Felipe Gonz¨¢lez y Alfonso Guerra abren esta semana la ofensiva econ¨®mica del Gobierno
Los discursos que tienen previsto pronunciar esta semana el presidente y el vicepresidente del Gobierno -hoy por la ma?ana Felipe Gonz¨¢lez, ante los empresarios extranjeros convocados al foro del Herald Tribune, y el mi¨¦rcoles Alfonso Guerra, en la apertura del congreso de la UGT- abrir¨¢n una amplia ofensiva econ¨®mica gubernamental. Al esbozar c¨®mo se concretar¨¢ el programa socialista, ambos marcar¨¢n los puntos de partida para una salida de la crisis basada en la reducci¨®n de costes empresariales (salariales, financieros y de Seguridad Social) y en el saneamiento de los sectores p¨²blico y privado mediante las profundas reformas ya anunciadas, seg¨²n fuentes administrativas. La oferta de concertar el ajuste, a partir de las pr¨®ximas semanas, y el inmediato comienzo de la aprobaci¨®n de normas y proyectos de ley encuadrar¨¢n la estrategia del Gabinete.
La ofensiva, anticipada en cierto modo durante su viaje a Estados Unidos por el ministro de Econom¨ªa y Hacienda, Miguel Boyer, quien regres¨® ayer a Madrid, confirmar¨¢ la v¨ªa del ajuste positivo preconizada por ¨¦ste. Se trata de tina opci¨®n de austeridad y sacrificio que descarta definitiva mente las v¨ªas expansiva y estabilizadora, de acuerdo con las fuentes consultadas. Si bien la disparidad de auditorios -l¨ªderes sindicales e inversores extranjeros- requerir¨¢ el empleo de dos lenguajes diferentes, tanto Felipe Gonz¨¢lez como Alfonso Guerra tienen previsto ratificar dicha pol¨ªtica de reformas "quir¨²rgicas". Y pedir¨¢n para ella el necesario concurso de trabajadores, empresarios e inversores extranjeros.El refuerzo de la internacionalizaci¨®n de la econom¨ªa espa?ola es considerado por el Gobierno tan necesario a medio y largo plazo como desde ahora mismo. Por eso, las palabras del presidente perseguir¨¢n un doble objetivo: conseguir inversiones que compensen la p¨¦rdida de reservas de divisas o las aumenten, y fijar como meta una estructura de costes empresariales y una inflaci¨®n similar a la europea en el momento del ingreso en la CEE. Para ello, el Gabinete promover¨¢ la moderaci¨®n de los salarios, una financiaci¨®n barata y a largo plazo, y la menor contribuci¨®n de empresarios a la Seguridad Social por la reforma de ¨¦sta y la pronta adopci¨®n del Impuesto sobre el Valor A?adido sobre el consumo, que aportar¨¢ desde la imposici¨®n indirecta tanta recaudaci¨®n como el de la renta (en torno a un bill¨®n de pesetas). Con el fin de que los capitales extranjeros no s¨®lo mantengan o ampl¨ªen sus negocios, adem¨¢s de incentivos a la inversi¨®n y al empleo -a trav¨¦s de la mayor flexibilidad y movilidad-, el Gobierno est¨¢ dispuesto a que las reprivatizaciones se extiendan a m¨¢s empresas quejas de Rumasa. Hoy, el sector p¨²blico supera la media docena de grupos: INI, INH, Patrimonio del Estado, cartera del Banco de Espa?a, empresas de transporte, y sociedades en manos del Fondo de Garant¨ªa de Dep¨®sitos. M¨¢s all¨¢ de la promesa de que no habr¨¢ nuevas nacionalizaciones, Miguel Boyer ha reiterado en la OCDE y en las conversaciones privadas durante su viaje a Estados Unidos que no se ampliar¨¢ el sector p¨²blico y que la preocupaci¨®n es ahora sanear y reducir su absorci¨®n de recursos econ¨®micos.
La citada reducci¨®n de costes empresariales, junto a las reformas financieras y de la Seguridad Social, ser¨¢ favorecida tambi¨¦n por el nuevo plan de reconversi¨®n industrial, igualmente gestado en los ¨²ltimos meses.
Todo ello se orientar¨¢ al objetivo de ganar competitividad mediante la reducci¨®n de los diferenciales de inflaci¨®n, para poder exportar m¨¢s. Las dudas suscitadas por el empeoramiento del comercio en enero y febrero, respecto a la meta de aumentar este a?o las exportaciones un 5% y reducir el d¨¦ficit de la balanza de mercanc¨ªas y servicios desde los 4.000 millones de d¨®lares de 1982 a 2.500 o 2.700 en 1983, han sido disipadas con la mejora observada desde marzo.
Debido a la debilidad de la inversi¨®n y del consumo interior en los primeros meses del a?o, buena parte de las esperanzas de conseguir este ejercicio un crecimiento econ¨®mico del 2% se basan en las ventas al exterior. Para a?os sucesivos se espera acentuar esta palanca con una reducci¨®n de inflaci¨®n al 8% y unos salarios inferiores que compensen el efecto del previsible freno en la depreciaci¨®n de la peseta, debido a la reducci¨®n del d¨¦ficit por cuenta corriente y a la mayor entrada de capitales que lo financiar¨¢.
Medidas compensatorias
La perspectiva de mantener el peso del sector p¨²blico y reducir cada a?o su d¨¦ficit en un punto respecto al 6% del producto interior bruto exigir¨¢ al menos un aumento igual de la presi¨®n fiscal. Para contrarrestar el esfuerzo de los trabajadores en este campo, en el de los salarios y en el de las reformas en ciernes, el Gobierno anunciar¨¢ una serie de medidas compensatorias, como la mejora de prestaciones y servicios, moralizar la sociedad y luchar contra el fraude fiscal y el contrabando. Si ahora hay una llamada al esfuerzo por la recuperaci¨®n econ¨®mica, se pretende dejar abierta la esperanza a una consiguiente redistribuci¨®n.En este contexto, seg¨²n fuentes de la Administraci¨®n, Guerra podr¨ªa distinguir durante su discurso ante la UGT sobre el papel que corresponde a los sindicatos con un Gobierno de derecha y con uno de izquierda. Asimismo es muy probable que aluda a las formas de articular una mayor participaci¨®n de los trabajadores, en la medida en que son afectados por la herencia del pasado (un Estado abocado al d¨¦ficit p¨²blico por los datos conocidos y por otros que todav¨ªa no lo son) y por las salidas propuestas.
En lo relativo a la Seguridad Social, que s¨ª no se reforma podr¨ªa necesitar en 1986 transferencias del Estado por un bill¨®n de pesetas, m¨¢s del doble que este a?o, la potenciaci¨®n del tercer nivel (el primero ser¨¢ m¨ªnimo y general, y el segundo contributivo) podr¨¢ condicionarse tambi¨¦n a la participaci¨®n de los sindicatos y a decisiones de convenio colectivo.
Como otras reformas anunciadas (v¨¦ase EL PA?S del 15 de mayo), existe la intenci¨®n de articularlas definitivamente despu¨¦s de las consultas para una posible concertaci¨®n social, que se iniciar¨¢n en las pr¨®ximas semanas con sindicatos y patronales.
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