Weather Report busca los or¨ªgenes

Era viernes y hac¨ªa buen tiempo sobre el famoso y pluridisciplinar (f¨²tbol, boxeo, lucha libre ... ) campo del Gas madrile?o. Todo era calma en aquel recinto polvoriento y s¨®lo a medias lleno. Era la espera del concierto, Weather Report no hab¨ªan aparecido y la actividad se desarrollaba m¨¢s bien fuera del recinto. Mientras unos cuantos chiflados derribaban una valla cercana perteneciente a un chatarrero, miembros de la polic¨ªa municipal en una delicada pirueta hacia tiempos pasados, se desentend¨ªa de los derribadores y prefer¨ªan emprenderla a palos con alg¨²n que otro vendedor ambulante o con los fot¨®grafos de Diario 16 y EL PAIS que tambi¨¦n recibieron lo suyo.Grave delito este de informar sobre la brutalidad. Es m¨¢s, en una alarde de efectividad policial, ambos fot¨®grafos fueron detenidos y posteriormente acusados de instigar una especie de mot¨ªn contra los hombres de azul. Los hay que alucinan demasiado.

Como qued¨® dicho, dentro del campo las cosas se preparaban para comprobar si Weather Report podr¨ªa superar la ausencia de su baj¨ªsta-figura Jaco Pastorius. Si conseguir¨ªa repetir su propia magia y llenar¨ªa el ambiente con aquellos encajes que varios miles de personas tuvimos ocasi¨®n de acariciar hace siete a?os en Badalona.

Por aquel entonces el grupo de Wayne Shorter y Joe Zawinul era la mejor tarjeta de visita que pod¨ªa tener el llamado jazz-rock. Era un grupo maduro, Heno de instrumentistas superdotados, y sobre todo, con una solid¨ªsima reputaci¨®n a sus espaldas (Blakey, Miles Davis- Cannonball Adderiey y otros). Comenzaron en 1970 tras una portada et¨¦rea y bell¨ªsima y una m¨²sica derivada de Miles Davis, para quien Zawinul escribi¨® lo que pudo considerarse como el ultimo movimiento en jazz. In a Silent Way.

Ninguno solo

Lo esencial en Weather Report era la organicidad de su trabajo. Frente a la t¨ªpica postura de l¨ªder con banda, Shorter y Zawinul pusieron en circulaci¨®n y ¨¦xito el concepto de "todos solo y ninguno solo", consistente en que, cuando uno de los m¨²sicos tiene una intervenci¨®n en primer plano, el resto no se limita a un acompa?amiento m¨¢s o menos mon¨®tono sino que construye un universo constantemente renovado y en conexi¨®n ¨ªntima con el improvisador principal. Esto les permit¨ªa crear en ambientes -movedizos, m¨¢gicos, donde la inspiraci¨®n surg¨ªa de manera tan milagrosa como necesaria.Todo esto viene a cuento de que, tras la incorporaci¨®n en 1976 del prodigioso y muy exhibicionista bajo Jaco Pastorius, este concepto comenz¨® a diluirse poco a poco, sobretodo en las actuaciones. Y eso, pod¨ªa ser malo.

El hecho es que Jaco Pastorius ya no est¨¢ en Weather Report y que el ¨²ltimo ¨¢lbum del grupo (Profession) recuerda ya desde su portada al Black market, primer disco con la colaboraci¨®n parcial del tantas veces mencionado bajista. El comentario del concierto, a¨²n contando con las excelencias del juego r¨ªtmico entre la bater¨ªa de Omar Hakim, la percusi¨®n de Jose Rossi y el bajo de Victor Bailey, admirando el intento de regeneraci¨®n del grupo y todo el resto, no puede ser demasiado expresivo. Llevan pocos conciertos y se percib¨ªa la rigidez que da la inseguridad. Los temas iban desde lo caribe?o y algo fogoso a lo melanc¨®lico y aural. El sonido, siendo bueno hacia la mitad del campo no afinaba con los niveles de cada instrumento, las improvisaciones eran algo forzadas y los registros de los sintetizadores de Zawinul no acababan de encontrar su punto. Esto no quiere decir que aquello fuera un concierto nefasto, ni mucho menos. Esta gente, en el campo del Gas, con la luna llena, dobermans de la seguridad e histerias policiales puede seguir emocionando. Pero s¨®lo de cuando en cuando, el resto era una buena compa?¨ªa para la charla.