Los ¨²ltimos mohicanos de Sefarad
A las nueve de la ma?ana, todos los s¨¢bados, se re¨²ne medio centenar escaso de ancianos en la vieja y peque?a sinagoga espa?ola del barrio antiguo de Bucarest. A lo largo de las oraciones conmemorativas del sabath, hay algunas frases intercaladas en ladino. Se trata de uno de los ¨²ltimos vestigios de la peque?a comunidad jud¨ªa de origen espa?ol, diezmada por la emigraci¨®n despu¨¦s de la segunda guerra mundial."Somos los ¨²ltimos mohicanos del ladino y de las tradiciones sefard¨ªes aqu¨ª", explic¨® Esdra Alhas¨ªd, de 68 a?os, yerno del gran rabino de Ruman¨ªa, Mosen Rosen, dedicado a las traducciones al rumano de la literatura espa?ola.
Alhasid asegur¨® que los j¨®venes emigraron a Israel a ra¨ªz de la formaci¨®n del Estado hebreo, y que los pocos que a¨²n quedan pierden la especificidad de la lengua y de las antiguas tradiciones sefard¨ªes. "A ello han contribuido los matrimonios mixtos y el peque?o tama?o de nuestra comunidad, lo que provoca que nuestra lengua original se haya plagado de palabras rumanas".
Los sefard¨ªes representan ahora el 1% de los jud¨ªos que viven en Ruman¨ªa -alrededor de 30.000- y, de ese exig¨¹o porcentaje, el 60% son mayores de 60 a?os.
Alhasid repiti¨® insistentemente que los avatares hist¨®ricos han sido una cosa, y su sentimiento de considerar a Espa?a como su verdadera patria es otra, realmente aut¨¦ntica. Un sentimiento emanado de las tradiciones de sus padres y del estudio de la literatura, porque Esdras Alhasid jam¨¢s estuvo en Espa?a. "Visitarla, aunque sea por unos d¨ªas", dijo, "es mi sue?o imposible".
Bucarest tuvo la sinagoga m¨¢s hermosa de Ruman¨ªa, perteneciente a la comunidad sefard¨ª, que fue totalmente destruida en una noche triste por los legionarios fascistas de la Guardia de Hierro. Sin embargo, la represi¨®n nazi no alcanz¨® de manera especialmente dram¨¢tica a los jud¨ªos rumanos, que no fueron deportados a campos de exterminio sino condenados a trabajos forzados.
Los primeros sefard¨ªes llegaron a Ruman¨ªa en 1482, estableci¨¦ndose en el sur del pa¨ªs y, de forma mayoritaria en el delta del Danubio,"cuyas ciudades eran totalmente sefard¨ªes".
La gran di¨¢spora de los jud¨ªos rumanos, sefard¨ªes y ashkenazim, hacia el Estado de Israel, se produjo en 1948. "Emigraron 360.000", explica el gran rabino Rosen, "lo que constituye un hecho migratorio sin precedentes, con la salvedad de los alemanes. Emigr¨® el 85% de la poblaci¨®n jud¨ªa". Pero no todos los sefard¨ªes emigraron a la tierra prometida despu¨¦s del holocausto. Algunos regresaron a Espa?a y otros fueron a Suram¨¦rica.
A lo largo de su permanencia en Ruman¨ªa, los sefard¨ªes ejercieron todas las actividades profesionales. "En Iasi", dijo Rosen, "todos los m¨¦dicos eran de Sefarad". Pero nunca se sintieron atra¨ªdos por la pol¨ªtica. "Es una tradici¨®n de los sefard¨ªes", seg¨²n Alhasid, "mantenerse distantes de la pol¨ªtica ejecutiva. Casi siempre tuvimos un papel intelectual, caso del gran rabino Bejarano, figura se?era de la cultura rumana del siglo XX".
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