El presidente Teodoro Obiang accede a expulsar del pa¨ªs al sargento Miko despu¨¦s del proceso al que ser¨¢ sometido

El Gobierno de Guinea Ecuatorial ha accedido a la expulsi¨®n del sargento Venancio Miko, asilado actualmente en la embajada espa?ola en Malabo, y presuntamente implicado en el intento de derribar al r¨¦gimen del presidente Teodoro Obiang, una vez que concluya el procedimiento penal a que haya de ser sometido. La representaci¨®n diplom¨¢tica espa?ola en Malabo entregar¨¢ a Miko a la guardia presidencial -formada por soldados de nacionalidad marroqu¨ª- en un plazo m¨ªnimo de 10 d¨ªas.

Previamente, el presidente ecuatoguineano Teodoro Obiang habr¨¢ de dar su conformidad escrita a las garant¨ªas acordadas el martes con el ministro espa?ol de Exteriores, Fernando Mor¨¢n, en el curso de la visita de ¨¦ste ¨²ltimo a Malabo, que contribuy¨® al desbloqueo de la situaci¨®n.La entrevista mantenida por el ministro de Asuntos Exteriores, Fernando Mor¨¢n, con el presidente de la Rep¨²blica de Guinea Ecuatorial, Teodoro Obiang, a las seis de la tarde del martes concluy¨® con un acuerdo sobre las garant¨ªas ofrecidas por las autoridades ecuatoguineanas para que les sea entregado el sargento Venancio Miko, refugiado en la sede de la representaci¨®n diplom¨¢tica espa?ola en Malabo desde la madrugada del pasado d¨ªa 11 de mayo.

Los t¨¦rminos del acuerdo logrado por el jefe de la diplomacia espa?ola se fijaron tras una fuerte negociaci¨®n, que atraves¨® fases de considerable dureza, en la que por parte espa?ola ayudaron al ministro el director de pol¨ªtica para ?frica, Manuel Sassot, y el encargado de negocios, Norberto Ferrer.

Su definici¨®n textual qued¨® plasmada en una carta de Fernando Mor¨¢n al presidente ecuatoguineano, Teodoro Obiang, remitida al concluir la entrevista. La carta menciona las condiciones aceptables por el Gobierno espa?ol para proceder a la entrega del sargento refugiado en la embajada, a quien las autoridades de Malabo acusan de participar en un intento de golpe de Estado abortado antes de que llegara al grado de tentativa.

'Los enamorados'

La frustrada intentona preve¨ªa asesinar al presidente Teodoro Obiang en el club nocturno de Malabo Los enamorados que el m¨¢ximo mandantario ecuatoguineano frecuenta con asiduidad y no en el continente, durante la inauguraci¨®n de una central el¨¦ctrica construida por los chinos, como fue inicialmente anunciado.

La entrega de Venancio Miko no se producir¨¢ en ning¨²n caso antes de que Obiang confirme por escrito, en carta de respuesta, los pormenores del acuerdo alcanzado, que implica el sometimiento de Miko a un procedimiento legal con plenas garant¨ªas para su defensa incluso a cargo de un letrado espa?ol, la autorizaci¨®n para que reciba diariamente visitas de sus familiares y de los representantes diplom¨¢ticos espa?oles, la asistencia y vigilancia m¨¦dica que garantice su integridad y la seguridad de que si recayera sobre ¨¦l la m¨¢xima pena le ser¨ªa conmutada.

La Constituci¨®n espa?ola ha abolido la pena de muerte y, en consecuencia, al Gobierno no le ser¨ªa posible entregar a quien se acogi¨® a su pabell¨®n si pesara sobre ¨¦l alg¨²n riesgo de ser ejecutado.

Una vez que la firma de Teodoro Obiang garantice al pie de un documento escrito todos y cada uno de estos extremos, y transcurrido un plazo que no podr¨¢ ser inferior, seg¨²n se estima, a 10 d¨ªas, ser¨ªa el momento de hacer entrega del refugiado a la guardia personal del presidente, cuyos efectivos de 600 hombres, de nacionalidad marroqu¨ª, constituyen la ¨²nica unidad con capacidad operativa en el territorio de la Rep¨²blica ecuatoguineana. Las representaciones diplom¨¢ticas francesa y marroqu¨ª en Malabo han prestado toda la cooperaci¨®n posible en la b¨²squeda de una soluci¨®n satisfactoria para ambas partes.

