Ana y V¨ªctor: luna llena
Sigui¨® la noche misma de san Isidro el ambiente festivo, abarrotado y entusiasta en el madrile?o Palacio de los Deportes. Silbos, fervor y aplausos para recibir a una pareja que iba a actuar como tal. Dos modos cercanos aunque diversos de la canci¨®n, pero una compartida imagen de solidaridad, como si fuesen la letra hermosa de Mario Benedetti: en la calle, codo a codo, somos mucho m¨¢s que dos.V¨ªctor Manuel, muy seguro, cant¨® temas de amor y temas c¨ªvicos, casi los mismos que en su reciente recital; pero no importaba porque el p¨²blico -aunque similar- acaso era distinto. Me volvi¨® a gustar ese Solo pienso en t¨ª, melanc¨®lico y vitalista. Y el ya cl¨¢sico ?Ay, amor!, que fue casi coreado por los asistentes y que arranc¨® inicios de luz y de candelas.
V¨ªctor Manuel, Ana Bel¨¦n y Gilberto Gil
Fiestas de san Isidro. Palacio de Deportes. Madrid, 14 de mayo.
Pero cuando V¨ªctor se llev¨® el gato al agua, fue al cantar su canci¨®n -o corte de mangas como ¨¦l la llama- sobre los salvadores. La patria est¨¢ en el coraz¨®n (repet¨ªa) y al exclamar: Aqu¨ª cabemos todos o no cabe ni Dios, el alboroto, la eclosi¨®n, un largo aplauso, rugiente casi como para competir con el Etna. Era la voz del pueblo, y fue el ¨²nico fragmento de canci¨®n (que como las arias afamadas) se repiti¨®.
Entusiasmo al que volvimos cuando Ana Bel¨¦n -encantadora y muy guapa- enton¨® con timbre claro y fuerte el celebrado poema de Nicol¨¢s Guill¨¦n, La muralla. Todos en pie, todos d¨¢ndose las manos fraternal, amorosamente.
El joven narrador Leopoldo Alas me dec¨ªa: "me gustar¨ªa tener novia para venir a estos sitios". Muy cierto. Para pedir justicia a gritos y a¨²n m¨¢s libertad con letra de cantautor argentino, o para en ritmo brasile?o luego, tararear el bay¨®n, el sabroso bay¨®n, que nos mueve caderas y pies.
Ana Bel¨¦n cant¨® varias canciones del brasile?o Gilberto Gil, que despu¨¦s actu¨® tambi¨¦n y cerr¨® la velada.
Pero lo principal eran ellos, ellos separados y juntos. Que cantaban distintos y al un¨ªsono, testimoniando que la pareja resiste, que el amor se crece con la libertad, que hombres y mujeres son iguales, y que es muy hermoso -o debe serlo- compartir el cari?o y la lucha. Me sorprend¨ª diciendo a un amigo: "Yo quiero ser una pareja de dieciocho a?os"
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