El primer bando de Verstrynge ser¨ªa para duplicar el tiempo de la ORA sin aumentar las tarifas
Jorge Verstryrige, candidato a la alcald¨ªa por la Coalici¨®n Popular, anunci¨® ayer, durante una visita al mercado Barcel¨®, que si gana la presidencia de la Corporaci¨®n su primer bando tendr¨¢ por objeto duplicar el tiempo de estacionamiento autorizado dentro de la zona de la Operaci¨®n de Regulaci¨®n de Aparcamiento (ORA), sin que por ello aumenten las tarifas. El candidato prometi¨® que en seis meses la capital ser¨¢ una ciudad segura en la que habr¨¢ descendido el n¨²mero de delitos. En el mercado, el candidato reparti¨® programas, estrech¨® manos, compr¨® aceitunas y quem¨® accidentalmente con el cigarrillo el abrigo de una se?ora.El mercado de Barcel¨® era ayer el primer objetivo del n¨²mero uno de Coalici¨®n Popular, Jorge Verstrytige, dentro de la campa?a de manning organizada por su equipo, que ha ideado el extra?o t¨¦rmino. Manning consiste simple y llanamente en dar la mano. "La palabra no existe en el sentido en que la utilizamos. Est¨¢ basada en el t¨¦rmino saj¨®n mailing, enviar por correo, y nosotros la adaptamos a la acci¨®n de dar la mano", explica Verstryrige, que desde hace dos semanas estrecha con una mano la de todos los que se cruzan con ¨¦l, al tiempo que con la otra sujeta incansablemente un mont¨®n de programas que su equipo se encarga de que no decrezca, a pesar de su reparto masivo.
El manning, anunciado con antelaci¨®n a los periodistas, a quienes se les indica si el candidato ir¨¢ por la acera de los pares o de los impares, s¨ª bajar¨¢ o no al metro o si entrar¨¢ en un determinado bar, son la base de la campa?a de Verstryrige. Ayer, por ejemplo, consisti¨® en recorrer el mercado de Barcel¨®. Estaba previsto que se acercara al barrio de Malasa?a para tratar los problemas del peque?o comercio. La expectaci¨®n suscitada por su llegada al mercado hizo que la visita se prolongara y le ocupara hasta la hora de la comida.
"?Ay, si es el joven rubio que habla en televisi¨®n!", exclamaba una se?ora al ver c¨®mo el n¨²mero uno de la lista municipal de AP, con la sonrisa de las vallas publicitarias, se dirig¨ªa hacia ella. Comenzaba en ese momento una acci¨®n que en la ma?ana de ayer se repiti¨® m¨¢s de quinientas veces. "Tome usted, ¨¦ste es mi programa si llego a la alcald¨ªa de Madrid. Le¨¢lo cuando pueda. Muchas gracias". El receptor del folleto, seg¨²n su capacidad de reacci¨®n y su pensamiento pol¨ªtico, se limita a recogerlo, esboza una sonrisa, pide a Verstryrige que se lo firme, pregunta si hay bol¨ªgrafos u otras chucher¨ªas de propaganda o felicita efusivamente al candidato.
"Socialistas hasta en la sopa"
A lo largo de tres horas de recorrido, Verstryrige recogi¨® las opiniones negativas de algunos de sus interlocutores sobre la seguridad ciudadana, la limpieza de las calles y los impuestos, principales puntos de preocupaci¨®n popular; prometi¨® una ciudad segura en el plazo de seis meses, un aumento de la dotaci¨®n de polic¨ªas municipales, mayor limpieza en las calles congelaci¨®n de los impuestos para el ciudadano normal y reducci¨®n de la fiscalidad municipal a los pensionistas. A cambio, numerosas se?oras le prometieron su voto, lo que agradeci¨® el candidato, "porque, si no, vamos a tener socialistas hasta en la sopa".Otros viandantes se acercaban, ped¨ªan un folleto, solicitaban un aut¨®grafo y, una vez fuera del c¨ªrculo formado por el equipo de organizaci¨®n, declaraban que no iban a votar esa opci¨®n, que votar¨ªan a Tierno, "porque si no se ha hecho mejor es porque ya no se puede". Algunos, muestran su indecisi¨®n o anuncian, simplemente, como ayer hizo una se?ora, que piensan votar "lo que me digan mis hijos y mi yerno". La actividad callejera no siempre da el resultado apetecido. "Este es mi programa si llego a la alcald¨ªa", le dijo Verstryrige a una se?ora. "Entonces, no me interesa", contest¨® la interpelada.
?xito entre las mujeres
A lo largo de la ma?ana, el joven, como no dejaban de llamarle las compradoras del mercado, aplic¨® varias veces una variante en su conversaci¨®n, en especial cuando se dirig¨ªa a las personas de menor edad, a las que tuteaba. "Tomad, no es una lectura fascinante, pero creo que es lo mejor que se ha escrito sobre el g¨¦nero". Mientras el grupo se aleja, uno de los j¨®venes, mirando el programa, repite en voz alta: Fassscinante.Pero el ¨¦xito conseguido ayer en el mercado de Barcel¨® por Jorge Verstryrige entre las mujeres, y en especial entre las mayores de 50 a?os, fue indiscutible. El candidato de AP estaba radiante al final de su recorrido. Como ocurri¨® cuando el autom¨®vil que conduc¨ªa choc¨® con un autob¨²s de la EMT al principio de la campa?a, un descuido ensombreci¨® algo la ma?ana. La quemadura del abrigo de una se?ora con el cigarrillo reci¨¦n encendido le oblig¨® a dar las ¨®rdenes pertinentes para que se abonara a la perjudicada el coste de la prenda, exactamente 14.500 pesetas.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.