Los monta?eros ser¨¢n recibidos por Felipe Conz¨¢lez

El presidente del Gobierno, Felipe Gonz¨¢lez, envi¨® ayer a los monta?eros murcianos, Jos¨¦ Luis Garc¨ªa Gallego y Miguel ?ngel D¨ªez Vives, un telegrama de felicitaci¨®n por su escalada a la v¨ªa Sue?os de Invierno en la cara oeste del Naranjo de Bulnes, y les recibir¨¢ esta tarde en el Palacio de la Moncloa. Tambi¨¦n ayer, los escaladores fueron objeto de un gran homenaje del pueblo de Arenas de Cabrales, una vez que regresaron del refugio de Urriello.

La noticia de la audiencia del presidente del Gobierno a los monta?eros, lleg¨® por la ma?ana cuando ¨¦stos todav¨ªa no hab¨ªan comenzado a descender del refugio. Por esta raz¨®n se les comunic¨® este hecho por radiotel¨¦fono, lo que les caus¨® gran alegr¨ªa. M¨¢s tarde comentar¨ªan que llevar¨¢n a los Reyes y a Felipe Gonz¨¢lez unas esculturas en bronce del Naranjo de Bulnes en agradecimiento por su inter¨¦s.Sobre las 12.15 del mediod¨ªa de ayer comenzaron a bajar acompa?ados por los componentes de la cordada de apoyo, ?ngel Ort¨ªz, Pablo Fern¨¢ndez y Jos¨¦ Antonio Navarro, los seis monta?eros llegados desde Murcia y tres amigos de Santander. Alrededor de las 15.15 horas llegaron al pueblo de Bulnes, donde eran esperados por varios periodistas y, por supuesto, por Marcelino, el guardia forestal que tanto les ha ayudado. El aspecto de los escaladores era bastante bueno: No muy delgados, algo cansados y con muchas ganas de bromas. Durante un corto espacio de tiempo posaron para los fot¨®grafos y charlaron con los periodistas. Jos¨¦ Luis coment¨® que "ya nos hemos acostumbrado a estar cansados y ahora nos parece incre¨ªble encontrarnos con las comodidades de la sociedad". Miguel ?ngel, por su parte, brome¨® cuando alguien le pregunt¨® sobre lo que sent¨ªa ante la inmediatez del recibimiento en el pueblo, contestando: "Estoy asustado. No estoy acostumbrado a este tipo de expectaci¨®n. Estoy deseando ver a mi gente, y temblando de bajar a Arenas por lo que nos espera".

Un detalle que indica la forma de comunicaci¨®n por radio que han tenido durante los 69 d¨ªas en la pared, es que cada vez que terminan una respuesta ante un magnet¨®fono dicen "cambio" M¨¢s tarde, recogieron todo el material, el cual fue transportado entre todos los all¨ª presentes, incluidos los periodistas, y bajado hasta Poncebos, lugar en el que esperaban los familiares junto con un grupo de gaitas y tambores. A este lugar se lleg¨® sobre las 17.15 horas de la tarde, y fue all¨ª donde tuvo lugar el momento m¨¢s emotivo al encontrarse con sus padres, y reunirse con Javier Rodr¨ªguez, el cuarto hombre de la cordada de apoyo que el lunes camin¨® unos 50 kil¨®metros durante casi toda la noche -ya que nadie le recog¨ªa en autostop- para poder reunirse con sus compa?eros. Por supuesto tambi¨¦n conocieron a Nacho Torre, el radioaficionado de Llanes.

A ¨²ltima hora de la tarde se celebr¨® en el colegio una conferencia de Prensa en la que entre otras cosas los monta?eros destacaron que en su escalada el peor momento que pasaron fue el principio de intoxicaci¨®n que sufrieron. En cuanto a la cuesti¨®n psicol¨®gica, Jos¨¦ Luis hizo hincapi¨¦ en que no ha habido problemas ya que la convivencia era fenomenal. Por su parte, Miguel ?ngel, comentaba que ante las dificultades pasadas y los momentos de verdadero miedo, han aprendido a valorar las cosas realmente importantes y sobre todo han aprendido a sentirse vivos.

A pesar de que despu¨¦s de 69 d¨ªas en una pared podr¨ªan cansar a cualquiera, los murcianos tuvieron una sensaci¨®n contraria al tener que regresar a la pared a recuperar el material "nos di¨® un palo de nostalgia que no veas".

Por ¨²ltimo intentaron aclarar algunas acusaciones que se les hicieron durante la escalada y que les influyeron en su moral. Por ejemplo, la acusaci¨®n de ir premeditamente lentos, resultar¨ªa falsa, ya que nadie podr¨ªa haber escalado antes, pues s¨®lo han tenido, de los 69, 20 d¨ªas de buen tiempo. Duran ¨¦stos, algunos no pod¨ªan escalar a causa de que el viento les podr¨ªa haber volado la hamaca, o por estar llena de hielo la pared. La intoxicaci¨®n, las anginas, tambi¨¦n han influido. Fundamentalmente, seg¨²n dicen ellos, la lentitud de la escalada se debe a la dificultad de la v¨ªa, y al no querer usar ellos buriles.