Javier Clemente, la ilusi¨®n de un t¨ªtulo

"El Athl¨¦tic debe resucitar, debe recuperar su identidad y volver a ser temido. Nunca saldremos a por un empate, en ning¨²n campo. Esos son mis prop¨®sitos". Estas frases las pronunci¨® hace dos a?os Javier Clemente, el entrenador m¨¢s joven de la Primera Divisi¨®n de f¨²tbol. Dicen de ¨¦l que es audaz, optimista, temerario y fanfarr¨®n, pero con ¨¦l los leones han vuelto a rugir.

Javier Clemente L¨¢zaro, 33 a?os, natural de Baracaldo, estaba destinado a ser uno de los grandes del f¨²tbol espa?ol. Iba, con su dorsal n¨²mero 10 ala espalda, para estrella. Con Chechu Rojo formaba el ala izquierda del Athl¨¦tic, un ala de seda. En Bilbao le apodaban el Bobby Charlton vasco. Miguel Mu?oz, actual seleccionador espa?ol, dijo de ¨¦l que hab¨ªa sido "el jugador m¨¢s inteligente y de mayor calidad salido en Espa?a en 25 a?os".La buena estrella se le apag¨® el 23 de noviembre de 1969, en Sabadell. En el campo de la Creu Alta sufri¨® una fuerte entrada de Mara?¨®n, que le produjo fractura de tibia y peron¨¦. Contaba 19 a?os de edad y comenzaba un largo peregrinar por los quir¨®fanos. Le practicaron cinco intervenciones quir¨²rgicas y lleg¨® a jugar alg¨²n partido con el Athl¨¦tic, pero su forma f¨ªsica iba a remolque de su calidad. A pesar de los comentarios y los ¨¢nimos que siempre le hab¨ªa ofrecido la incondicional -afici¨®n bilba¨ªna, Javier Clemente decidi¨® colgar las botas. Javier Clemente, no obstante, debi¨® dudar alg¨²n tiempo. Los seguidores bilbainos quer¨ªan retenerle; incluso organizaron una campa?a, a base de pegatinas, que proclamaban: "Clemente, el diez del Athletic". El 19 de agosto de 1975, el club le tribut¨® un partido de homenaje. Hab¨ªa disputado 56 partidos con el equipo: 47 de Liga y nueve de Copa.

Javier Clemente suele afirmar que nunca se sinti¨® frustrado por su retirada. Quiz¨¢ porque ¨ªnmediatamente comenz¨® su brillante carrera de entrenador y porque ten¨ªa una inmensa fe en s¨ª mismo cuando dec¨ªa que tarde o temprano ser¨ªa el t¨¦cnico del Athl¨¦tic. ?l reconoce que "soy ambicioso, en el sentido noble de la expresi¨®n".

Despu¨¦s de cambiar la camiseta n¨²mero 10 por el banquillo, Javier Clemente entren¨® al Arenas de Guecho y lo ascendi¨® a Tercera Divisi¨®n; pas¨® al Basconia, que ascendi¨® a Segunda B, categor¨ªa que perder¨ªa al a?o siguiente, y se hizo cargo del Athl¨¦tic juvenil y se proclam¨® campe¨®n de Copa.

En julio de 1981, a sus 31 a?os de edad, firm¨® como entrenador del Athl¨¦tic de Bilbao. Se convert¨ªa en el entrenador m¨¢s joven de Primera Divisi¨®n y en el punto de mira de la profesi¨®n, en la que proliferan los t¨¦cnicos entrados en a?os. Sus primeras declaraciones eran program¨¢ticas: "Creo que hemos perdido nuestra identidad. El Athl¨¦tic ha buscado aqu¨ª y all¨¢, ha copiado a unos y a otros, ha tra¨ªdo entrenadores de fuera y ha acabado por perder su propio estilo. Nuestra identidad y nuestro estilo es lo que quiero recuperar".

Javier Clemente hall¨® sus fuentes en el f¨²tbol ingl¨¦s. Durante la temporada que entren¨® al Athl¨¦tic juvenil estuvo algunas semanas estudiando los m¨¦todos de entrenamiento y el peculiar estilo de juego del Ipswich Town. Siempre hab¨ªa admirado los sistemas del f¨²tbol ingl¨¦s, y ahora ten¨ªa la posibilidad de ponerlos en pr¨¢ctica con sus jugadores. As¨ª lo crey¨® y as¨ª lo hizo. Primero, con el Athl¨¦tic juvenil, y luego, con el Atlil¨¦tic de Bilbao. "Quiero furia y garra" dice, "la garra de los tiempos de aquellos monstruos" (se refiere a los Ga¨ªnza, Zarra, Panizo), "y que cuando vayamos por ah¨ª se nos espere con respeto y temor".

Su primer a?o como entrenador del Athl¨¦tic le supuso un primer triunfo. Cuarto clasificado, el equipo accedi¨® a un puesto en el torneo de la UEFA. Le elimin¨® el Ferencvaros, pero comenzaba a fructificar su fe en s¨ª mismo y en unos jugadores con una media de edad que no sobrepasaba los 23 a?os. A sus ¨®rdenes ten¨ªa a jugadores que ¨¦l promovi¨® del Athl¨¦tic juvenil al equipo mayor: De la Fuente, Cedr¨²n, Urtubi, Endika, Sola y Noriega. Comenzaba a romperse la racha de aquellos "a?os de producci¨®n floja", es decir, que los equipos inferiores aport¨¢n pocos jugadores de calidad al primer equipo.

Como entrenador ten¨ªa que hacer frente adem¨¢s a un hecho ins¨®lito en la Primera Divisi¨®n: deb¨ªa dar ¨®rdenes a hombres con los que se hab¨ªa alineado en su ¨¦poca de jugador, y que en alg¨²n caso, como en el de Chechu, Rojo, ten¨ªan m¨¢s a?os que ¨¦l. ?l asegura que esta circunstancia nunca fue un problema serio, porque "la autoridad no es cuesti¨®n de edad. La autoridad es justicia. Aqu¨ª no hace falta m¨¢s que sentido com¨²n. El jugador sabe si eres serio o no y si tienes raz¨®n o no".

A Javier Clemente no le cabe el gozo en el cuerpo. Su trabajo ha propiciado que el Athl¨¦tic (los leones) vuelva a rugir. Este hist¨®rico equipo, asentado en la catedral del f¨²tbol (San Mam¨¦s), no conoc¨ªa el triunfo en el Campeonato de Liga desde 1956, una friolera de 27 a?os.