Pueden transcurrir semanas antes de que Soares encuentre compa?eros de coalici¨®n para formar Gobierno en Portugal
El secretario general del Partido Socialista portugu¨¦s (PS), Mario Soares, comenz¨® ayer las consultas en el seno de su partido, de cara a la formaci¨®n del nuevo Gobierno, una tarea que parece larga y dif¨ªcil, dada su promesa de consultar a las bases socialistas y las diferencias internas existentes en el Partido Social Dem¨®crata (PSD), con el que m¨¢s f¨¢cilmente podr¨ªa gobernar en coalici¨®n.
Los resultados casi definitivos de los comicios del lunes para la Asamblea de la Rep¨²blica (Parlamento Unicameral), confirman la victoria socialista con 99 diputados y un 36,3% de los votos. Los socialdem¨®cratas de Carlos Mota Pinto alcanzaron un 27% de los sufragios y 72 diputados, mientras que la Alianza del Pueblo Unido (APU), predominantemente comunista, consigui¨® 44 esca?os y el 18,2% de los votos. En ¨²ltimo lugar de los partidos con representaci¨®n parlamentaria figura el Centro Democr¨¢tico y Social (CDS), de Lucas Pires, que descendi¨® a 29 diputados y el 12,4% de los votos.La victoria del PS, ligeramente superior a la pronosticada, fue recibida con j¨²bilo por sus militantes, que desfilaron en ruidosas caravanas automovil¨ªsticas por el centro de Lisboa. Fue, sin embargo, una fiesta mucho menos entusiasta que aquella otra, ocho a?os atr¨¢s, de las primeras elecciones libres, cuando los socialistas obtuvieron la mayor¨ªa en la asamblea constituyente.
Mario Soares, que no rebosaba entusiasmo precisamente, dijo que su partido no est¨¢ dispuesto a gobernar en minor¨ªa y que, como se prometi¨® en el cuarto congreso del PS, efectuar¨¢ una consulta a las bases para decidir qu¨¦ tipo de alianza debe proponerse y a qu¨¦ partidos pol¨ªticos. Esta pr¨¢ctica ins¨®lita de celebrar un refer¨¦ndum dentro de un partido pol¨ªtico ha causado cierto desconcierto entre los observadores pol¨ªticos y el temor de que la formaci¨®n del nuevo gobierno se prolongue durante varias semanas, mientras la situaci¨®n econ¨®mica y social contin¨²a deterior¨¢ndose peligrosamente.
Como suele ser habitual en estos casos, todos los partidos buscaban el lado bueno de los resultados. As¨ª, para Lucas Pires, del CDS, la derrota sufrida es en el fondo positiva, ya que llevar¨¢ a la formaci¨®n de un gobierno del bloque central (PS-PSD), que ser¨¢ tan desastroso para el pa¨ªs que obligar¨¢ a nuevas elecciones y potenciar¨¢ a la nueva alianza democr¨¢tica. Mientras eso sucede, Pires asegur¨® que los democristianos har¨¢n "una pol¨ªtica de oposici¨®n constructiva".
?lvaro Cunhal se felicit¨® del avance comunista a trav¨¦s de la APU y dijo que los socialistas se hab¨ªan beneficiado de muchos votos de la derecha, porque van a hacer una pol¨ªtica de ese signo, que no resolver¨¢ los graves problemas nacionales. "No entiendo c¨®mo el PS puede aliarse con los derrotados", opin¨® el viejo l¨ªder comunista. Sus seguidores festejaron tambi¨¦n en la noche lisboeta el aumento de algo m¨¢s de un 1% conseguido por la coalici¨®n APU respecto a las elecciones de 1980.
Los socialdem¨®cratas se reunir¨¢n hoy, mi¨¦rcoles, para analizar los resultados electorales. Las opiniones est¨¢n muy divididas en el seno del PSI), entre los que aceptar¨ªan formar el bloque central con los socialistas y aquellos otros que desean ver al partido en la oposici¨®n. Las discusiones prometen ser largas pero, dada la proximidad del poder, es posible que el PSD acceda finalmente a gobernar en coalici¨®n con los socialistas.
El presidente de la Rep¨²blica, general Ramalho Eanes, encargar¨¢ en los pr¨®ximos d¨ªas a Mario Soares la formaci¨®n del nuevo gabinete, dada su condici¨®n de l¨ªder del partido pol¨ªtico m¨¢s votado. En teor¨ªa, Soares podr¨ªa formar gobierno con cualquiera de los otros tres grandes, pero se descarta completamente la alianza con los comunistas, tras los duros enfrentamientos de 1975, y no parece posible una coalici¨®n con los democristianos, por lo que, descartado tambi¨¦n el gobierno monocolor en minor¨ªa, s¨®lo restan las opciones del bloque central o de una coalici¨®n tripartita PS-PSD-CDS.
La mayor¨ªa simple alcanzada por el PS supone un lastre muy importante en su actuaci¨®n pol¨ªtica durante los pr¨®ximos d¨ªas y hay quien teme ya un gobierno d¨¦bil, incapaz de enfrentar la situaci¨®n social y econ¨®mica portuguesa, lo que llevar¨ªa a nuevas elecciones dentro de unos meses. ?se es un peligro que subray¨® Soares en su primera declaraci¨®n tras la victor¨ªa del lunes, al decir que la viabilidad de un r¨¦gimen democr¨¢tico se traduce en gobiernos que puedan cumplir su mandato constitucional de cuatro a?os y no mediante una agitaci¨®n pol¨ªtica constante, con sucesivas disoluciones de las C¨¢maras, ni con gobiernos de corta duraci¨®n, incapaces de resolver los problemas de fondo. Justamente, el tipo de gobierno que algunos pronostican ya para el non nato Gabinete de Mario Soares, que recibi¨® el lunes su segunda oportunidad del pueblo portugu¨¦s.
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