El Gobierno regional intenta controlar las acampadas ilegales en el Pirineo de Huesca

El Gobierno aut¨®nomo aragon¨¦s, a trav¨¦s de la Consejer¨ªa de Turismo, ha hecho p¨²blicas una serie de normas regulando y limitando las acampadas libres o clandestinas. Estas disposiciones inciden fundamentalmente en los problemas planteados en ciertas zonas del Pirineo, desde el punto de vista tanto ecol¨®gico como sanitario, y en un principio s¨®lo afectan a la provincia de Huesca. Posteriormente afectar¨¢n a Zaragoza y Teruel.Seg¨²n la Diputaci¨®n General de Arag¨®n, "las vacaciones al aire libre que adopten la modalidad de tienda de campa?a o caravana deber¨¢n realizarse, siempre que sea posible, dentro de los campings establecidos. A tal efecto, se dar¨¢ cuenta de los existentes en los ayuntamientos y puestos de la Guardia Civil". En aquellas zonas en las que no existan campings o el n¨²mero no sea suficiente para albergar la demanda, los ayuntamientos podr¨¢n acotar determinadas zonas, "siempre que se doten de unos servicios m¨ªnimos y se explote directamente o se autorice a particulares mediante el cobro de un canon que sufrague los gastos de mantenimiento". Este tipo de explotaciones municipales deber¨¢n tender a convertirse en el plazo de cinco a?os en verdaderos campings, al menos de tercera categor¨ªa.

Las disposiciones del Gobierno aut¨®nomo establecen que la acampada libre no podr¨¢ ejercitarse en ninguna zona, permiti¨¦ndose ¨²nicamente el establecimiento de acampadas por grupos integrados por un m¨¢ximo de tres tiendas o caravanas, sin que en ning¨²n caso pueda exceder de diez el n¨²mero de campistas ni prolongarse la acampada en m¨¢s de tres d¨ªas. Queda prohibido acampar en terrenos situados en ramblas, lechos secos o torrenteras de r¨ªos, en un radio inferior a 150 metros de los lugares de captaci¨®n de aguas, en aquellos lugares que tengan car¨¢cter militar, industrial o tur¨ªstico o en los cascos urbanos.