El mercado resisti¨® las realizaciones de beneficios
Las cotizaciones consiguieron resistir, mal que bien, el embite de las realizaciones de beneficios y, tras aceptar unos discretos recortes iniciales, llegaron al cierre en posiciones que incluso superaban discretamente los cambios precedentes. ?rdenes compradoras, probablemente de origen institucional, junto con una contracci¨®n en los vol¨²menes de oferta a medida que avanzaban las reuniones, fueron las dos razones que incideron directamente en el comportamiento del mercado.A la hora de establecer valoraciones del comportamiento de la bolsa, los analistas insist¨ªan en atribuir un componente favorable a la evoluci¨®n del mercado de acciones. La resistencia a asimilar procesos bajistas, que aparentemente hubieran podido resultar l¨®gicos tras las fuertes alzas de d¨ªas anteriores, obtuvo una valoraci¨®n positiva en medios especializados.
El cierto fondo de firmeza que se adivinaba, sorprend¨ªa incluso a los m¨¢s viejos observadores del mercado burs¨¢til, que atribu¨ªan escasas posibilidades a la reuni¨®n precedente, por cuanto se hab¨ªa atribuido al mercado una posici¨®n pr¨®xima al estrangulamiento a manos de los demandantes de t¨ªtulos.
Las acciones el¨¦ctricas, que volvieron a centrar la atenci¨®n de los inversores como consecuencia directa de la informaci¨®n aparecida el pasado mi¨¦rcoles en este mismo diario, en relaci¨®n a la posibilidad de que las empresas catalanas del sector acometiesen profundos planes de concentraci¨®n, observaron una evoluci¨®n inicialmente err¨¢tica, que s¨®lo pudo ser corregida al filo del t¨¦rmino de las reuniones ante la evidente retirada de ¨®rdenes de venta.
Curiosamente, en el mercado catal¨¢n los precios de estas acciones experimentaron una evoluci¨®n positiva. Es cierto que no hab¨ªan acompa?ado hasta su fin las euforias del pasado martes de la bolsa madrile?a, pero no es menos real el que desde los primeros compases de sus corros se pudo apreciar una intenci¨®n compradora selectiva, que contrastaba profundamente con la actitud e los inversores del resto de los mercados.
No existen grandes perspectivas inmediatas, seg¨²n el criterio de algunos de los especialistas, de que los valores el¨¦ctricos protagonicen grandes avances en sesiones inmediatas. No obstante, y como comenta uno de los pintores vascos m¨¢s importantes del momento actual, Rafael Ruiz Valerdi, esto de la bolsa es una curiosa mezcla de pr¨¢xis y locura, partiendo de las experiencias de un observador no directamente interesado en el negocio burs¨¢til. Y aunque sus matices pl¨¢sticos no son desde?ables, las decisiones que pueden surgir de ese variopinto conjunto que integran los especialistas burs¨¢tiles son dif¨ªcilmente evaluables, en opini¨®n de Ruiz Valerdi. Sin embargo, en San Sebasti¨¢n, su ciudad natal y actual domicilio social, no existe una bolsa concebida como tal y, por tanto, sus juicios, tremendamente racionales, se pueden ver anulados por la fuerza de los movimientos especulativos, a los que tan proclives acostumbran a resultar los asistentes habituales a las reuniones de los grandes mrcados financieros. Una vez m¨¢s, el tiempo dar¨¢ o quitar¨¢ razones, pero lo cierto es que ni los bancos aparentan tener voluntad de asumir el protagonismo del mercado, sin cuya aportaci¨®n ¨¦ste aparece cojo, ni las el¨¦ctricas presentan condiciones objetivas para reemprender su carrera alcista.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.