Un joven, herido de bala por un polic¨ªa nacional que jugaba con su arma entre unos muchachos

Alberto Sierra, de diecis¨¦is a?os de edad, estudiante de idiomas y practicante de karate, result¨® herido de bala en Legan¨¦s, el pasado d¨ªa 16 de enero, por un disparo del polic¨ªa nacional Manuel Fern¨¢ndez R¨ªos, quien, fuera de servicio y vestido de paisano, estaba jugando con su pistola reglamentaria entre un grupo de j¨®venes de esa localidad. La familia de Alberto Sierra denunci¨® el hecho en la comisar¨ªa de Legan¨¦s, haciendo hincapi¨¦ en que "son muy conocidos en el barrio sus `juegos' con la pistola, y d¨ªas antes del accidente hab¨ªa amenazado al muchacho".

Las diligencias del caso fueron enviadas al juez de Guardia y la Inspecci¨®n General de la Polic¨ªa Nacional desestim¨® abrirle un expediente ya que, seg¨²n su informe, se comprob¨® que "no exist¨ªa imprudencia del funcionario". Manuel" Fern¨¢ndez contin¨²a de servicio en la comisar¨ªa de Usera.La madre de Alberto, Mercedes Cantero, auxiliar de maestra en el colegio Bemposta de Legan¨¦s, est¨¢ indignada. "Hace dos a?os", dice, "este polic¨ªa nacional se dedic¨®, durante la inauguraci¨®n de la segunda fase del colegio, a emborracharse y disparar contra las bombillas del centro. Esta es una peque?a muestra de su conducta porque, de vez en cuando, se dedica, entre sus graciosas bromas, a colocar su pistola en la sien de algunos muchachos, a meter en el arma balas de fogueo y dej¨¢rsela a los chavales para que jueguen, etc¨¦tera".

La pasada Nochevieja, Alberto Sierra compr¨® una entrada para la 'discoteca de su barrio, donde, seg¨²n la versi¨®n de su familia, este polic¨ªa nacional debe de trabajar como jefe de seguridad. "All¨ª estaba" dice su madre, "bebiendo desmesuradamente, porque ten¨ªa barra libre, y no quer¨ªa dejar entrar a mi hijo en el establecimiento, sin motivo alguno". Hizo falta calmarle para que permitiera la entrada de Alberto, aunque no dud¨® en decirle que lo iba a lamentar.

El pasado d¨ªa 16 de enero, Manuel Fern¨¢ndez R¨ªos se encontraba entre un grupo de muchachos comparando su pistola con otras de una revista. El polic¨ªa les mostr¨® c¨®mo funcionaba. Alberto Sierra se asust¨® y cuando iba a salirse del corrillo recibi¨® el disparo. La bala le entr¨® por el muslo izquierdo y le sali¨® entre dos v¨¦rtebras de la espina dorsal. Fue trasladado inmediatamente al hospital Primero de Octubre, donde ingres¨® con v¨®mitos y taquicardia. Por suerte, no qued¨® paral¨ªtico aunque todav¨ªa tiene insensible el muslo izquierdo.

Alberto recuerda que el polic¨ªa nacional intent¨® persuadir a, los presentes para que declararan que el arma se le hab¨ªa ca¨ªdo al suelo.

Versi¨®n policial

La versi¨®n de la Polic¨ªa Nacional difiere completamente de expresada por la familia del herido. Seg¨²n la Inspecci¨®n General de la Polic¨ªa Nacional, el funcionario "se encontraba conversando con un grupo de j¨®venes en el instituto Benposta de Legan¨¦s. Al ir a tomar asiento en un banco, su arma reglamentaria que llevaba en el cintur¨®n se le sali¨® del mismo, cay¨® encima de una mesa y se dispar¨® accidentalmente hiriendo al joven". El capit¨¢n de la comisar¨ªa envi¨® este informe a sus superiores y se remiti¨® a la auditor¨ªa de la Polic¨ªa Nacional, donde se desestim¨® la apertura de un expediente al funcionario "al comprobarse que no exist¨ªa imprudencia en su conducta". Esta versi¨®n es falsa, en opini¨®n de la familia de Alberto, y, m¨¢s a¨²n, si se estudia el recorrido de la bala. No parece muy posible que si el arma se dispar¨® desde una mesa, el proyectil le entrar¨¢ al joven por el muslo izquierdo y le saliera por la espalda, en sentido oblicuo ascendente.Alberto, que se estaba entrenando para presentarse a los campeonatos de Castilla de karate, tiene, adem¨¢s del muslo izquierdo insensible, fuertes dolores de est¨®mago. Su m¨¦dico le ha dicho que si en un mes no ha recuperado la sensibilidad tendr¨¢ que volver al especialista de neurolog¨ªa para que le explore.

Querella criminal

El padre de Alberto, vigilante jurado, intent¨® presentar una querella criminal contra el polic¨ªa, pero el en aquellos d¨ªas comisario de Legan¨¦s, apellidado Blanco, le dijo que hab¨ªa enviado las diligencias al juez de guardia y que ya era imposible presentar tal querella. El actual comisario de Legan¨¦s, Mois¨¦s Hern¨¢ndez, manifest¨® que, seg¨²n el informe de esa dependencia policial, "el caso parece que fue un accidente, el arma se le cay¨® al suelo y se disparo. Esta versi¨®n tambi¨¦n contradice la expresada por la Inspecci¨®n General de la Polic¨ªa Nacional.La familia de Alberto est¨¢ desesperada porque contin¨²an viendo al polic¨ªa nacional jugando con su pistola normalmente. Mercedes Cantero, que empezaba a sentirse impotente ante este suceso, decidi¨® recientemente enviar sendas cartas al ministro del Interior, Jos¨¦ Barrionuevo, y al director de la Seguridad del Estado, Rafael Vera, donde les explica lo ocurrido. El secretario particular del ministro la llam¨® hace unos d¨ªas interes¨¢ndose por el asunto.

Otro herido por disparo de un polic¨ªa nacional

Domingo Garc¨ªa Garc¨ªa, de veintid¨®s a?os, result¨® herido de bala en el brazo izquierdo por un disparo de un polic¨ªa nacional cuando ¨¦ste ¨²ltimo penetr¨® en el interior de una tienda de ropa vaquera, situada en la calle Melchor Fern¨¢ndez Almagro, n¨²mero 50, donde se hab¨ªa comunicado al 091 que se estaba cometiendo un robo.Seg¨²n la informaci¨®n policial, el presunto ladr¨®n, que se encontraba acompa?ado de otra persona, se abalanz¨® contra el funcionario con un destornillador en la mano, "por lo que ¨¦ste dispar¨® contra ¨¦l". El suceso ocurri¨® a las 8.20 horas del domingo. Al llegar la dotaci¨®n de un zeta de la Polic¨ªa Nacional a la tienda, los funcionarios observaron, desde el exterior, que sobre la marquesina del establecimiento hab¨ªa un elevador de coche con el que hab¨ªan forzado la reja protectora.

Los polic¨ªas gritaron desde el exterior a los posibles ladrones para que abandonaran el local. Al no obtener respuesta, uno de los funcionarios entr¨® en la tienda y en ese momento, siempre seg¨²n Ja versi¨®n policial, el funcionario "se vio sorprendido por dos individuos que surgieron detr¨¢s de una cortina" y dispar¨® su arma. El herido fue atendido en la residencia La Paz. Tiene antecedentes por delitos contra la propiedad.