La izquierda intent¨® subsanar en los municipios las deficiencias sanitarias del pa¨ªs
Socialistas y comunistas coinciden en que la actuaci¨®n de los ayuntamientos democr¨¢ticos en materia sanitaria ha estado encaminada, a lo largo de los ¨²ltimos cuatro a?os, a paliar las deficiencias de la Seguridad Social por carencia de medios e infraestructura de ¨¦sta o por falta de decisi¨®n pol¨ªtica de los gobiernos de UCD al abordar ¨¢reas como la planificaci¨®n familiar, una de las m¨¢s importantes en la gesti¨®n sanitaria de los ayuntamientos de izquierda.
"Desde los ayuntamientos no pod¨ªan crearse redes paralelas, sino que deb¨ªamos amoldarnos a la demanda y necesidades de una red sanitaria ¨²nica que, de momento, no exist¨ªa, porque la red asistencial del Insalud s¨®lo cubr¨ªa parte de la medicina y la salud. Respondimos a las demandas de los movimientos vecinales, sobre todo en las ¨¢reas de planificaci¨®n familiar y prevenci¨®n, diagn¨®stico y tratamiento de la salud mental". Esto opina Jos¨¦ Alfredo de Juan, delegado de Sanidad del Ayuntamiento de Madrid y miembro del PCE, partido que, seg¨²n ¨¢firma, ha tenido la responsabilidad sanitaria en el 60% o 70% de los gobiernos municipales de unidad de izquierda."Se plante¨® el dilema", explica Blas Ag¨¹era, miembro de la comisi¨®n de Sanidad del partido comunista, "de generar servicios respondiendo a las demandas ciudadanas, lo que podr¨ªa conducir a duplicidades de acci¨®n, o ser caja de resonancia de las necesidades de los vecinos y hacer fuerza para que la Administraci¨®n central fuera adecuando sus servicios sanitarios. Intentamos buscar un punto medio y empezar a avanzar en la pol¨ªtica de la mujer, la preparaci¨®n al parto, la ayuda durante el embarazo y la planificaci¨®n familiar, as¨ª como en temas de salud mental ¨¢rea en la que tambi¨¦n son conocidos la dejadez y el abandono de la Seguridad Social.En algunos municipios se ha intentado ir un poco m¨¢s all¨¢ e incidir en la salud laboral, como en Cornell¨¢, Barcelona, donde lleg¨® a crearse un centro de esa especialidad".
Planificaci¨®n familiar
La principal experiencia de los ayuntamientos democr¨¢ticos en materia sanitariaha sido, para los comunistas, la conformaci¨®n de los equipos de salud, que ha supuesto la ruptura con la asistencia primaria de la Seguridad Social. Estos equipos est¨¢n compuestos por especialistas en medicina de familia y en salud p¨²blica, ATS, ginec¨®logos, matronas, psic¨®logos, psiquiatras, asistentes sociales y de auxiliares y personal administrativo. "Otra innovaci¨®n importante", se?ala Blas Ag¨¹era, "ha sido trabajar con programas de salud, que permiten diagnosticar los problemas antes de que el indivi duo se d¨¦ cuenta de ellos. Por ejemplo, en salud escolar no se trata s¨®lo de vacunar a la pobla ci¨®n, sino de preparar a los padres y profesores en temas de alimentaci¨®n, drogas o planificaci¨®n familiar".
Las ¨¢reas de salud en las que han incidido los gestores municipales, a trav¨¦s de los programas de los centros de salud, han sido, principalmente, sexualidad, contracepci¨®n, psicoprofilaxis del parto, educaci¨®n sanitaria, vacunaci¨®n y salud escolar, salud mental, programas de vigilancia epidemiol¨®gica y laboratorios de higiene, puntos que la Organizaci¨®n Mundial de la Salud define como de atenci¨®n primaria de salud. En ayuntamientos donde no ha habido centros de salud completos ha funcionado el ¨¢rea de planificaci¨®n familiar, con lo que ¨¦sta ha estado presente, de una u otra forma, en un centenar de municipios.
