El Ej¨¦rcito brasile?o conmemora en los cuarteles el golpe de Estado de 1964

Las conmemoraciones militares de la Revoluci¨®n del Treinta y uno de Marzo, nombre oficial del golpe de Estado contra el presidente Jo¨¢o Goulart, en 1964, ser¨¢n muy discretas este a?o, y quedar¨¢n circunscritas al interior de los cuarteles. Esa decisi¨®n, adoptada por el ministro del Ej¨¦rcito, general Valter Pires, es una consecuencia de la convicci¨®n de las Fuerzas Armadas de que no existe un clima pol¨ªtico para recordar la intervenci¨®n militar.La decisi¨®n fue tomada tambi¨¦n para no crear convulsiones pol¨ªticas en los 10 Estados donde la oposici¨®n ocupa el poder. Los pol¨ªticos comentan que ser¨ªa imposible que el nuevo gobernador de R¨ªo de Janeiro, el socialdem¨®crata Leonel Brizola, asistiese a esa conmemoraci¨®n y rindiera honores a los militares que le exiliaron y persiguieron durante ocho a?os. En los Estados donde gobierna la oposici¨®n se est¨¢n adoptando medidas para evitar manifestaciones contra los militares.

No perdonan a Brizola

Los militares no perdonan, ni piensan perdonar, a Brizola algo ocurrido en 1962. El presidente Janio Quadros, que se consideraba, en la ¨¦poca el Charles de Gaulle, brasile?o, intent¨® dar un golpe con su renuncia, esperando ser aupado nuevamente al cargo por el pueblo y sectores de las Fuerzas Armadas. Eso no ocurri¨®. El vicepresidente, Jo¨¢o Goulart, elegido por el Partido Laborista, se encontraba en ese momento en China.Los militares advirtieron a los pol¨ªticos que no permitir¨ªan tampoco su toma de posesi¨®n. Brizola, entonces gobernador de R¨ªo Grande do Sul, mont¨® un esquema de movilizaci¨®n popular para garantizar la investidura de su suegro, Goulart. Y consigui¨®, sorprendentemente, el apoyo de todo el III Ej¨¦rcito, con sede en Porto Alegre, capital de R¨ªo Grande do Sul. Dividido el Ej¨¦rcito, Goulart se hizo con la presidencia.

Despu¨¦s del golpe militar del 1964, Brizola encabez¨® el Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR), que intent¨® derribar al r¨¦gimen militar, por las armas, en 1966. Ese movimiento, apoyado por Cuba, fue la gota de agua para que los militares brasile?os considerasen a Brizola el peor enemigo del r¨¦gimen. En estos momentos sus relaciones con los militares no son ni buenas ni malas.