Mitterrand 'deval¨²a' el Ministerio de Cultura que De Gaulle cre¨® para Malraux
De todos los cambios efectuados durante los ¨²ltimos d¨ªas en la composici¨®n del Gobierno y en la pol¨ªtica francesa, la devaluaci¨®n del ministro de Cultura, Jack Lang, ha sido uno de los hechos m¨¢s significativos. Y el m¨¢s comentado, por la primac¨ªa que el presidente de la Rep¨²blica, Fran?ois Mitterrand, ha querido darle a su acci¨®n cultural as¨ª como por el espect¨¢culo permanente que Lang ha dado en su labor al frente de esa cartera ministerial, un departamento creado en la V Rep¨²blica por De Gaulle para Andr¨¦ Malraux.
Lang no figura en la lista de los catorce ministros que, con el jefe del Gobierno, Pierre Mauroy, forman el reducido gabinete de combate destinado, si todo evoluciona como lo ha previsto Mitterrand, a sacar a Francia del atolladero de la crisis econ¨®mica.El titular de la cultura ha sido degradado a ministro delegado y, en lo sucesivo, s¨®lo asistir¨¢ al Consejo de Ministros semanal cuando este ¨²ltimo aborde una cuesti¨®n directamente ligada al ¨¢rea cultural.
A lo largo de sus dos a?os de ministro con plenos poderes, Lang ha personalizado su acci¨®n de manera teatral y ruidosa. Sus iniciativas m¨¢s alucinantes, como la denuncia, en M¨¦xico, del "imperialismo cultural norteamericano", o la reuni¨®n, en la Sorbona de Par¨ªs, de cuatrocientos intelectuales de todo el mundo para coloquiar sobre la crisis econ¨®mica, han sido apreciadas en Francia de manera muy diversa. Por esto, los franceses se preguntan hoy si lo que ha devaluado Mitterrand es a Lang o a la cultura.
Jack Lang, un hijo predilecto
De inmediato nadie responde con seguridad a la cuesti¨®n precedente. Jack Lang es uno de los hijos predilectos de Frangois Mitterrand. Este ¨²ltimo no lo oculta y lo invita a cenar en los restaurantes parisienses una vez a la semana por lo menos. El ministro de Cultura, a su vez, tampoco disimula su incandescencia mitterrandista cada vez que abre la boca para afirmar que "nunca Francia ha tenido un jefe de Estado de semejante envergadura intelectual", o que "soy un ministro feliz de la Cultura, porque si tengo un problema no tengo m¨¢s que consultar al presidente". En estas condiciones, s¨®lo el tiempo dir¨¢ qui¨¦n ha salido perdiendo, si Jack Lang o la cultura.Parece cierto, empero, que los grandes afanes culturales del mitterrandismo son v¨ªctimas tambi¨¦n de la crisis econ¨®mica. Cuando los socialistas llegaron al poder, las posibilidades de este departamento ascend¨ªan al 0,413% del Presupuesto de la naci¨®n. De un golpe, el a?o pasado, casi se le dobl¨® el sueldo a la cultura, al atribuirle el 0,78%, en espera de lo que, en este pa¨ªs, los socialistas han considerado siempre como el salario m¨ªnimo decente de dicho ministerio: el 1% del presupuesto nacional. Este guarismo simb¨®lico, por el momento, y por algunos a?os seguramente, ha sido congelado.
Coloquio de la Sorbona
El coloquio intelectual de la Sorbona (el arquitecto Ricardo Bofill lament¨® la pobreza de la contribuci¨®n espa?ola, "pero a nivel organizativo oficial y no a causa del valor personal de los participantes") propuso, por iniciativa del d¨²o Mitterrand-Lang que "es la cultura la de que debe resolver la crisis econ¨®mica".Los acontecimientos de los ¨²ltimos d¨ªas probar¨ªan que esa f¨®rmula no es f¨¢cilmente practicable. Pero Lang repite que "la cultura es la vida", lo que, tras la formaci¨®n del ¨²ltimo Gobierno franc¨¦s, querr¨ªa decir que "la crisis econ¨®mica y su ant¨ªdoto, la austeridad, son la cultura".
Babelia
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