad a que ¨¦l se refer¨ªa es el proceso hist¨®rico vital de los hombres. En la pol¨¦mica contra Hegel afirmaba que las situaciones de hecho, esenciales de la realidad, no eran tratadas en absoluto, o s¨®lo se ocupaba de ellas en forma especulativa. La cr¨ªtica que hace Marx a Hegel es existencial. La antinomia entre materialismo e idealismo es acad¨¦mica y ha perdido mucho de su importancia.
P. ?Qu¨¦ puede decirnos de su nuevo libro Historia del materialismo?
R. Es una recopilaci¨®n de sus clases universitarias desde 1972 hasta 1982. Comienza con Tales de Mileto hasta Nietzsche. Su finalidad consisti¨® en reescribir la obra de Federico Alberto Lange sobre el mismo tema, pero desde la atalaya de la actualidad. La obra de Lange tiene un contenido hist¨®rico-cultural y situaba las tesis materialistas en sus respectivos contextos hist¨®ricos. Lange part¨ªa del axioma de que solamente la materia y el movimiento adquieren un significado completamente distinto en cada ¨¦poca. Esta visi¨®n suya me ha impresionado mucho, al igual que sus objeciones epistemol¨®gicas contra el materialismo, al que consideraba como una metaf¨ªsica cerrada y definitiva. Pienso que el aspecto detectivesco, policiaco y anal¨ªtico es una de las facetas m¨¢s interesantes de esta obra de Federico Alberto Lange sobre el materialismo.
P. Fil¨®sofos como Geymonat, en su obra Historia del pensamiento filos¨®fico y cientifico, y Althusser, en su Lenin, sostienen que la tarea futura del marxismo consiste solamente en la construcci¨®n filos¨®fica de las ciencias particulares. ?Cu¨¢l es su opini¨®n?
R. Esos autores, que conozco bien, son muy propensos a un cientifismo unilateral. No creo que la idea del "reino de la libertad", tal como la concibi¨® Marx, sea un asunto ¨²nicamente cient¨ªfico ni de s¨ªntesis unificativa de las investigaciones de la ciencia. El "reino de la libertad" plantea problemas que han sido tratados, en el transcurso de la histor¨ªa de la filosof¨ªa, por la metaf¨ªsica, y tambi¨¦n, me atrever¨ªa a decirlo, hasta por la teolog¨ªa.
P. Usted ha manifestado que el esp¨ªritu de Francfort radica en un ensayo de entender el mundo en su totalidad.
R. Con esto quise decir lo que Schopenhauer denominaba "la necesidad metaf¨ªsica del hombre", pues ¨¦ste se arriesga siempre a ensayar un proyecto global del mundo, pero debe ser consciente de que tales proyectos son siempre provisionales, fr¨¢giles y ef¨ªmeros.
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