Washington padece una "fiebre propagand¨ªstica", seg¨²n la agencia Tass
La agencia oficial de Prensa sovi¨¦tica, Tass, asegur¨® ayer que la "fiebre propagand¨ªstica" de Washington impidi¨® a los dirigentes norteamericanos leer con detenimiento las recientes declaraciones de Andrei Gromiko. Frente a la hip¨®tesis de medios estadounidenses relativa a que la URSS "aceptar¨¢ en el futuro las propuestas del presidente Ronald Reagan", la agencia estim¨® que estas pretensiones de EE UU "est¨¢n construidas sobre bancos de arena".Tass y otros medios de comunicaci¨®n sovi¨¦ticos subrayaron el hecho de la "inusual rapidez" en la respuesta de la Adminsitraci¨®n Reagan al discurso del pasado s¨¢bado del ministro sovi¨¦tico de Asuntos Exteriores.
En su intervenci¨®n del pasado fin de semana, Andrei Gromiko rechaz¨® contundentemente el acuerdo intermedio sobre la instalaci¨®n de euromisiles propuesto por Reagan, asegurando que dicha propuesta asegurar¨ªa en dos veces y media la ventaja de la OTAN sobre la URSS en materia de misiles de alcance medio.
Sobre este ¨²ltimo punto, en otro despacho diferente, Tass acus¨® ayer al Departamento de Estado de "tergiversar y manipular el discurso de Gromiko".
La ventaja man¨ªfestada por el ministro sovi¨¦tico de Asuntos Exteriores, fue explicada por Tass en el sentido de que los euromisiles de que dispone la OTAN incluyen a los misiles brit¨¢nicos y franceses, as¨ª como a los bombarderos estadounidenses capaces de transportarlos.
Las afirmaciones de Washington relativas al n¨²mero de cabezas nucleares de cada parte, a?adi¨® Tass, "no son m¨¢s que manipulaciones que se manifiestan de forma evidente al comparar el discurso de Gromiko y lo que declara el Departamento de Estado".
Por su parte, el diario oficial del Partido Comunista de la URSS, Pravda, denunci¨® ayer la reacci¨®n "hip¨®crita" de Washington acerca del rechazo de Mosc¨² a las ¨²ltimas propuestas de Reagan. Para Pravda, EE UU reaccion¨® "con declaraciones hip¨®critas prevista de antemano a la negativa sovi¨¦tica a aceptar sus f¨®rmulaciones". El diario se pregunta si Wash¨ªngton esperaba realmente que "la URSS sacrificar¨ªa los intereses de su seguridad".
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