Precisamente la planificaci¨®n familiar, integrada en la atenci¨®n primaria de salud, ha sido el ¨¢mbito en el que los ayuntamientos de izquierda han hecho mayor labor, con la oposici¨®n, en la gran mayor¨ªa de los casos, de los concejales de la extinguida UCD y de algunos m¨¦dicos, que protagonizaron protestas porque en los centros se colocaba como un anticonceptivo m¨¢s el disipositivo intrauterino (DIU), del que la derecha opinaba que era un rn¨¦todo abortivo.
"La planificaci¨®n familiar es una de las primeras armas que favorecen a la mujer, porque sin ella no tiene una sexualidad libre. La mujer no puede estar sujeta a su aparato reproductor", dice Milagro Rodr¨ªguez Mar¨ªn, representante del colectivo Mujer y Socialismo, del PSOE, sic¨®loga del centro de Fuenlabrada, en Madrid. "A excepci¨®n del movimiento feminista", manifiesta, "nadie hab¨ªa dado un paso en planificaci¨®n familiar, que no es s¨®lo contracepci¨®n. Al ir muy ligada a la sexualidad, la planificaci¨®n fleva aparejadas necesidades como que haya psic¨®logos y asistentes sociales en los centros y campa?as divulgativas para informar a la mujer de su importancia. En Espa?a, hasta la reforma del C¨®digo Penal, los anticonceptivos estaban prohibidos y s¨®lo se proporcionaban en consultas privadas, con lo que llegaban exclusivamente a los sectores de poblaci¨®n econ¨®micamente fuertes".
"El planteamiento de los centros de planificaci¨®n familiar", comenta Jos¨¦ Alfredo de Juan, delegado de Sanidad del Ayuntamiento de Madrid, "fue muy atacado, hace cuatro a?os, por la organizaci¨®n m¨¦dica colegial y por la derecha, que cre¨ªan que iban a ser meros lugares de obtenci¨®n de anticonceptivos. Luego vieron que se hac¨ªan tratamientos de infertilidad, que se regulaba el n¨²mero de hijos y el momento de tenerlos, que se abordaba la sexualidad de una manera audaz y que se hac¨ªa, entre otras cosas, un control de la embarazada y una preparaci¨®n al parto. Tenemos encuestas que reflejan un grado de satisfacci¨®n absoluto por parte de los usuarios". "Muchas mujeres", dice Milagro Rodr¨ªguez Mar¨ªn, "no se hab¨ªan hecho en su vida una citolog¨ªa ni les hab¨ªan ense?ado a explorarse una mama. Ahora, adem¨¢s, se les hacen estudios sobre c¨¢ncer femenino".
A los centros de planificaci¨®n familiar ha acudido tambi¨¦n un tanto por ciento alto de clase media o sectores acomodados, puntualiza el representante comunista, "porque el criterio mercantilista de la medicina privada lleva a tener que hacer grandes gastos e inversiones y en la p¨²blica puedes rentabilizar mejor los medios, tener cit¨®logos y equipos para hacer ecograf¨ªas, por ejemplo, lo cual resulta m¨¢s dificil y m¨¢s caro en la medicina privada".
Socialistas y comunistas est¨¢n de acuerdo en que los centros de planificaci¨®n municipales no dan abasto. "No hemos hecho campa?a publicitaria porque nos desbordar¨ªa la demanda potencial. Hay que tener en cuenta que en Madrid hay alrededor de 700.000 mujeres f¨¦rtiles y s¨®lo 11 centros", dice Ag¨¹era. "En Espa?a", dice Milagro Rodr¨ªguez, "hay siete u ocho millones de mujeres f¨¦rtiles y los centros municipales no pueden atenderlas. ?stos ya han cubierto la etapa de sensibilizaci¨®n. Ahora deben actuar otras instancias".
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