El agua, el saneamiento y el urbanismo, un reto permanente para los municipios canarios
Los ayuntamientos canarios han experimentado en desigual medida la evoluci¨®n de estos ¨²ltimos cuatro a?os. El ciudadano, en general, ha estado m¨¢s al tanto que antes de la vida municipal, como consecuencia de los graves problemas, b¨¢sicamente carencia de agua y deficiente infraestructura, surgidos en esta etapa en los principales, n¨²cleos de poblaci¨®n del archipi¨¦lago. Han sido cuatro a?os muy agitados, que han estimulado la conciencia ciudadana. Este fen¨®meno ha llevado a los ayuntamientos a un mayor protagonismo en las islas.
De los 87 municipios de las siete islas (Tenerife, La Palma, Gomera, Hierro, Gran Canaria, Lanzarote y Fuerteventura), la mayor parte han estado gobernados por UCD. Los centristas dejan, por tanto, con su desaparici¨®n un gran poder municipal en Canarias. Frente a los 50 ayuntamientos que dirigieron, tan s¨®lo 15 estuvieron en manos de los socialistas. La derecha propiamente dicha, representada por la anterior Coalici¨®n Democr¨¢tica, menos a¨²n: ¨²nicamente presidi¨® una coporaci¨®n, la de Arafo, en Tenerife.El archipi¨¦lago est¨¢ dividido en dos provincias: Santa Cruz de Tenerife, a la que pertenecen las islas de Tenerife, La Palma, Gomera y Hierro, y Las Palmas, que incluye las islas de Gran Canaria, Fuerteventura y Lanzarote. Ambas han afrontado situaciones diversas y rara vez se han visto dominadas por un problema com¨²n. El equipo del alcalde de Santa Cruz de Tenerife, Manuel Hermoso (ex centrista que se presenta a la reelecci¨®n), sue?a con el crecimiento de la ciudad para el a?o 2000. Actualmente viven en esta capital unas 195.000 personas, y el Ayuntamiento adquiri¨® un mill¨®n de metros cuadrados para crear un nuevo enclave en el que llegar¨¢n a residir en los pr¨®ximos a?os unas 200.000 personas m¨¢s. "Hemos llevado a cabo una revisi¨®n del planeamiento urban¨ªstico sin paralizar la ciudad logrando perfilar un crecimiento ordenado de la misma, cubriendo barrancos, creando zonas verdes y haciendo planes como el PERI".
El Plan Especial de Reforma Interior (PERI), aprobado en 1982 al que se refer¨ªa Luis Su¨¢rez Trenos, hasta ahora presidente de la comisi¨®n de Hacienda del Ayuntamiento, fue distinguido a nivel nacional por el Ministerio de Obras P¨²blicas y Urbanismo y ha sido considerado como un proyecto mod¨¦lico de conservaci¨®n del casco hist¨®rico de una ciudad.
La gesti¨®n de Manuel Hermoso ha sido provechosa para los barrios, que se han puesto a la altura de la ciudad en cuanto a la dotaci¨®n de infraestructura. Sin embargo, el candidato socialista y rival m¨¢s directo del actual alcalde Manuel ?lvarez de la Rosa, estima que "ha faltado una visi¨®n global del municipio: los barrios est¨¢n separados unos de otros".
Para los socialistas, Santa Cruz de Tenerife es una ciudad con un mal transporte colectivo, escasa planificaci¨®n de terrenos para centros escolares y dificultades en el tr¨¢fico, y escasa integraci¨®n de la juventud y la tercera edad. "A ¨²ltima hora han venido a acordar la eliminaci¨®n de las barreras arquitect¨®nicas para minusv¨¢lidos, cuando las elecciones estaban encima", se?al¨® el candidato del PSOE.
El alcalde Hermoso pudo haberse presentado con los socialistas, pero prefiri¨® hacerlo solo, en la Agrupaci¨®n Tinerfe?a de Independientes (ATI), confiando en su ascendencia sobre los barrios. El ¨²ltimo presupuesto de la ciudad es de unos 6.000 millones de pesetas Durante estos cuatro a?os se han invertido en la misma alrededor de 3.000 millones. La Polic¨ªa Municipal y los bomberos han sido dota dos de mayores medios.
