Cl¨¢sico imprescindible

Es ¨¦sta una excelente oportunidad para conocer o revisar una de las obras cumbre del cineasta F. W. Murnau, primera de las que realiz¨® en Estados Unidos tras su fruct¨ªfero paso por las corrientes del expresionismo alem¨¢n (Nosferatu, El ¨²ltimo, Tartufo, Fausto ... ).En Amanecer (1927) permanecen algunas claves est¨¦ticas de aquel movimiento, aunque adaptadas a una narrativa m¨¢s lineal, que Murnau trat¨® con una impronta no frecuente en la cinematogr¨¢fica norteamericana de entonces. Su talento para combinar la inspiraci¨®n expresionista con el m¨¢s depurado realismo convirti¨® Amanecer en una sorpresa hist¨®rica. Dividi¨® su pel¨ªcula en tres partes: el drama de celos y el intento de asesinato, la fascinaci¨®n por la gran ciudad y la reconciliaci¨®n tras la tragedia. En ¨²ltima instancia, la pel¨ªcula propon¨ªa una elemental defensa del amor conyugal e incluso una arrebatada propuesta de que la fidelidad es el germen del placer. Pero para llegar a esa conclusi¨®n, inevitable en el ¨²ltimo minuto, Murnau matiz¨® de tal forma las caracter¨ªsticas de sus personajes, enriqueci¨® con tal genio las situaciones que ¨¦stos viven que Amanecer, mucho antes que un panfleto moralista, sigue siendo un acertado an¨¢lisis de la vida de unos hombres que, recluidos en un ambiente rural, sue?an con que la felicidad s¨®lo es posible en la gran ciudad.

Su imaginativa visi¨®n del enloquecido mundo de la capital, con las sugerentes propuestas de la vampiresa seduciendo al honrado campesino o la descripci¨®n del bullicioso mundo nocturno donde el matrimonio redescubre el amor que les une, se traduce en im¨¢genes vivas, muchas veces ins¨®litas, plagadas de humor y de cierta crueldad. Sin embargo, quiz¨¢ nada sea comparable en Amanecer a la secuencia maestra en la que el marido, tentado por la posibilidad del adulterio intenta asesinar a la esposa. Cada plano recrea con sensibilidad la violenta situaci¨®n de los personajes; las dudas de ¨¦l y el temor incipiente de ella no se refugian en el t¨®pico sino que nacen de una profunda matizaci¨®n de los personajes.

Janet Gaynor obtuvo un oscar de interpretaci¨®n por su acertada composici¨®n de la esposa ingenua. Amanecer tuvo, adem¨¢s, otros dos oscars de la Academia: a la mejor pel¨ªcula y a la fotograf¨ªa. Cualquiera de esos oscars, ycontrariamente a lo que es habitual, sigue teniendo en el caso de Amanecer una clara justificaci¨®n.

La pel¨ªcula careci¨®, no obstante, de ¨¦xito comercial. Murnau hab¨ªa eliminado pr¨¢cticamente la necesidad de explicar la acci¨®n a trav¨¦s de subt¨ªtulos, tan innecesariamente abundantes en la mayor¨ªa de las pel¨ªculas de la ¨¦poca, confiando as¨ª en que la expresividad de sus im¨¢genes era suficiente para emocionarse con el drama del joven matrimonio campesino. Murnau prefiri¨® recrear su situaci¨®n apoy¨¢ndose s¨®lo en las miradas, en los silencios, en la interpretaci¨®n. En sus siguientes pel¨ªculas norteamericanas se vio obligado a introducir elementos m¨¢s comerciales. Probablemente ello haya ayudado a que Amanecer siga siendo hoy una de sus pel¨ªculas comerciales, aunque, parad¨®jicamente, no tuviera en su momento la aceptaci¨®n merecida.