Rafael Alberti, los la¨²des de Grand¨ªo y 'La invitaci¨®n al viaje sonoro'
La generaci¨®n po¨¦tica de 1927 enlaza con sus coet¨¢neos musicales a trav¨¦s de Rafael Alberti, Federico Garc¨ªa Lorca y Gerardo Diego, principalmente, sin olvidar la musicalidad de Luis Cernuda, Jos¨¦ Moreno Villa, Carlos Rodr¨ªguez Pintos y algunos otros. Pero en Alberti, Garc¨ªa Lorca y Diego puede hablarse con propiedad, aunque desde distintos ¨¢ngulos, de poetas-m¨²sicos.
La po¨¦tica de Rafael Alberti ha sido, es y ser¨¢ un r¨ªo de inspiraci¨®n para los compositores. Docenas y docenas de autores, espa?oles y extranjeros, han otorgado segunda naturaleza musical a los versos del gran gaditano, que poseen un doble valor musical: el real y el sugerente. El mismo Manuel de Falla proyect¨®, durante a?os, un ciclo sobre Marinero en tierra; pero, como tantos otros proyectos, sumergido en la tit¨¢nica y sufriente haza?a de Atl¨¢ntida.
Encuentro con Manuel de Falla
Un d¨ªa, alrededor de un a?o antes de su muerte, Manuel de Falla recibi¨® en su retiro de Altagracia, en la C¨®rdoba argentina, la visita de Rafael Alberti, el laudista Paco Aguilar y Donalo Colacelli. Iban a ofrecer a don Manuel, consumido en las honduras de su poncho, la Invitaci¨®n a un viaje sonoro, escrita por Rafael Alberti sobre m¨²sicas habituales del repertorio laud¨ªstico del Cuarteto Aguilar, para el que Turina imaginara la Oraci¨®n del torero.Esta vez, a la m¨²sica de Pisador y Del Enzina, de Lully, Rameau, Purcell, Scarlatti y Bach, de Alb¨¦niz, Falla, Ernesto HaIffier, Nin y Aguilar, iba a espolear los versos de Rafael Alberti. Esta cantata, inicialmente a dos voces (verso y la¨²d con acompa?amiento de piano), se transform¨® luego en concierto para poeta y cuarteto u orquesta de la¨²des. As¨ª acaba de sonar en el viejo Ateneo de Madrid a lo largo de un homenaje al Cuarteto Aguilar.
Paco, Ezequiel, Elisa y Jos¨¦ fueron amigos y admiraci¨®n de todos: los de la generaci¨®n de Falla y los de la de 1927; sonaron para Strawinski y para Ravel, incitaron a Turina para una de sus p¨¢ginas m¨¢s hermosas -la aludida oraci¨®n- y a Halffter para convertir en tintineo laud¨ªstico su Danza de la pastora.
La potencia pl¨¢stico-r¨ªtmica de los poemas de Alberti se enfrenta con el quiebro rococ¨® ("?l vio, yo lo vi. El aire en un pie, la flor en un tris"), con el clave madrile?o de Scarlatti ("Trina el aire, arpegia el agua. Tr¨¦mulos vidrios alisan la cuerdas de las sonatas"), con la leve zarabanda ("De tan suave no soy nada"),, con los minuetos de Rameau ("Hasta pronto, flor; / hasta luego, risa. / Buenas noches, gracia. / Brisa, buenos d¨ªas"), con el mismo Cuarteto Aguilar ("que por Espa?a sus cuatro la¨²des / ardan, crepiten, sin paz al olvido, / y en cuatro barcas de m¨¢stil sonoro / pasen la mar hacia un sol infinito"), para despedirse con estos tres versos que prolongan al infinito la sugerencia abierta de la m¨²sica: "?O¨ªsteis? La luz se pierde. / Se hunde la barca en la noche. /S¨®lo la mar permanece".
Alberti deja resbalar suavemente por su dicci¨®n gaditano-hispanoamericana la m¨²sica de su largo viaje sonoro, al que ponen contrapunto en la, primera parte el Cuarteto Grand¨ªo, y en. la segunda, la Orquesta de La¨²des Roberto Grand¨ªo, que dirige Miguel Groba. Todos son, declaradamente, continuadores de la haza de los Aguilar y de la de Germ¨¢n Lago, nacidas al costado del mejor Falla y a la orilla de la generaci¨®n de 1927, antes de que el centenario de G¨®ngora le diera nombre.
Gran jornada, en la que estuvieron presentes Jos¨¦ Aguilar y otro gran protagonista de la generaci¨®n, el m¨¢s albertiano de nuestros m¨²sicos, Ernesto Halffter, a la que lleg¨®, a trav¨¦s de la voz del poeta, el recuerdo granadino de la heredera de don Manuel, Isabel de Falla de Garc¨ªa de Paredes, y las palabras emocionadas de Julio Cort¨¢zar.
Mientras pienso en la originalidad de los Aguilar, en la gracia singular de sus continuadores, en la medida musical y po¨¦tica de Alberti, me asalta una idea, tan elemental que debo pensar que ya est¨¢ en v¨ªas de realizaci¨®n: ?Qu¨¦ grande, significativa y hondamente culta producci¨®n de Televisi¨®n Espa?ola puede hacerse con la Invitaci¨®n al viaje sonoro, su poeta y sus m¨²sicos!
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