La rentabilidad bancaria y los costes salariales
Sin querer entrar, por el momento, en un an¨¢lisis m¨¢s profundo y extenso del conflicto que vino del Opus poniendo en peligro la negociaci¨®n colectiva, ¨¦l cr¨¦dito del sistema financiero e incluso el orden p¨²blico, y sobre todo creando serias molestias a una buena parte de los ciudadanos, parece oportuno que la opini¨®n p¨²blica conozca cu¨¢les son los beneficios de los grandes bancos y los de la totalidad del sector, para que empiecen a comprender la irracional posici¨®n de la patronal bancaria, pretendiendo que su persistencia en mantener el 9,5 como oferta salarial m¨¢xima estuviera basado en planteamientos t¨¦cnicos.Aun dentro de las dificultades de la situaci¨®n econ¨®mica, es el sector de banca privada el de mayor saneamiento del pa¨ªs, sobre todo teniendo en cuenta que los fraudes, mala gesti¨®n o las actuaciones delictivas de algunos de sus dirigentes terminan siempre teniendo el Gobierno que aportar cientos o miles de millones de erario p¨²blico, dinero de todos los espaftoles, para evitar que una quiebra pueda afectar a la credibilidad del sistema financiero, y luego, a precio de saldo, entreg¨¢rselo de nuevo a la banca privada.
Imprevisi¨®n de la banca
La imprevisi¨®n de la banca para establecer un fondo de prevenci¨®n de fallidos,. la absurda carrera por el primer puesto en el ranking bancario, las desastrosas inversiones americanas y la ampliaci¨®n injustificada de sucursales, los enormes desembolsos en inform¨¢tica han supuesto un descenso en la curva desorbitada de beneficios en los ¨²ltimos a?os, aunque contin¨²an batiendo, a?o tras a?o, sus propios r¨¦cords de beneficios.
Pretender buscar a los trabajadores (costes de personal) como chivos expiatorios para justificar una situaci¨®n que, aun siendo buena, no es la de los a?os sesenta y setenta, parece una mala pol¨ªtica'si se quiere mantener una situaci¨®n de normalidad en las relaciones laborales.
Desde estas perspectivas, y reiterando que ¨¦ste no es un an¨¢lisis exhaustivo de la banca privada, pero s¨ª una realidad incontestable, voy a intentar demostrar la sinraz¨®n de la patronal bancaria en los aspectos que afectan a sus resultados y costes de explotaci¨®n en el per¨ªodo 1977-1981 (no se dispone de los datos completos del a?o 1982).,
An¨¢lisis de los costes
De la estructura general de los costes importa resaltar la participaci¨®n relativa, de cara a una de las modalidades de los costes,en los ingresos totales.
El colte financiero o retribuci¨®n de los dep¨®sitos ha pasado desde una participaci¨®n del 50% hasta representar el 62% en 1981, como consecuencia de? encarecimiento del dinero y del precio que los bancos privados han tenido que pagar por las operaciones pasivas.
Los gastos generales y las dotaciones realizadas en concepto de previsi¨®n para el, mantenimiento de cr¨¦ditos y valores se mantienen estabilizados en torno a una participaci¨®n del 6% de los ingresos totales.
Por el contrario, los gastos de personal vienen experimentando una desaceleraci¨®n significativa dentro de la estructura general de los ingresos, ya que en el a?o 1977 los costes de personal representaban el 25% de aqu¨¦llos y en 1981 han rebajado hasta el 17%, siendo previsible un mayor descenso en 1982.
Observando las tasas de crecimiento de las distintas modalidades del coste de la banca privada, se constata una tasa media acumulativa en el per¨ªodo 1977-1981 en tomo al 40% anual de los costes financieros.
El crecimiento medio de los gastos generales ha sido del 18%, cifra que, referida a las provisiones de sanean¨²ento de cr¨¦ditos, se sit¨²a en torno al 47%.
El coste de amortizaci¨®n ha tenido un crecimiento acumulativo del 25% anual. La tasa media de incremento de los costes salariales se sit¨²a en el 24% anual, con una ca¨ªda significativa en los incrementos habidos en los ¨²ltimos a?os,,y es el componente de los gastos d6 explotaci¨®n con menor incremento en el per¨ªodo contemplado.
Per¨ªodo 1977-1981.
A fin de poner los indicadores relativos alos costes salariales y la cifra de empleo en el sector, con otras magnitudes, cabe hacer las siguientes observaciones:
Productividad
-El n¨²mero de trabajadores por-oficina bancaria viene experimentando una fuerte ca¨ªda en el per¨ªodo 1977-198 1, desde 16,8 hasta 12,3 trabajadores por centro de trabajo y oficina. El ¨ªndice que expresa los dep¨®- sitos por trabajador manifiesta un alza imp¨®rtante, ya que desde 26,9 millones de pesetas por tra bajador en 1977 se ha pasado hasta un ¨ªndice de 52,6 millones de pesetas por trabajador. Por consiguiente, se ha doblado el volumen de dep¨®sitos bancarios ,gestionados por trabajador.
-La rentabilidad media de las inversiones bancarias ha venido experimentando un crecimiento sostenido, ya que, desde representar el 9,8% en 1977, se ha alcanzado una tasa de rentabilidad del 14,0% en 1981. Frente a este ¨ªndice cabe se?alar que el coste medio de fina¨¢ciaci¨®n ajena ha pasado desde el 5,3% hasta el 9,6%. El margen de intermediaci¨®n en 1977 era del 4,5%, en tanto que dicho margen de intermediaci¨®n era 4,4% en 1981, no observ¨¢ndose apenas variaci¨®n al.guna.
-En la distribuci¨®n de beneficios se observa la tendencia creciente de las tasas de incremento anual de los dividendos y, de las reservas, y en menor medida de los impuestos., Por consiguiente, cabe apuntar que la tendencia iniciada en la pol¨ªtica de dividendo a partir de 1981, con la liberalizaci¨®n de los mismos, supondr¨¢ un aumento por este concepto en la retribuc¨ª¨®n del capital.
Desde estos datos se puede resumir que los costes de personal, y mucho m¨¢s los incrementos salariales, han descendido su repercusi¨®n en los costes totales de explotaci¨®n, mientras la productividad por empleado ha experimentado un fuerte crecimiento.
Por ello resulta absolutamente falso el argumento esgrimido por la Asociaci¨®n Espa?ola de Banca Privada para justificar una oferta salarial que no tenga en cuenta estos datos, como imperativamente determina el p¨¢rrafo 2? del art¨ªculo 3? del Acuerdo Interconfederal.
La din¨¢mica de la negociaci¨®n no puede llevarnos a la imposici¨®n de ofertas t¨¦cnicas basadas en la subjetividad irracional.
Estas posturas conducen indefectiblemente al enfrentamiento. Y ¨¦ste es el caso de la huelga de banca.
Esperamos que la raz¨®n, la negociaci¨®n real y, sobre todo, la voluntad de llegar a un acuerdo aceptable de los banqueros puede hacer realidad una salida v¨¢lida, en lugar de un nuevo enfrentamiento.
Justo Fern¨¢ndez Rodr¨ªguez es secretario general de la Federaci¨®n Estatal de Banca, Ahorro, Seguros y Oficinas de Uni¨®n General de Trabajadores.
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