Sospechosa por subrayar EL PAIS

Fui seguida por un polic¨ªa social durante mi trayecto en el metro hasta que sal¨ª a la calle, donde me detuvieron, me registraron y, finalmente, me trasladaron a la DGS. La sospecha estuvo fundada al verme el social subrayar (en bol¨ªgrafo) algunos p¨¢rrafos de las noticias que publicaba EL PAIS (s¨¢bado 9 de abril) referentes a la operaci¨®n policial en el barrio del Pilar. Sin ninguna explicaci¨®n, despu¨¦s de identificarme, entre cuatro agentes del orden p¨²blico me registraron minuciosamente el bolso, me palparon y revisaron una y otra vez el peri¨®dico; raro que no se detuvieran tambi¨¦n en revisar el bol¨ªgrafo, ?pod¨ªa ser uno de esos bol¨ªgrafos-pistola! Sin embargo, parece que ya saben que ese material llega a otros sectores, a los que no buscan precisamente.La primera sospecha (la del subrayado) se agrav¨® con que pidiera explicaciones, me resistiera y protestara ante tal actuaci¨®n contra mi persona, a lo que respondieron que, de no ser culpable, no ten¨ªa por qu¨¦ ponerme nerviosa y, adem¨¢s, deb¨ªa valorar su trabajo y eficacia.

Su l¨®gica de que todo el mundo es sospechoso hasta que no se demuestre lo contrario, continu¨® agrav¨¢ndose:

1. No trabajo ni estudio (una m¨¢s de los cientos de miles de j¨®venes que aparecemos en las estad¨ªsticas oficiales).

2. Llevaba dos llaves en vez de una.

3. La direcci¨®n del DNI era distinta a la del carn¨¦ de conducir (expedido en 1979).

4. Llevaba tres ejemplares de La Aurora (peri¨®dico del PORE, secci¨®n espa?ola de la IV Internacional).

Cambiar de domicilio, estar parado, ser joven, ser militante de un partido obrero... es, seg¨²n su l¨®gica, altamente sospechoso (cuando no delictivo, ya que es raz¨®n suficiente para chuparse de uno a tres d¨ªas en los s¨®tanos de la DGS), hasta que no se demuestre lo contrario. Pero, ?qu¨¦ contrario hay que demostrar? ?Que se es jubilado, que se es solvente, con trabajo fijo, que se tiene casa de propiedad, que se es de FN? Puestos a buscar, hasta me sacaron parecido con la presunta M? Bel¨¦n, as¨ª que, ?a la DGS!, donde, a pesar de mi resistencia y advertencia de que no responder¨ªa a m¨¢s preguntas sin abogado, se repitieron: registro, cacheo, preguntas, control de gestos y movimientos, etc¨¦tera.

A la hora y media:

-Puede usted marcharse.

-?Ah, s¨ª? ?Me har¨¢n un justificante para poderme mover sin ser nuevamente detenida?

-Vaya, m¨¢rchese. Se ha demostrado su inocencia.

-??C¨®mo!?

Por respuesta, una sonrisa ir¨®nica.

Mirando el barrio del Pilar y la sala de los procesados golpistas se ve que para Barrionuevo y compa?¨ªa los indicios de los gobernados son, sin duda, m¨¢s graves que los hechos de los que han ostentado y ostentan cargos, autoridad y poderes f¨¢cticos. /