El Rey se entrevista hoy en Uruguay con representantes de todos los partidos
Los Reyes de Espa?a llegaron ayer a Montevideo, procedentes de Brasil, para realizar una visita a Uruguay de 53 horas de duraci¨®n. Esta nueva etapa del periplo suramericano iniciado en Brasil es contemplada con un inter¨¦s especial, ya que el rey Juan Carlos tiene previsto entrevistarse hoy en Montevideo con los representantes de los partidos pol¨ªticos uruguayos -tanto los autorizados como los proscritos- en una recepci¨®n conjunta. Los Reyes fueron recibidos ayer por una multitud que se calcula en medio mill¨®n de personas.
ENVIADO ESPECIALC¨¢lculos oficiales estiman en al menos medio mill¨®n el n¨²mero de uruguayos que ayer se lanzaron a las calles de Montevideo para recibir los Reyes de Espa?a. Teniendo en cuenta que la poblaci¨®n total de este pa¨ªs, el m¨¢s peque?o de Am¨¦rica Latina, es de tres millones de habitantes, de los que al menos un tercio se encuentran en el exilio, el recibimiento es indicativo de lo que esta visita significa para los uruguayos.
A lo largo de los treinta kil¨®metros que separan el aeropuerto de Carrasco de Montevideo una fiesta popular y emocionada vitore¨® incansable al Rey, a Espa?a, a la libertad, a la democracia. Ni un grito de honor para el presidente, general Goyo ?lvarez. Por supuesto que tampoco se escuch¨® un grito en contra. No estan las cosas para tales lujos expresivos. Los accesos al aeropuerto -que fue cerrado por dos horas-quedaron prohibidos al p¨²blico. El Rey, en su primer discurso, en el mismo aeropuerto, pronunci¨® palabras amables de gratitud y de honra para la naci¨®n uruguaya. El presidente ?lvarez, sin embargo, hizo un canto a la libertad y, ni mas ni menos, que compar¨® los procesos democr¨¢ticos de Espa?a y Uruguay. El primer equipo de periodistas espa?oles que desde Sao Paulo hab¨ªa llegado previamente a Montevideo no daba cr¨¦dito a sus o¨ªdos. Poco despu¨¦s no daban cr¨¦dito a sus ojos cuando comprobaron que estaban encerrados bajo llave y por razones de seguridad en la azotea del aeropuerto, en donde se les hab¨ªa situado.
Una hora despu¨¦s de la llegada fue abierta la puerta y, como es obvio, no pudieron constatar directamente la recepci¨®n popular a los Reyes. Tras los insistentes rumores sobre una hipot¨¦tica liberaci¨®n del Liber Seregni, estos fueron tajantemente desmentidos por el ministro del Interior, reput¨¢ndolo adem¨¢s de "delicuente com¨²n cualquiera", afirmando que su caso "no esta dentro de las normas que puedan resolverse por pedido de gracia".
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El rey Juan Carlos pide en Uruguay una democracia plena con participaci¨®n de los partidos pol¨ªticos
Viene de la primera p¨¢ginaLa realidad es que tampoco se, tienen demasiadas esperanzas de que la dictadura militar uruguaya libere, en estos dos d¨ªas, a los nueve presos espa?oles detenidos por razones pol¨ªticas y a¨²n menos a los presos por conciencia hijos o nietos de espa?oles. Adem¨¢s, al menos una treintena de familiares de presos pol¨ªticos ha ca¨ªdo sobre nuestra embajada con la genealog¨ªa espa?ola de sus deudos para pedir mediaci¨®n.
El Gobierno uruguayo ha recibido con profundo desagrado la negativa real a asistir a un asado en la estancia del diputado ultraderechista Gallinal y la noticia de que el Rey recibir¨¢ hoy a los l¨ªderes de los partidos de la oposici¨®n. Lo que se espera es que el gesto de buena voluntad de las liberaciones -solo algunas- se produzca, pero mas adelante.
Uno de los presos por los que se interesa nuestro Gobierno es presunto autor de la muerte material de Don Mitrione. Pero se tiene la convicci¨®n moral de que al menos alguno de estos tupamaros espa?oles se atribuyo delitos de sangre para amparar a los camaradas realmente responsables. Y este hombre en cuesti¨®n, de apellido Mas, adem¨¢s, parece que se encuentra desquiciado por el sistema carcelario que los militares destinan aqu¨ª a sus opositores.
El Rey con la oposici¨®n
El Rey, en efecto, recibir¨¢ hoy en la embajada de Espa?a a la oposici¨®n. Pero no solo a los tres partidos tolerados (Nacional, Colorado y Uni¨®n C¨ªvica) sino tambi¨¦n a los poscritos dem¨®crata cristianos y socialistas. Tres representantes por cada partido. El espaldarazo moral que esto supone para este castigado pa¨ªs no lo olvidar¨¢n los uruguayos. Y este es el clima.
El mismo d¨ªa de la llegada de los Reyes, el Gobierno se ha despazachado secuestrando la revista Democracia que publicaba en su portada una fotograf¨ªa tomada del Abc de Madrid, en la que aparec¨ªa el Rey saludando a Wilson Ferreira, l¨ªder a¨²n en el exilio del Partido Colorado. Y tres madres cuyos hijos desaparecieron en la Argentina han sido detenidas en la calle cuando portaban una pancarta alusiva a las libertades en el Uruguay.
El secuestro de esta revista ha originado una protesta por parte de los periodistas espa?oles que cubren la informaci¨®n del viaje de los Reyes a Suram¨¦rica. La condena se ha materializado en una comunicado en el que los periodistas indican que expresan su solidaridad con los redactores de Democracia y lamentan "esta violaci¨®n de la libertad de expresi¨®n, sin la que no es posible el funcionamiento de una democracia ni una aut¨¦ntica apertura pol¨ªtica".
Respeto a la dignidad de la persona
Entre otros actos oficiales los Reyes habr¨¢n asistido a la cena de gala ofrecida por el presidente ?lvarez en la que don Juan Carlos brind¨® con las siguientes palabras: "...Se?or presidente, estamos informados de los proyectos pol¨ªticos de vuestro Gobierno, y confiamos en que puedan desembocar en una democracia plena en la que los partidos pol¨ªticos, cumpliendo su tradici¨®n de apego por la libertad sean el cauce efectivo de la participaci¨®n del pueblo uruguayo en un estilo de vida basado en esa libertad y en la dignidad de la persona. Estamos convencidos -y la experiencia hist¨®rica que ha vivido mi pa¨ªs lo atestigua- de que la reforma y el cambio son siempre posibles por medios pac¨ªficos cuando los hombres pol¨ªticos utilizan, con generosidad de miras, el di¨¢logo como instrumento. Los problemas de una sociedad moderna pueden en efecto ser resueltos pol¨ªticamente. De la misma forma creemos que el orden pol¨ªtico y la paz social tienen como fundamento la dignidad del hombre, los derechos inviolables que le son propios y el respeto a la legalidad democr¨¢tica".
Los uruguayos aguardan horas en las plazas para poder vitorear a los reyes de Espa?a. Las radios transmiten en directo los pasos de los monarcas con el entusiasmo informativo que provocar¨ªa un partido de f¨²tbol. Al menos ayer, Montevideo era una fiesta.
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