Escasez de medios
El habitante de Santa Cruz no ha sufrido, seg¨²n fuentes municipales, una presi¨®n fiscal superior al ¨ªndice de precios al consumo. El Ayuntamiento se ha mecanizado con el fin de lograr un mayor control en el cobro de los impuestos. El d¨¦ficit presupuestario, que ronda los 4.000 millones de pesetas, evidencia la falta de recursos financieros de que adolecen los ayuntamientos canarios, agravada por su escasa participaci¨®n en el Fondo Nacional de Cooperaci¨®n Municipal. En las islas, aseguran diversos responsables de ayuntamientos, las obras cuestan el doble que en la Pen¨ªnsula. Los ciudadanos s¨®lo olvidan sus problemas cuando en febrero llega el carnaval, en el que se vuelca el Ayuntamiento.
Una ciudad tinerfe?a que ha vivido horas dif¨ªciles ha sido La Laguna, gobernada por el PSOE. Su alcalde, Pedro Gonz¨¢lez, estuvo en huelga de hambre en mayo del a?o pasado por un conflicto de basuras. La decisi¨®n del gobernador de crear un vertedero en su municipio se convirti¨® en un problema a¨²n no resuelto. Los barrios y el casco de esta localidad, la segunda en importancia de la isla, han sido atendidos durante esta etapa de manera especial ante el caos en que se encontraba. Un sector de opini¨®n es partidario de la fusi¨®n de esta ciudad con la capital de. la isla. La Laguna y otros dos municipios de Tenerife, Arona e Icod de los Vinos, protagonizaron los plenos m¨¢s sonados y los ciudadanos vivieron una especial agitaci¨®n social. Arona cambi¨® varias veces de alcalde.
Las peores condiciones sanitarias y de infraestructura las padecen los pueblos del sur de la isla, que buscan como soluci¨®n mancomunar sus respectivos servicios. El Ayuntamiento de Arona presenta perspectivas de crecimiento al contar con el aeropuerto Reina Sof¨ªa y las posibilidades de un pol¨ªgono industrial. El desarrollo tur¨ªstico de esta parte de la isla se complementa con el del Norte. En esa zona, el Ayuntamiento del Puerto de la Cruz ha sabido desempe?ar un papel acorde con las caracter¨ªsticas del municipio y ha fomentado su condici¨®n tur¨ªstica.
Los 80.000 habitantes de la isla de La Palma, tradicionalmente agr¨ªcola. y tabaquera, fuente de constante emigraci¨®n a Am¨¦rica, son muy expresivos a la hora de reflejar su disgusto por tantos problemas como padecen. La capital de la isla, con un alcalde comunista, Antonio Sanju¨¢n, ha visto completar su alumbrado p¨²blico, pero contin¨²a sufriendo los males de una ciudad peque?a con un tr¨¢fico intenso y una importante de manda de viviendas sociales. La barriada de Benahoare, con 500 viviendas, es calificada como "un desahogo".
La isla tiene dos alcaldesas, en Mazo y Tijarafe; ambas han sido pol¨¦micas. La de Mazo, lleg¨® a prohibir las obras de ampliaci¨®n del aeropuerto por no tener licencia municipal. A los barrios de, Mazo les falta agua y luz, y sus vecinos protestan por ello. Otros municipios, como Garaf¨ªa o Barlovento, se desertizan por la falta de apoyo a la ganader¨ªa y agricultura. Dos islas, Gomera y Hierro, no suman juntas m¨¢s de 30.000 habitantes. Sus problemas son m¨¢s comunes que el resto del archipi¨¦lago por tratarse de dos islas menores muy pr¨®ximas entre s¨ª. Gomera, la ¨²nica sin aeropuerto, multiplica por ello su aislamiento.