La conversaci¨®n Obiang-Mor¨¢n, que se prolong¨® durante una hora y media, permiti¨® hacer un balance de las relaciones hispanoecuatoguineanas. En primer lugar, qued¨® de manifiesto el sentimiento de frustraci¨®n que reina en Malabo por la falta de calor que registran en el nuevo Gobierno socialista de Madrid.

Los interlocutores guineanos insisten una y otra vez en la ausencia de toda menci¨®n a Guinea en el discurso de investidura del presidente del Gobierno, Felipe Gonz¨¢lez. Se?alan, adem¨¢s, la falta de correspondencia entre las expectativas que se forjaron en la antigua colonia espa?ola sobre el Gobierno del PSOE y la frialdad y postergaci¨®n a que se consideran sometidos.

Tambi¨¦n pudo averiguarse con exactitud que Guinea Ecuatorial ha formalizado la solicitud de ingreso en la Uni¨®n Aduanera y Econ¨®mica de ?frica Central (UDEAC), donde se integran sus vecinos Gab¨®n y Camer¨²n y otros tres pa¨ªses de la comunidad franc¨®fona de naciones en esa ¨¢rea. Malabo comunic¨® en octubre pasado al Gobierno anterior la decisi¨®n que preparaba, y el ministro P¨¦rez-Llorca dej¨® entonces constancia expresa de que nada hab¨ªa que objetar desde Madrid al prop¨®sito ecuatoguineano. Bajo estas nuevas condiciones, que para tener efecto deber¨¢n recibir la aprobaci¨®n de todos los pa¨ªses miembros, Espa?a deber¨¢ reexaminar los principios y alcances de la ayuda y cooperaci¨®n que debe prestar a Guinea. Otra cuesti¨®n pendiente es la del respaldo que el Banco de Espa?a deba o no prestar al ecuele, moneda nacional guineana, para garantizar su convertibilidad.

Absoluta normalidad

El ambiente en Malabo el martes era de absoluta normalidad, y ninguna precauci¨®n hab¨ªa sido adoptada ni se detectaba s¨ªntoma de alteraci¨®n alguna o de malestar o encono hacia la ex colonia y los cooperantes espa?oles, en franca armon¨ªa con los ciudadanos de aquel pa¨ªs. S¨®lo la presencia de media docena de polic¨ªas en las inmediaciones de la canciller¨ªa y la inspecci¨®n ocular de los veh¨ªculos que sal¨ªan de su recinto, efectuada con cordialidad y cortes¨ªa irreprochables, pon¨ªan una nota de excepcionalidad en Malabo.

Los pabellones prefabricados de la canciller¨ªa, con una eficaz instalaci¨®n de aire acondicionado, registraban la actividad de costumbre. En los c¨ªrculos espa?oles la crisis ha polarizado las opiniones. Algunas gentes significadas eran partidarias de entregar inmediatamente al sargento reclamado, a lo que se opuso con firmeza sin dejarse influenciar el encargado de negocios de la embajada, Norberto Ferrer. Otros espa?oles conocedores del terreno ecuatoguineano se?alaban con firmeza su criterio de que entregar al sargento acogido al pabell¨®n hispano terminar¨ªa con el prestigio que a¨²n resta. Sin ese prestigio, b¨¢sico en un pa¨ªs de las caracter¨ªsticas de Guinea Ecuatorial, lo procedente, seg¨²n su opini¨®n, es hacer cuanto antes las maletas y retirarse con el mayor orden y celeridad posible. Adem¨¢s se cuestiona qu¨¦ validez cabe otorgar a las garant¨ªas de Obiang, al que se conceden escas¨ªsimas probabilidades de continuar en el poder por un per¨ªodo de tiempo considerable.