Por la marvillosa m¨²sica brit¨¢nica
Leo con asombro la carta de un grupo de estudiantes de periodismo, publicada por EL PAIS el 21 de abril, en la que se apoya el boicoteo realizado por una emisora de radio a todo lo brit¨¢nico y, en concreto, a la m¨²sica de este pa¨ªs. Me sorprende que estos compa?eros de estudios ignoren o hayan olvidado que la presencia brit¨¢nica en Gibraltar se remonta al a?o 1704, cuando el trono de Espa?a estaba vacante y una guerra enfrentaba a los dos pretendientes a ocuparlo: a Felipe V de Anjou apoyado por Francia, y al archiduque Carlos de Austria, respaldado por una coalici¨®n europea a la que pertenec¨ªa el Reino Unido.Al final de esta guerra, Espa?a perdi¨® Gibraltar, Menorca, Sicilia y algunas plazas en los Pa¨ªses Bajos.
A pesar de estas p¨¦rdidas, Espa?a segu¨ªa siendo, aunque en decadencia, una potencia colonial.
Con el tiempo, tanto Espa?a como el Reino Unido perdieron todo su imperio, quedando algunos restos hoy d¨ªa, como Gibraltar o las islas Malvinas. No somos los espa?oles, por tanto, ajenos al fen¨®meno colonial. Marruecos nos reclama Ceuta y Melilla. Me extraf¨ªa, por esto mismo, que, despu¨¦s de casi 300 a?os de que la Royal Navy visite Gibraltar, surjan en Espa?a las bravuconadas belicistas (rechazadas en su tiempo por el mism¨ªsimo Franco) y gestos patrioteros, tan rid¨ªculos como absurdos, materializados en el boicoteo radiof¨®nico a la m¨²sica brit¨¢nica. Como si los culpables de la paz de Utrecht fuesen los Beatles, los Rolling, David Bowie o Elvis Costello. Estas mismas personas que se indignan por la existencia de una base militar brit¨¢nica en el Pe?¨®n deber¨ªan saber que Estados Unidos tiene bases militares (v¨¦ase EL PAIS de ese mismo d¨ªa) en Mor¨®n, Torrej¨®n, Zaragoza y Rota, as¨ª como los polvorines y dep¨®sitos de Cartagena, estaciones de comunicaciones en Estaca de Vares, estaci¨®n LORAN de Estartir y estaci¨®n meteorol¨®gica y sismol¨®gica de Sonseca. En total, m¨¢s de 12.000 militares norteamericanos y cerca de 2.000 civiles. Todo esto sin entrar todav¨ªa en la estructura militar de la OTAN, porque, cuando nos integremos plenamente, la presencia de soldados brit¨¢nicos, norteamericanos y de otros pa¨ªses aumentar¨¢ considerablemente.
Por tanto, dejemos a nuestra diplomacia que realice su trabajo y, por favor, que nadie nos impida o¨ªr la maravillosa m¨²sica brit¨¢nica. /
Madrid.
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