Fraga admite la existencia de tensiones para sustituirle en su coalici¨®n electoral
"En la derecha espa?ola hay mucha gente dispuesta a alzarse con el santo y la limosna", dijo ayer el presidente de Alianza Popular, Manuel Fraga, a EL PAIS, refiri¨¦ndose a los rumores existentes sobre intentos de sustituirle como l¨ªder del principal partido de la oposici¨®n. "Pero yo s¨¦ lo dif¨ªcil que es la traves¨ªa del desierto", agreg¨®, restando importancia a tales especulaciones. "Hay algunos se?ores en el PDP, cuyos nombres no voy a citar, que estar¨ªan por esa v¨ªa, pero ni son la generalidad ni, desde luego, ?scar Alzaga quiere ir por ah¨ª", agreg¨® Fraga al tiempo que negaba que exista un plan en la CEOE -"yo conozco muy bien a la CEOE por dentro"- o en la banca para fabricar un nuevo l¨ªder de la derecha.Fraga se refiri¨® tambi¨¦n a que, tras las elecciones del 8 de mayo, la coalici¨®n con el PDP y la UL se fortalecer¨¢, extendi¨¦ndose los comit¨¦s de coordinaci¨®n, ya puestos en marcha hace algunos meses.
La posibilidad de que se produzcan movimientos en la derecha en el caso de que la oposici¨®n sufriese un sonoro fracaso en las elecciones del 8 de mayo parece quedar descartada por Fraga: "El panorama no va a cambiar", asegura tajantemente. Cada vez que el tema de un eventual cambio de liderazgo en la oposici¨®n conservadora surge en conversaciones privadas con ¨¦l o en las conferencias de prensa que diariamente da en las provincias que recorre, el presidente de AP se limita a se?alar: "Habr¨ªa que buscar una persona con m¨¢s experiencia que yo, m¨¢s dem¨®crata que yo, m¨¢s trabajadora que yo". Se irrita con quienes le piden un pron¨®stico electoral -"la futurolog¨ªa es un mal negocio"- y, pese a las encuestas -"no creo en ellas, la mayor¨ªa est¨¢n manipuladas"-, repite, convencido: "Vamos a ganar".
Este fin de semana, por tierras de Castilla y Le¨®n, Fraga repiti¨® incansable un lema que parece reflejar alguna de sus m¨¢s ¨ªntimas preocupaciones: "Votad cambio si cre¨¦is que, pese a todo, es lo m¨¢s conveniente. Pero no vot¨¦is a esos partidillos que van a ver si consiguen cortar la mayonesa"., "Cualquier voto perdido, dedicado a esos partidillos, juega a favor del grupo marxista". Las operacioncillas pol¨ªticas -la de Miguel Roca es "una m¨¢s"- constituyen una de sus obsesiones constantes en m¨ªtines y conferencias de prensa.
'Disgustos exteriores'
El l¨ªder de AP en su gira por Castilla y Le¨®n intensific¨® sus ataques a la pol¨ªtica socialista: "Han colocado el presupuesto en siete billones, con b de burrada o de barbaridad"; "los socialistas no han mejorado nada en los ayuntamientos: tantas acusaciones como hac¨ªan antes y luego no han puesto una sola denuncia"; a veces, su tono se hac¨ªa algo brutal: "Como los socialistas no son capaces de crear los puestos de trabajo que ofrecieron, legalizan el aborto para matar a los ni?os". Especialmente celebrada por su concurrencia suele ser la frase jocosa en la que sustituye al Ministerio de Asuntos Exteriores por "ministerio de los disgustos exteriores".
Al margen de sus conferencias de prensa y de los m¨ªtines, Fraga aprovech¨® su paso por Le¨®n, Zamora, Salamanca y ?vila para recorrer a pie las calles c¨¦ntricas, repartiendo programas municipales ¨¢ los transe¨²ntes, dando caramelos a los ni?os y, ocasionalmente, claveles a las se?oras. Pese a que su imagen es invariablemente el principal componente de carteles y anuncios vallados de AP, su paso es acogido con relativa indiferencia, sin tumultos ni excesivos aplausos. La t¨®nica de frialdad que preside la campa?a se repiti¨® tambi¨¦n para Fraga en la zona castellano-leonesa, donde AP libra, seg¨²n los sondeos, una dura batalla con los socialistas por el triunfo auton¨®mico y por la alcald¨ªa de varios ayuntamientos, como Le¨®n, Zamora o Palencia.
La relativamente escasa relevancia de algunas candidaturas aliancistas en la regi¨®n, como ocurre en Valladolid o Zamora, hizo que Fraga, pese a su progresiva ronquera, tratase de forzar la marcha en sus intervenciones. En Le¨®n logr¨® llenar un cine con unas 2.000 personas, en Zamora congreg¨® a m¨¢s de 3.000 y unas 4.000 acudieron ayer al pabell¨®n de deportes de Salamanca: "No son la oligarqu¨ªa, son tan pueblo como los que van a los m¨ªtines socialistas", gusta de repetir Fraga.
El candidato, en todos estos lugares, era Fraga, mientras el alcaldable de turno quedaba siempre relegado a un segundo plano, lo mismo que en los carteles electorales. Cuando un soci¨®logo de su propio partido le dijo que "su fotograf¨ªa en los carteles parec¨ªa la de un carnicero alem¨¢n, bebedor de cerveza y comedor de salchichas", Fraga respondi¨®, de buen humor, que "m¨¢s vale eso que dar una imagen de hambre".
Evidentemente cansado y ronco, pero a¨²n animoso, Fraga prolonga sus intervenciones durante casi una hora, repitiendo su mensaje: "Al votar por vuestro alcalde, est¨¢is dando un voto de confianza o de censura al Gobierno y, en mi opini¨®n, el voto que merece es de censura".
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