Hierro, que fue lugar de destierro, durante el franquismo, del ex ministro de Cultura ??igo Cavero, entre otros, vive una aton¨ªa cultural casi total. El hecho de haber sido hist¨®ricamente punto del meridiano cero para la orientaci¨®n de los navegantes le ha llevado con el tiempo a sentirse el ¨²ltimo lugar del mundo. Sus graves deficiencias sanitarias, que costaron la vida a vanas personas, fueron finalmente subsanadas por la Administraci¨®n, y ello es hoy reconocido por la poblaci¨®n.
Las potabilizadoras de Las Palmas
La desesperaci¨®n tiene un nombre en Las Palmas: el agua. En la ciudad, donde viven 405.000 personas (cerca del 60%. de la poblaci¨®n de toda la provincia), actualmente no hay agua suficiente para las necesidades m¨ªnimas. Dos potabilizadoras producen al d¨ªa 25.000 metros c¨²bicos de agua, frente a los 55.000 que exige la ciudad. El agua es aqu¨ª una de las m¨¢s caras del pa¨ªs: cuesta al ciudadano 170 pesetas el metro c¨²bico (la media de Espa?a no es superior a 35 pesetas metro c¨²bico). Es un viejo problema que las sucesivas corporaciones no han logrado solucionar en estos cuatro a?os, en los que Las Palmas ha tenido otros tantos alcaldes de distinto color ideol¨®gico. Manuel Bermejo, nacionalista de Uni¨®n del Pueblo Canario (UPC), debi¨® abandonar el puesto acosado por este y otros problemas. El anterior alcalde, el socialista Juan. Rodr¨ªguez Doreste, y el actual, Diego Villegas, de UCD, se vieron tocados por el mismo mal: el agua.
Hace unos d¨ªas se averi¨® una de las dos potabilizadoras y la otra viene funcionando a medio rendimiento. El Ayuntamiento adeuda m¨¢s de 250 millones de pesetas a Unelco y Disa, suministradores de energ¨ªa para la actividad de las dos potabilizadoras. Una parte de los vecinos se niega a pagar el consumo de agua al Ayuntamiento. S¨®lo un pr¨¦stamo especial del Banco de Cr¨¦dito Local puede salvar moment¨¢neamente el grave problema. "Es necesaria la subvenci¨®n estatal para bajar los precios, pero la soluci¨®n est¨¢ en abrir una tercera potabilizadora y traer agua de fuera, probablemente de Galicia", declar¨® Juan Rodr¨ªguez Doreste, candidato del PSOE a la alcald¨ªa.
El problema de la insularidad se refleja con crudeza en esta ciudad macrocef¨¢lica, que en diez a?os creci¨® vertiginosamente, concentrando la mayor parte de la poblaci¨®n de la provincia. Es una capital sucia, con graves problemas de transporte colectivo, que ha sido municipalizado, y una gran densidad de tr¨¢fico, que suma ya alrededor de 250.000 coches. Es, adem¨¢s, una de las seis ciudades m¨¢s deficitarias de Espa?a. Rodr¨ªguez Doreste echa la culpa a UCD a la hora de afirmar que no ha habido participaci¨®n ciudadana en la vida municipal "porque ellos no han querido crear juntas de barrio".
El presupuesto municipal, que era de 2.800 millones de pesetas en 1978, ascendi¨® a unos 7.500 millones este a?o. La pol¨ªtica fiscal es estimada correcta y se apuntan como impuestos claves el de basura y el de solares, que ha estimulado la construcci¨®n. Los barrios est¨¢n desasistidos y han crecido de forma clandestina. Cuando el Ayuntamiento, hace muy poco tiempo, quiso emprender un plan de barrios se encontr¨® con que 30 de ellos no constaban oficialmente en los archivos municipales.
Las otras dos islas de la provincia, Fuerteventura y Lanzarote, tienen en com¨²n con Las Palmas y en general con la isla de Gran Canaria, su condici¨®n de territorio seco y la escasez de agua; ambas cuentan con potabilizadoras.
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