Juvenil inter¨¦s

?NGEL CEBRI?N, Las buenas maneras que vimos ayer en el novillero Sand¨ªn nos alertaban la esperanza. Ganas para recibir a porta gayola y detalles toreros con el capote y la muleta bastaron para que volvi¨¦ramos a pensar que efectivamente est¨¢bamos en una plaza de toros.

Aunque a mucha distancia del torero que abr¨ªa plaza estaba El Porte?o. Sin enemigo en su primero demasiado hizo con mostrar inter¨¦s. El cotarro lo animar¨ªa con su segundo que a base de jugarse el cogote lo recibi¨® en tablas con tres largas cambiadas de rodillas. En esto fue en donde bas¨® todo su toreo el moreno novillero. M¨¢s emoci¨®n y efectividad que buenas maneras demostr¨® El Porte?o y, con un respetable tur¨ªstico que jaleaba cualquier cosa que pasara, coloc¨® unos mediocres pares de banderillas e instrument¨® tandas de muletazos de los que tan s¨®lo tres derechazos se salvaron de una deslavazada faena de muleta. Este novillero gust¨® a los turistas.

Pero la tarde torera la ten¨ªa Sand¨ªn. En su primero se preocup¨® de llevar ¨¦l solo toda la lidia y no dej¨® que el astado recibiera capotazos in¨²tiles. Tore¨® bien con el capote y puso a novillo ante el caballo con garbo y dej¨¢ndole largo. Pero la medida importante que ayer se vio en Sand¨ªn fue su toreo de muleta con la derecha. Temple, lentitud y ligaz¨®n estuvieron presentes y esta fue su l¨ªnea de inter¨¦s. Lo menos afortunado del joven novillero fueron esos espadazos atravesados que deber¨¢ de corregir.

Jorge Manrique era quien completaba la tema. Para torear con caballos no demostr¨® ayer estar muy puesto. Tuvo en sus manos al tercer novillo de la tarde que fue el mejor de toda la corrida. De nada le vali¨®. No supo estar delante como deb¨ªa. Su toreo fue vulgar y destemplado. En el que cerraba plaza demostr¨® que all¨ª el que mandaba era el novillo y el joven torero anduvo por los pocos lugares que el animal le dejaba libre.