Desahuciadas
Somos un grupo de inquilinas vecinas de Madrid, de la finca sita en la calle de Francos Rodr¨ªguez, n¨²mero 41. Llevamos m¨¢s de nueve a?os de di¨¢logo desalentador con la Administraci¨®n para defender nuestro derecho a permanecer en nuestra vivienda, en la que residimos, la mayor parte de nosotras, desde hace m¨¢s de 40 a?os. La incuria y abandono intencionado de la Fundaci¨®n Mar¨ªa de las Mercedes Pati?o y Juez Sarmiento, de la cual hoy es patrono el director provincial de Trabajo y Seguridad Social, hacen que estemos hoy viviendo en condiciones infrahumanas no s¨®lo por el deterioro miserable en el que est¨¢ la finca (directamente buscado por la Administraci¨®n para echarnos sin m¨¢s), sino tambi¨¦n por el miedo constante a vernos en la calle, que hace insufrible los ¨²ltimos d¨ªas de nuestra ancianidad, pues la mayor parte de nosotras tenemos m¨¢s de 70 a?os, adem¨¢s de ser todas viudas.Lo ¨²nico que hemos recibido al final de este paciente di¨¢logo por parte nuestra, y de burla constante de idas y venidas ante las eternas ventanillas y las esperas insufribles en los despachos de la Administraci¨®n, es la notificaci¨®n inminente de desahucio por ruina, a pesar de que tenemos informes pe-
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riciales del Colegio de Arquitectos de Madrid de que no es as¨ª, posteriores a los datos tenidos en cuenta por la sentencia del Tribunal Supremo de 8 de junio de 1982.
Somos viudas ancianas, sin m¨¢s medios de vida que unas mis¨¦rrimas pensiones, y nos vemos ahora, cuando en justicia esper¨¢bamos tener una ancianidad tranquila y en paz, con el miedo metido en nuestros cuerpos, vi¨¦ndonos en la calle ante el despiadado silencio de la Administraci¨®n socialista, que nada quiere saber y hacer. Cuando, ilusionadas por el cambio, que tambi¨¦n nosotras con nuestros votos hemos hecho posible, esper¨¢bamos un Gobierno socialista m¨¢s sensible a estos problemas, vemos de hecho (lejanas ya las promesas electorales) que no s¨®lo contin¨²a existiendo ese mismo desprecio e insensibilidad, sino que vemos el riesgo inminente de vernos echadas a la calle sin tener ni saber d¨®nde ir, ya que el Tribunal Supremo, con datos no verificados y en una sentencia que no entendemos, dicta acta de desahucio. / en representaci¨®n de la comunidad de inquilinas de la finca sita en la calle de Francos Rodr¨ªguez, 41.
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